Ť Arnoldo Vizcaíno, Irene Aragón y Alejandro García conforman el órgano

Se fractura proceso de sucesión en PRD; integran comisión electoral tras dejar rosaristas la sesión

RENATO DAVALOS

La primera fisura en el proceso sucesorio perredista llegó ayer al cónclave de ese partido, cuando el grupo de Rosario Robles abandonó la última sesión del encuentro. Estallaron discrepancia y acusaciones con chuchos y amalios en torno a la integración del órgano que conducirá la elección.

La batalla entre ambas alas, que contenderán en los comicios del próximo 17 de marzo, continuó después del receso del sábado, tras el desacuerdo doméstico. Ayer se arraigaron las posturas irreconciliables en una tarde dominical de "manzanas envenenadas", de terceros en discordia, de "fieles de la balanza" y de urnas con boletas de colores.

Recriminaciones renovadas que fueron de "...hagan su propio órgano, nos vemos en las elecciones", al "acepten la decisión mayoritaria, no podemos violar los estatutos y delegar en el comité ejecutivo una responsabilidad que recae en este consejo nacional".

Los rosaristas llevaron su postura para la comisión del servicio electoral, instancia integrada por tres miembros que conducirá el proceso interno. Carlos Imaz subió a la tribuna a plantear que dos de los integrantes correspondieran a uno por corriente. El tercero, que se dirimiera en el comité ejecutivo a propuesta Amalia García. Queremos un órgano confiable, no controlado por alguien, argumentó.

Jesús Zambrano le respondió a Imaz, ahora incorporado a la campaña de Rosario Robles. "No puede plantearse ahora que sea Amalia García la que proponga al tercer integrante del servicio electoral, cuando apenas hace una semana la descalificaron. ƑHay confianza o desconfianza? Conozco la decisión de Amalia, y no comparte esa posibilidad", sostuvo.

No podemos violar los estatutos. Vayamos a las urnas. No le tengamos miedo, reforzó Zambrano retomando las palabras de Robles en la víspera, cuando llamó a chuchos y amalios a no temerle al voto y pretender elegir un candidato único en la convención de esas corrientes el próximo sábado.

Imaz insistió: "Nadie ha hablado de desconfianza. Tenemos diferencias políticas con Amalia, pero ésta es una prueba de confianza".

El consejero Rosales criticó que se pretendiera que un "fiel de la balanza" decidiera finalmente. Estamos cansados de la "democracia dirigida", añadió. Los acuerdos políticos no pueden violentar los estatutos, refrendó Fernández Noroña.

-šVotación!, coreó un grupo de consejeros.

El problema es de legitimidad más que de legalidad, justificó Imaz. Tenemos que cumplir con el reglamento, indicó Carlos Navarrete. "Algún compañero me ha dicho que estamos enviándole una manzana envenenada al comité ejecutivo", externó Imaz.

-šY así es!, lo interrumpieron varios consejeros.

Dejen de pelar como grupo, elevó la voz el ex dirigente perredista citadino.

Entonces propuso otra fórmula, una vez que apreció que sería rechazada la primera. Dijo que se considerara para el órgano electoral a gente como Garavito, García Sainz o González Pedrero.

Raymundo Cárdenas, precandidato al liderazgo, dijo que no era posible delegar facultades en el comité ejecutivo. Pero Pablo Gómez respaldó la propuesta de Imaz y pidió que se utilizara la fórmula de ruptura parlamentaria para elegir a los tres integrantes.

-šInscríbete, Pablo!, le insistieron.

Cuando Imaz se percató que venía la votación estatutaria, pidió a los consejeros anular el sufragio a quien "no consideren confiables".

Una primera votación naufragó en las confusiones. Se dijo que eran 140 los asistentes, pero la fórmula de dos integrantes del servicio en la primera votación no alcanzó dos tercios.

Cuauhtémoc Cárdenas Batel, Quintero, Imaz, Martín del Campo y demás objetaron la votación. "No pasa, no pasa", clamaron. Pero la contraparte dijo que sí.

Fue entonces cuando Rosario y su grupo abandonaron la sesión. "Nos vemos en marzo", retó Quintero a Cuauhtémoc Sandoval. "Respeten la votación mayoritaria", le reviró éste.

-šAtásquense con su órgano", vociferó Imaz. Aprovechen lo que les queda de vida. Nos retiramos, lanzó.

Zambrano insistió en la candidatura de Gómez. Este pidió que se recontaran los votos. Se dieron cuenta de errores de conteo. La profesora Ifigenia Martínez hizo la nueva cuenta. Eran 141, no 140. Se repitió la contabilidad e Irene Aragón y Arnoldo Vizcaíno no alcanzaron el procentaje requerido.

Tuvo que irse a segunda vuelta, ya sin los rosaristas. Finalmente el órgano quedó integrado por Arnoldo Vizcaíno, Irene Aragón y Alejandro García Rueda. "Habrá imparcialidad", prometieron éstos.

En la calle, Robles declaró que se respondió a la "lógica de los grupos". Llamó a Amalia a comprometerse en la imparcialidad del proceso y que no se repitan los sucesos de 1999. "Nuestro horizonte no es de grupo ni de parcela".

Navarrete respondió en nombre del comité: "Nadie puede pretender imponerse con berrinches o caprichos. Cualquier acuerdo fuera de la normatividad es ilegal", apuntó.

La sesión de prolongó ya sin los rosaristas. Se aprobó el presupuesto y se integró a la nueva comisión de garantías y sus 11 miembros.