Ť El asesor legal de la AMHM rechazó que se considere al turismo actividad de lujo

Rompió el Senado con los principios de justicia y equidad en la tributación, asegura fiscalista

Ť Son los huéspedes quienes realmente van a pagar los errores de los legisladores, advirtió

MIRIAM POSADA GARCIA

Cierto que en México no está prohibida la doble tributación, pero en la propia Constitución está claramente establecido que los impuestos deben ser justos y equitativos, principios con los que rompió el Senado de la República con la adición de artículos transitorios que no fueron aprobados por el pueblo de México por medio de la Cámara de Diputados, advirtió el fiscalista Antonio Villar Hernández.

El asesor legal de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM) enfatizó que el punto de la controversia que esta agrupación está promoviendo ante la excesiva carga tributaria que se le impuso a partir del primero de enero, además de ser considerada una actividad de lujo, se centra justo en las irregularidades en los procedimientos omitidos por el Congreso.

Asimismo señaló que considerar al turismo un "lujo" es una calificación "caprichosa" que a final de cuentas afecta no sólo a los empresarios del ramo, sino a los consumidores en general, a quienes requieren hospedarse en cualquier clase de hotel, a quienes consumen ahí sus alimentos y bebidas y no tienen registro fiscal; "es decir, quienes realmente van a pagar los errores de los legisladores".

Villar Hernández precisó que con las reformas fiscales aprobadas por el Senado "no está claro si la discusión sobre no gravar alimentos y medicinas fue una pifia, o todo fue premeditado, porque al autorizar un impuesto de 3 por ciento de IVA a los gobiernos locales se está autorizando aplicar esa carga impositiva justo a los medicamentos y alimentos, de los que todos los mexicanos somos consumidores cautivos".

En medio de esta gran confusión, consideró, lo único que está claro es que el principal fin de la reforma es gravar el consumo en todo sentido para allegar más recursos a la Federación, y es que, explicó, son muy pocos los ciudadanos que cuentan con una cédula fiscal para presentar en restaurantes y otros sitios a fin de evitar que se les cargue el impuesto de 5 por ciento.

En este sentido, señaló Villar Hernández, el único camino que les queda a los empresarios turísticos es recurrir a la controversia, toda vez que los legisladores violentaron los preceptos constitucionales de equidad, justicia y proporcionalidad; "no se trata de no pagar impuestos, sino de pagar lo justo".

Uno de los argumentos más fuertes que se incluirán en la controversia que los hoteleros presentarán a través de la Procuraduría General de la República consiste en que el Senado adicionó artículos transitorios al proyecto enviado por los diputados, y luego, de acuerdo con lo que establece la propia carta magna, debió regresar ese proyecto a la Cámara de Diputados para una nueva revisión.

Entonces, si los diputados hubieran revisado y aprobado los artículos transitorios en cuestión, en los que se incluyen los "impuestos de lujo" a la hotelería y demás actividades y artículos afectados, entonces sí se hubiera podido dar por válida esta resolución y turnarla al Ejecutivo.

Sin embargo, los diputados no aprobaron las adiciones hechas en el Senado y en consecuencia se trata de disposiciones que no fueron aceptadas por los mexicanos a quienes representan, así que, advirtió, si los legisladores pretenden dar por válida esta irregularidad entonces tendrán que modificar la propia Constitución para no vivir en la ilegalidad.