¤ Reunión de Castro con dos senadores republicanos

Llegan a Cuba más de cien jóvenes de EU, la mayoría empresarios

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 3 de enero. Cuba comienza el año en el frente internacional con una avalancha de visitas de Estados Unidos, al amparo de una tregua no declarada en el conflicto bilateral de cuatro décadas, que incluye una reunión del presidente Fidel Castro con dos senadores republicanos.

Los senadores Arlen Specter, de Pensilvania, y Lincoln Chafee, de Rhode Island, que llegaron en la víspera a La Habana en una visita de dos días, acuden este jueves a una cena con Castro, después de haber conversado con funcionarios cubanos y con un grupo de activistas opositores.

Siete representantes estadunidenses eran esperados el fin de semana para una gira similar a la de los senadores, que busca actualizar su información sobre la situación cubana y las perspectivas del diferendo entre Washington y La Habana.

Más de un centenar de jóvenes estadunidenses, en su mayoría empresarios, llegaron hoy a la capital cubana en un viaje que también está llamado a familiarizar a los visitantes con el panorama de la isla.

El grupo está integrado por miembros de Organización de Jóvenes Presidentes, asociación que reúne a líderes regionales me-nores de 50 años.

Más allá de los detalles de cada caso, el panorama refleja el interés del gobierno cubano y de sectores de la sociedad y el gobierno estadunidense por facilitar el diálogo bilateral entre ambas naciones.

Las visitas de los jóvenes empresarios se realizan bajo licencia del Departamento del Tesoro, una excepción a la prohibición legal de que ciudadanos de Estados Unidos visiten la isla.

Las visitas se realizan mientras empresas estadunidenses están embarcando alimentos que han vendido a Cuba en contratos confirmados con pago en efectivo y al contado, operación destinada a reponer los inventarios que la islaempleó para auxiliar a los damnificados por el huracán Michelle, que azotó el país el pasado 5 de noviembre.

El paso del huracán dio lugar a una oferta de ayuda humanitaria de Estados Unidos, que Cuba declinó, pero aprovechó para abrir la negociación de las compras de alimentos, que representarán unos 40 millones de dólares.

Este intercambio abrió un paréntesis de diálogo entre los gobiernos de ambos países, que ya cumple dos meses.