Ť Según Fox, la decisión se da en
congruencia con su política de respeto a los derechos humanos
Indultan a 2 comuneros de Janitzio; dos más,
con orden de aprehensión
Ť Los indígenas pasaron en prisión 19 meses
por impedir que destruyeran sus redes de pesca
JUAN MANUEL VENEGAS
El presidente Vicente Fox Quesada indultó al doctor
Aurelio Guzmán Mateo y al pescador Leocadio Asencio Amaya, quienes
habían sido condenados a 20 años de prisión, acusados
del delito de "privación ilegal de la libertad" en perjuicio de
empleados de la Procuraduría Federal del Ambiente (Profepa) que
pretendían imponer una veda a la captura del pez blanco y del charal
en el lago de Pátzcuaro, Michoacán, sin previa notificación
a la comunidad.
Presos desde hace 19 meses en el penal de Morelia y denegadas
todas las apelaciones legales que interpusieron para revertir la condena,
el indulto presidencial fue la última alternativa que quedaba para
su libertad.
"En congruencia con las acciones que mi gobierno ha emprendido
en materia de derechos humanos, instruí la formulación de
un profundo análisis jurídico de los hechos que motivaron
la detención de los señores Asencio y Guzmán. En razón
de lo anterior y en ejercicio de las facultades que me confiere la Constitución
y las leyes en la materia, he decidido conceder el indulto... para que
se proceda a su inmediata excarcelación", explicó el mandatario
al hacer ayer pública su decisión que, dijo, se dio motivada
por las "peticiones" que le hicieron, entre otros, legisladores federales
del estado de Michoacán.
Se trató, pues, de dar "atención a las razones
de justicia expresadas por los legisladores, con la convicción de
que la plena vigencia del estado de derecho es la mejor manera de fortalecer
la democracia", subrayó el titular del Ejecutivo federal, antes
de "refrendar" su compromiso con "la promoción y defensa de los
derechos humanos y el fortalecimiento de las instituciones públicas,
en el marco de un Estado democrático".
En relación con aquellos legisladores a los que
Fox Quesada hizo referencia en su mensaje de ayer en Los Pinos, a la cabeza
de ellos estuvieron la senadora panista por Michoacán, Luisa María
Calderón, y el diputado federal -también de Acción
Nacional- Noé Navarrete, quienes de gira por la entidad el pasado
29 de enero anticiparon que "en unas horas" estaría oficializándose
el indulto del mandatario a los pescadores presos.
Sin embargo, los legisladores panistas jugaron un doble
papel: por una parte, "conteniendo" a los pescadores para que no se movilizaran
en demanda de la liberación de sus compañeros ?con la advertencia,
hecha por Navarrete, de que si lo hacían entorpecerían sus
gestiones?, y por la otra, cabildeando en Los Pinos y Gobernación
para que el caso se resolviera favorablemente para los indígenas.
Falta saber ahora hasta dónde alcanzan las gestiones
y "peticiones" de este grupo de legisladores encabezados por Calderón,
frente a las órdenes de aprehensión que aún pesan
contra otros dos pescadores acusados por la Profepa: Gamaliel Asencio y
Galdino Quiroz.
Porque "somos comuneros"
Con el indulto concedido por Fox (dado a conocer en un
mensaje desde la residencia oficial de Los Pinos) terminaron 19 meses de
prisión para Aurelio y Leocadio.
Su "desgracia" ?contaron a las reporteras Mireya Cuéllar
y Rosa Elvira Vargas en un reportaje publicado en este diario el 27 de
noviembre pasado? había empezado cuando la mañana del 2 de
marzo de 2000, los pescadores del lago de Pátzcuaro descubrieron
a dos inspectores de la Profepa que, custodiados por policías armados,
destruían sus redes tendidas la noche anterior. Hicieron sonar las
campanas de la iglesia de Janitzio; la multitud corrió al embarcadero
y soltó las amarras. En medio del lago se dio un forcejeo y la población
retuvo a los funcionarios federales y a los guardias.
