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¤ Revaloran sus conceptos sobre el arte escénico
en el centenario de su natalicio
Strasberg pugnaba por la exteriorización de
la sensibilidad oculta del actor: Forza de Paul
¤ En 1948 fundó con Elia Kazan el Actors Studio,
por el que pasaron Marilyn Monroe y Robert de Niro, entre otros ¤ Impulsó
en EU la utilización del método de Stanislavski
CARLOS PAUL
Lee Strasberg (Polonia 1901-Estados Unidos 1982), figura
esencial en el desarrollo y modernización del modo de actuación
estadunidense al introducir en ese país de manera sistematizada
-en la primera mitad del siglo pasado- los conceptos actorales de Konstantin
Stanislavski, definió en su momento las bases de la técnica
actoral que denominó El Método: ''Primero recuerdo lo que
una vez sentí. Profundizo en mi memoria hasta rescatar el sentimiento
que determinado hecho me produjo, y lo reproduzco en mi interior. Lo sufro
o lo gozo de nuevo, me excito o estimulo otra vez a partir del recuerdo
y finalmente coloco sobre el escenario una conducta auténtica y,
por tanto, creíble".
A
lo largo de su vida -el pasado 17 de noviembre se cumplieron cien años
de su nacimiento-, Strasberg sistematizó dichos conceptos con la
intención de ''proporcionar a los actores estrategias accesibles
que los llevaran a acumular la realidad en circunstancias imaginarias".
En su libro A dream of passion explica: ''Es el entrenamiento consciente
de los sentidos para dirigirnos a un inconsciente creativo". Es una técnica
que se basa en la ''memoria emotiva" y en su proyección ''de adentro
hacia afuera".
Se trata de ''producir sentimientos auténticos
extraídos de nuestra memoria o de nuestras vivencias personales".
Strasberg -con Elia Kazan- fundó en 1948 una de
las más importantes escuelas de actuación, el Actors Studio,
por donde pasaron Marlon Brando, Montgomery Clift, Geraldine Page, Al Pacino,
Kim Stanley, Marilyn Monroe, Dustin Hoffman, Robert de Niro, Paul Newman,
Sally Fields, Glenn Close, Meryl Streep, Susan Sarandon y Anthony Hopkins,
por mencionar algunos.
En 1966 Strasberg sintió la necesidad de poner
su técnica a disposición del mayor número de artistas,
por lo que creó en Los Angeles el Instituto de Teatro Lee Strasberg
y tres años después, en 1969, abrió una escuela similar
en Nueva York.
''El trabajo del actor descansa en dos áreas: la
habilidad para crear de manera consistente la realidad y la habilidad para
expresarla". "La emoción es como un niño pequeño;
si vas hacia él demasiado aprisa, el pequeño se alejará
de ti." ''La naturaleza humana del actor no sólo hace posible su
grandeza, sino también es la fuente de sus problemas." ''Otros artistas
son libres de crear. La inspiración puede llegar de manera espontánea,
incluso de manera accidental; esos artistas pueden esperarla, pero un actor
no." ''Nosotros no podemos darte el talento, pero vamos a forzarte a que
vivas del talento que tienes", son algunos de los conceptos y frases que
el creador escénico compartía con colegas y alumnos.
Superar formas y convenciones
Para el director y dramaturgo argentino Miguel Forza de
Paul, ''sin lugar a dudas Strasberg fue una figura esencial para la implementación,
modernización y sistematización del método de actuación
estanislavskiano en Estados Unidos; sin embargo, es falso que fuera el
primero y menos aún el único en utilizarlo en ese país.
''En la década de los años treinta existía
el Taller de Drama de la Nueva Escuela de Nueva York, dirigida por Erwin
Piscator, hombre de gran prestigio en teatro alemán, que junto con
Stella Adler estudió con Stanislavski en el Teatro de Arte de Moscú.
Ellos fueron los encargados de llevar esta técnica a Estados Unidos
y de enseñársela a los miembros del llamado Teatro Grupo,
compañía de actores, escritores y directores cuyo objetivo
era construir una alternativa al teatro comercial de Broadway.
''La preocupación tanto de Strasberg como de Stella
Adler (quien era el verdadero espíritu del Taller de Drama de la
Nueva Escuela) fue lograr que los actores pudieran escapar de las formas
y convenciones planteadas por el cine clásico de los años
treinta y cuarenta. Ambos lucharon para que los actores fueran capaces
de romper con los clichés y lograr un modo de actuación más
verosímil. Sus preocupaciones también fueron la verdad en
la actuación y la identificación del espectador. La consigna
central fue que el actor fuera capaz de usar sus emociones y de exteriorizar
su sensibilidad oculta. De esta manera se logró desterrar de la
interpretación cinematográfica los viejos vicios de la declamación
y la exterioridad teatral (es decir, que los actores expresen emociones
no sentidas)."
Este cambio en el modo de actuación ''se debió
más a un requerimiento lógico de innovación para el
desarrollo de la industria que a un espíritu subversivo o rupturista",
opina Forza.
''Creo que es justo decir que Strasberg no fue el primero
en implementar en el cine (ni en Europa ni en Estados Unidos) las ideas
estanislavskianas. Lo que logró, y mejor que ningún otro,
fue hacer del Método un verdadero imperio, en el que se mezclan
una necesaria e inteligente modernización y sistematización
de la ideas de Stanislavski y una gran capacidad de promoción. Strasberg
fue honesto al no negar la influencia de Stanislavski y del sicoanálisis
en su enseñanza. Y los hechos le demostraron que su método
de actuación era profundamente necesario para los requerimientos
industriales del cine", concluye Forza.
Para muchos, Strasberg fue un ''maestro sin igual, que
practicaba lo que predicaba", pues también se aventuró como
actor. Estuvo postulado al Oscar por su participación en El Padrino
II. Compartió créditos con Sophia Loren en Cassandra
crossing, con Ruth Gordon en Boardwalk y con George Burns y
Art Carney en Going in style.
Sin embargo, para otros, como Marlon Brando, uno de sus
alumnos, considerado de los mejores actores de todos los tiempos, El Método
fue una expresión popularizada y mal empleada por Strasberg, quien
carecía de méritos para la enseñanza -asevera-, pues
Stella Adler y Elia Kazan, ellos sí enseñaban el arte de
la actuación.
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