Todo milagro es posible, dicen en Argentina tras el triunfo de Racing

Ť Un aficionado tuvo que vestirse de mujer para ingresar al estadio Ť Futbol y política, de la mano

AFP Y DPA

Buenos Aires, 28 de diciembre. La consagración de Racing Club como campeón de la primera división del futbol argentino significa, al menos para decenas de miles de personas, un soplo de aire fresco en la peor crisis económica y social de la historia, aunque también un ejemplo de vida.

El desborde de alegría de los fanáticos fue reflejo de una fiel falange que esperó 35 años para dar una vuelta olímpica en el ámbito doméstico. Los desbordados y rituales festejos de la hinchada albiceleste se extendieron por todo el país.

Sin embargo, el diario Página 12 dijo en su primera plana que "si Racing consiguió salir campeón después de 35 años y atravesó todos los círculos del infierno, hasta las utopías más audaces, como que Argentina salga de una vez de esta crisis, parecen ahora menos disparatadas: todo milagro es posible".

Como suele suceder, el futbol y sus logros representan una válvula de escape ideal a la hora de tapar o al menos hacer olvidar por un rato las penurias de los argentinos.

Esto se manifestó con el buen momento que atraviesa el futbol albiceleste con varios triunfos en esta temporada: el paso demoledor del seleccionado mayor en las eliminatorias al Mundial 2002, el título obtenido en la Copa del Mundo Sub 20 y el éxito de Boca Juniors en la Libertadores de América.

También los festejos de San Lorenzo (campeón del Clausura y perfilado para imponerse en la Copa Mercosur, tras empatar 0-0 con Flamengo en el partido de ida de la final), Racing en el ámbito local y las buenas actuaciones de los jugadores argentinos en las ligas europeas.

Esta serie victoriosa alivia, de algún modo, las preocupaciones y el dolor por la crisis, los saqueos, la creciente desocupación, la desconfianza para con la política y la suspensión de pagos de la deuda externa.

Un vistazo a la historia encuentra varios momentos en los que el futbol y la política estuvieron de la mano.

En el caso de Racing hubo un periodo de esplendor, entre 1949 y 1951, con tres títulos consecutivos que coincidieron con el apogeo del primer gobierno del general Juan Domingo Perón (1946-55)

Incluso el entonces ministro de Hacienda, Ramón Cereijo, colaboró en la construcción del estadio que, justamente, lleva el nombre de Perón.

Un poco más cerca en el tiempo está la referencia hacia el vínculo entre la tragedia de la dictadura militar de la década de los 70 y el éxito en el Mundial de 1978, cuando el fervor por el futbol intentaba ocultar el terrorismo de Estado.

Balompié, cuestión de Estado

El balompié siempre fue una cuestión de Estado; no por nada los conflictos que generan las huelgas de los jugadores se tratan de resolver a la brevedad.

Aunque para resolver cosas nadie como los seguidores de Racing. Jorge Chelso no dudó en vestirse de mujer para ver a su equipo conquistar el título.

Chelso había conseguido únicamente una entrada para el sector femenino del estadio de Vélez y como no quería perderse el partido se disfrazó de mujer, se afeitó los bigotes y con la entrada en la mano y la cara pintada de celeste y blanco se convirtió en Jorgelina, para disfrutar así toda la alegría racinguista.