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Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 10 de enero de 2002
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Ť Se acusa a gavilleros

Abandonadas, dos comunidades en Sinaloa por amenazas

JAVIER VALDEZ CARDENAS CORRESPONSAL

Culiacan, Sin., 9 de enero. Las poblaciones serranas de La Quebrada de Abajo y Cerro del Macho quedaron desoladas luego de que el domingo pasado un grupo de individuos armados, presuntamente relacionados con el narcotráfico, ingresó violentamente a esas comunidades y amenazó a sus habitantes con matarlos si no abandonaban sus viviendas, denunció en esta capital un profesor rural identificado como Heriberto.

Ante la falta de vigilancia policiaca, las familias dejaron sus pertenencias y emigraron, ya que los gavilleros robaron e incendiaron casas y golpearon a los hombres de esas comunidades, ubicadas en los límites de los municipios de Culiacán, Badiraguato y Mocorito.

Ese mismo día, un grupo de pobladores acudió a denunciar los hechos a las autoridades y solicitó que se organizara un operativo para regresar por sus pertenencias, pero hasta este jueves no había respuesta.

Eran los primeros minutos del Día de Reyes cuando en La Quebrada de Abajo irrumpió violentamente un grupo de entre 15 y 20 sujetos encapuchados, vestidos con ropa oscura y portando fusiles de alto poder, quienes dijeron ser militares y "amigos" de los "judiciales".

Luego de robar dinero y alimentos, quemar y causar destrozos en las casas, los presuntos soldados sacaron a golpes a los hombres y se los llevaron cerro arriba, donde antes de liberarlos los amenazaron de que si no abandonaban el pueblo en un plazo de 20 días volverían para matarlos.

En la vivienda que hasta el domingo habitara la familia Rubio Esparza, acostaron en una cama a nueve niños y amenazaron con dispararles si el padre de los menores no les entregaba dinero. Tras la violenta incursión, los pobladores huyeron, dejando abandonados gallinas, cerdos y perros y sus pertenencias.

Heriberto, maestro de la escuela "Benito Juárez" de La Quebrada de Abajo, se presentó a impartir clases, pero al no encontrar a nadie levantó un acta.

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