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¤ Lanza EU nuevo bombardeo aéreo sobre
supuestos campamentos de Al Qaeda
Versión de que el líder talibán
Mohammad Omar habría sido arrestado en Helmand
¤ Rechaza Washington la entrega del mullah a cambio
de que sean detenidos los ataques
¤ Somalia sería el segundo país en ser atacado
al detectarse a cien miembros de Al Qaeda
REUTERS, AFP, DPA Y PL
Kabul, 3 de enero. Estados Unidos lanzó
un nue-vo bombardeo aéreo sobre supuestos campamentos de Al Qaeda
en el este de Afganistán, pero rechazó una tregua en sus
ataques al desestimar un ofrecimiento para la entrega del máximo
líder talibán, Mohammad Omar, a cambio de que sean detenidos
los bombardeos.
No obstante, en Hamburgo se habló de que el mullah
Omar "podría haber sido" arrestado ya, de acuerdo con una escueta
declaración del ministro afgano de Reconstrucción, Mohammad
Amin Farhang, quien dijo a un noticiero local de televisión que
algo había oído sobre eso, pero que aún no sabía
más detalles.
Una vasta operación de rastrillaje llevan a cabo
tropas especiales estadunidenses y sus aliados afganos en el este y el
sur de Afganistán, mientras se afirma que se realizan negociaciones
para convencerlo de rendirse entre notables cercanos al mullah,
un enigmático líder que se cree se oculta en la provincia
de Helmand.
En paralelo, este día fue lanzada otra operación
a gran escala para tratar de capturar a Osama Bin Laden y a sus seguidores
de la organización armada Al Qaeda, al ser desplegados unos 800
milicianos pashtunes en la región de Chaparhar, al sur de Jalalabad,
hacia donde se cree se replegaron los combatientes islámicos tras
los intensos bombardeos estadunidenses sobre las montañas de Tora
Bora.
En la reanudación de los ataques contra la organización
del multimillonario saudita participaron bombarderos B-1, aviones
AC-130 y cazas F-18, que lanzaron sus bombas en lo que fue
señalado como un extenso campo de entrenamiento de Al Qaeda en el
este del país, en una región costera al sur de Tora Bora,
en la provincia de Khost, cerca de la frontera con Pakistán.
Uno de los jefes del estado mayor estadunidense, general
Richard Myers, afirmó que "hubo actividad que ameritaba el ataque",
en lo que describió como un objetivo que su aviación ya había
atacado con misiles en 1998.
Enojo estadunidense
El
Pentágono dijo temer que una tregua en los ataques o unas negociaciones
prolongadas para la rendición de Omar permitirían la fuga
de dirigentes del talibán e impedi-rían atrapar a Bin Laden,
al hacer notar el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, que en otras
ocasiones así ocurrió.
"No autorizamos las pausas o las negociaciones que conduzcan
a la liberación de personas que no deben ser liberadas" si son responsables
de masacres o actos de terrorismo, agregó Rumsfeld, al parecer en
este caso debido también a la liberación por parte del gobierno
interino afgano de 269 combatientes talibanes, muchos de ellos presos por
la Alianza del Norte desde hace cinco años.
El secretario de Defensa tampoco atendió una propuesta
atribuida a un comandante talibán de Helmand de entregar a Omar
a cambio del cese de los bombardeos, y argumentó que el ofrecimiento
"no fue realizado. Lo que nosotros aceptaremos es la rendición.
Estas personas mataron a mucha gente y merecen ser castigadas".
Un responsable de inteligencia del régimen interino
afgano, Nasratullah Nasrat, aseguró que el comandante local, Abdul
Rahad, propuso durante una shura o asamblea en la provincia de Helmand
entregar a Omar y a otros combatientes talibanes "si se detienen los bombardeos
aéreos" y se evita un "baño de sangre".
El jefe militar en cuestión, conocido co-mo Rayes
Baghran, quien se encuentra atrincherado con alrededor de mil hombres en
el sur del país centroasiático, habría estado hablando
con el gobernador de Helmand, Shir Mohammad, de acuerdo con la misma fuente.
El grupo se halla en el distrito de Baghran, por lo que
las autoridades le están exigiendo entregar sus armas a Omar y a
miembros de Al Qaeda.
Los diarios The New York Times y The Washington
Post reportaron que unos 200 infantes de marina efectuaron a principios
de esta semana una infructuosa búsqueda en un campamento de Al Qaeda
en Helmand, recientemente abandonado, ya que allí sólo se
encontraron algunos fusiles y papeles que revelaron escasa información
de inteligencia.
El campo en cuestión se ubica a unos cien kilómetros
de Kandahar.
No obstante que para Estados Unidos la era del régimen
talibán ha terminado, Do-nald Rumsfeld insistió en que el
objetivo consistía en atrapar a los principales líderes que
han auspiciado el terrorismo, y no tanto en detener a muchos enemigos que,
por lo demás, serán llevados a la base cubana de Guantánamo,
donde se construyen recintos seguros para alojarlos.
El responsable calificó a los actuales combatientes
en Afganistán de "casos du-ros" por su "determinación de
suicidarse, matar a otros o escapar", y The Washington Times reportó
que Estados Unidos y sus aliados incrementaron sus vuelos de reconocimiento
sobre Somalia en preparación de eventuales ataques contra supuestas
ba-ses de Al Qaeda en el país africano.
Según el diario, Somalia será el siguiente
país en ser atacado luego de ser identificados allí unos
cien miembros de Al Qaeda. Al mismo tiempo, se conoció que Kenia
reforzó el control de su frontera con Somalia ante el riesgo de
un ataque estadunidense en la zona.
La Casa Blanca confirmó haber cursado una invitación
al presidente interino afgano, Hamid Karzai, para que visite Washington
en una fecha próxima, que podría ser en febrero. Karzai ya
de antemano había aceptado la invitación.
Mientras, en Islamabad se informó que las autoridades
paquistaníes habrían arrestado al mullah Abdul Salam
Zaeef, ex embajador talibán, tras haberle sido denegado el asilo
político.
Aunque otros reportes señalaban que el líder
religioso había sido invitado a abandonar el país, el propio
Zaeef se declaró dispuesto a afrontar un juicio en un "tribunal
abierto", dado que no es ningún criminal sino que sólo actuó
en términos diplomáticos para el régimen talibán.
En otro ámbito, ingenieros militares trabajan a
contrarreloj para limpiar de minas y municiones cinco lugares escogidos
por la fuerza multinacional de paz en los alrededores de Kabul, donde se
dispone a instalar sus bases de operaciones.
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