Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 4 de enero de 2002
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Política
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Gilberto López y Rivas

El octavo año de la rebelión zapatista

Este primero de enero se cumplió el octavo aniversario de la insurrección de los mayas zapatistas. No han sido pocos los esfuerzos y los sacrificios de este movimiento para llegar a los ocho años de vida sin renunciar a sus principios y sin perder la hegemonía política en amplias regiones del estado de Chiapas y entre los sectores del movimiento indígena mexicano más representativos e independientes del Estado.

Referente moral y programático alternativo en los ámbitos nacional e internacional, el EZLN ha logrado sobrevivir a una guerra de contrainsurgencia que no ha cesado con el gobierno foxista y que, como en todo enfrentamiento, ha tenido muertos, heridos, desplazados, desaparecidos, violaciones a los derechos humanos, prisioneros y toda la secuela de la ocupación castrense de territorio, hostigamiento de población civil, prostitución, alcoholismo y drogadicción. También, la contrainsurgencia ha implicado la formación, el entrenamiento, el apoyo logístico y en armamento de grupos paramilitares que hasta la fecha continúan su trabajo como complemento clandestino e ilegal de la acción militar.

Pese a todos los esfuerzos de los sucesivos gobiernos del continuismo salinista, incluyendo el actual, el EZLN no ha podido ser derrotado ni neutralizado políticamente. A pesar de las campañas mediáticas contra el movimiento y sus dirigentes, de la orquestada propaganda de la Secretaría de Relaciones Exteriores a través de embajadas y consulados, del férreo control migratorio y policiaco de observadores y simpatizantes nacionales y extranjeros, de la información proporcionada por los órganos de inteligencia civil y militar para nutrir controvertidos libros y artículos, el zapatismo contemporáneo ha resistido incólume calumnias y tergiversaciones.

En estos ocho años de vida, el EZLN ha tenido que resistir no sólo los embates militares, políticos y propagandísticos del régimen. También se ha enfrentado a quienes desde distintos campos políticos y sociales han pretendido anular su presencia o disputar su hegemonía. Recordamos, por ejemplo, a intelectuales y fuerzas políticas en el propio movimiento indígena que incluso acusaron de traición al EZLN por firmar los acuerdos de San Andrés, aduciendo que las autonomías indígenas tenían necesariamente que expresarse como un régimen regional con estructuras gubernamentales que constituyeran un nuevo nivel de gobierno entre el estado y el municipio. Paradójicamente, algunos de los dirigentes que defendieron esas posiciones se encuentran actualmente dentro del campo del oficialismo foxista o en el gobierno del estado, ocasionando desde entonces rupturas o estimulando falsas expectativas entre el movimiento indígena.

Muchas polémicas ha tenido el zapatismo con las izquierdas tradicionales. Unos considerando posible la utilización y el manipuleo del EZLN para sus propios fines; otros pretendiendo imponer una perspectiva pragmática y electorera a una organización que va más allá de las alternancias en el gobierno que poco cambio significan para las mayorías nacionales. La sola existencia de los zapatistas como fuerza política indiscutible exhiben sin pudor los "errores tácticos", el oportunismo, la confusión ideológica, el deterioro moral de una izquierda que se aparta de la ética en aras de ganar espacios en los cargos de representación popular o en el gobierno, a cualquier costo y sin escrúpulos en el ejercicio de la función pública.

No han estado los propios zapatistas exentos de errores y sectarismos que les han impedido ampliar en ocasiones el margen de sus alianzas y la conservación de compañeros de ruta. Sin embargo, siempre han manifestado una congruencia estratégica entre lo que dicen y lo que hacen.

Además, ¿qué organización armada ha renunciado al uso de la fuerza por el reclamo generalizado de la sociedad civil en esa dirección? ¿Qué movimiento se ha mantenido firme al sistemático intento de coptación por parte del gobierno para que reciban alimentos, medicinas y otras ayudas materiales y de servicios, que son en realidad la "cara amable" de la contrainsurgencia?

El EZLN ha jugado el papel de una conciencia crítica nacional de carácter irreductible; con una posición política basada estrictamente en el interés patriótico y de clase que no conlleva los consabidos réditos a cobrar a corto plazo de los políticos tradicionales. Pudiera pensarse que el EZLN sacrificó sus intereses como organización nacional al mantenerse firme en el tema de las autonomías indígenas; y al no aceptar negociar al margen de los pueblos una salida "realista" ante la contrarreforma en materia de derechos indios. Sin embargo, éste es precisamente uno de los sacrificios mas notables de un comportamiento distinto a la cultura política de los cochupos y las concertacesiones.

En estos ocho años, el EZLN ha sido fiel a los ideales que le dieron origen, ganándose el respeto y la admiración de millones de personas por su trayectoria consecuente en favor de los oprimidos y explotados, como digno representante del movimiento indígena que obligó al régimen de partido de Estado a negociar y firmar los acuerdos que de cumplirse eventualmente establecerían las condiciones para el reconocimiento efectivo del carácter pluriétnico de la nación.

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