Todo el problema fue generado porque las autoridades federales
y locales habían decidido, sin consultar con las 2 mil familias
de pescadores de la ribera y las islas de Pátzcuaro, decretar una
veda para la captura de todas las especies de peces y anfibios (del primero
de marzo al 8 de abril y del 25 de abril al 31 de mayo de ese año)
y alterar las temporadas de veda manejadas por quienes viven del estero,
según las enseñanzas de sus "antepasados".
Aquel 2 de marzo, los pescadores acusaron a los enviados
de la Profepa de cometer un delito (pues en sus intentos por imponer la
veda, recogían y rompían las redes que los habitantes de
la región "tardan hasta nueve meses en tejer") y decidieron "retenerlos",
hasta la llegada de Guzmán Mateo, comisario de bienes comunales.
Puesto al tanto de la situación, Mateo llamó al alcalde de
Pátzcuaro y al secretario de Gobierno de Michoacán.
Pidió que enviaran un representante para aclarar
la situación y el incidente con los funcionarios de la Profepa.
Esa noche del 2 de marzo, unos 500 pescadores esperaron en vano la llegada
de las autoridades, pero fue hasta el día siguiente que éstas
hicieron su aparición y los comuneros decidieron dejar en libertad
a los retenidos.
Cuatro meses después, en respuesta a denuncia penal
que presentó la Profepa, Guzmán Mateo fue aprehendido. Fue
en la tarde del 6 de julio; al día siguiente tocó el turno
de Leocadio. Los dos estaban tras las rejas, acusados de "privación
ilegal de la libertad".
La sentencia en su contra fue una y otra vez ratificada
por las instancias judiciales: 20 años de cárcel... interrumpidos
ayer por el indulto presidencial.
Ť Se trata de un acto institucional y no político,
subrayó el representante jurídico de la SG
ERNESTO M. ELORRIAGA CORRESPONSAL
Morelia, Mich., 1º de febrero.
Tras permanecer un año siete meses en el Cereso de Morelia, el doctor
Aurelio Guzmán Mateo y el pescador Leocadio Asencio Amaya fueron
liberados una vez que el presidente Vicente Fox les otorgó el indulto.
Más de 200 indígenas de la ribera del lago
y de las islas de Yunuen, Pacanda y Janitzio se concentraron frente al
penal a esperar durante horas a que fueran liberados Aurelio Guzmán,
médico de profesión y presidente de bienes comunales de Janitzio,
así como el pescador Leocadio Asencio, quienes habían sido
condenados a 20 años de prisión por el delito de privación
ilegal de la libertad.
Al abandonar el penal, Guzmán dijo que fue "un
acto de justicia, pues aunque yo no intervine en la retención de
los dos funcionarios de la Procuraduría Federal de Protección
del Ambiente (Profepa) ni de los cuatro policías, tuve que sacar
la cara para defender a los pescadores y no porque haya querido, sino que
para eso me pusieron como su autoridad".
Afuera del Cereso estaba la gente de la ribera que los
aguardaba con la banda de música y pirecuas. Asencio, desde las
oficinas del penal tomó de la mano a su esposa y ya no la soltó.
Eufórico agradeció al presidente Fox el indulto que les otorgó
y también a todos los que los apoyaron. "Sabemos que fue una injusticia,
pero lo importante es que estamos libres, ya quiero regresar a mi trabajo
y estar con mi mujer y mis cinco hijos".
Programas de veda reales y
no de escritorio: Guzmán
Por su parte, el doctor Guzmán Mateo subrayó
que la inconformidad que expresaron los pescadores no fue "lucha ni rebeldía.
Sólo pedíamos que se nos tomara en cuenta para que los programas
de conservación del lago sean reales y no de escritorio. No teníamos
por qué haber llegado hasta aquí".
Subrayó que si el pueblo decide que siga siendo
autoridad, volvería a interceder por los pescadores. "No es rebeldía,
es hacer algo por mi pueblo, que no tiene ninguna otra opción de
trabajo, y la imposición de una veda atenta contra el sustento de
los pescadores y sus familias.
"Para eso me pusieron, porque allá también
somos gobierno de acuerdo con nuestra cultura y tradiciones. Si a un gobernador
o presidente lo encarcelan por defender la soberanía del país,
entonces ya nadie quisiera ser gobernador o presidente."
Desde las 10:30 horas, en las oficinas del penal estaban
presentes los diputados perredistas Selene Vázquez, Efraín
García y Luis Betancourt; el coordinador del equipo de transición
del gobernador electo, Enrique Bautista; la senadora panista Luisa María
Calderón Hinojosa y el diputado federal de este partido, Noé
Navarrete González; el legislador priísta Jorge Eduardo García
Torres, y el representante jurídico de la Secretaría de Gobernación,
Francisco Daniel Cabeza de Vaca, quien señaló que el indulto
"se trata de un acto institucional y no político".
Guzmán Mateo señaló que la injusticia
cometida no fue sólo para quienes fueron encarcelados sino para
todos los pueblos indígenas de la ribera del lago. Enfatizó
que no guarda resentimientos, aunque los impartidores de justicia deberán
analizar con más calma los casos que les presentan. "No se vale
que por defender el sustento encarcelen a una persona 20 años".
Hizo hincapié en que recibieron el apoyo de legisladores
de PAN y PRD, del subcomandante Marcos, quien en su estancia en
Michoacán, cuando se realizó el Congreso Nacional Indígena,
ayudó a sensibilizar a la gente. En especial, el gobernador electo
Lázaro Cárdenas Batel les manifestó su respaldo.
A su vez, la esposa de Aurelio Guzmán Mateo, Alicia
Domínguez, comentó que el gobernador Víctor Manuel
Tinoco Rubí nunca los apoyó, "jamás nos escuchó,
ni siquiera dio la cara, siempre mandaba al secretario de Gobierno o a
otra persona".
Por su parte, Florentina Asencio, esposa de Leocadio,
habló de la marginación de las comunidades indígenas,
de cómo el gobierno ha querido imponer vedas de tres meses sin ofrecerles
ninguna alternativa de trabajo. "Las mujeres estamos dispuestas a trabajar,
pero que no nos ofrezcan 20 pesos porque eso no alcanza. Nosotros tenemos
que trabajar hoy para comer mañana". Comentó que en año
y medio ha tenido que trabajar en el tejido del tule para mantener a sus
hijos mientras su esposo estaba en prisión.
Después de los abrazos y saludos con la gente de
su pueblo, Aurelio Guzmán y Leocadio Asencio partieron a Janitzio
para la celebración del año nuevo purépecha. Los acompañó
el presidente municipal de Pátzcuaro, Francisco Vázquez García,
quien señaló que se requieren opciones para los pescadores.
Los antecedentes
El 2 de marzo del 2001 decenas de pescadores de Janitzio
detuvieron a dos funcionarios de la Profepa y a cuatro elementos del Grupo
de Operaciones Especiales cuando decomisaban artes de pesca y destruían
sus redes.
Después de forcejeos, los funcionarios y policías
fueron trasladados a la jefatura de tenencia de Janitzio. Allí permanecieron
hasta el día siguiente, fecha en que los pescadores negociaron su
liberación.
Aurelio Guzmán fue detenido el 6 de julio de ese
año, y Leocadio Asencio un día después. Fueron trasladados
al Cereso de Morelia, y procesados y condenados a 20 años de prisión
por el delito de privación ilegal de la libertad.
Durante su campaña, el entonces candidatoVicente
Fox se comprometió a ayudar a los dos detenidos. Se siguió
todo el proceso jurídico, incluso el amparo les fue negado.
Acto de justicia: Cárdenas Batel
Mediante un comunicado, el gobernador electo de Michoacán,
Lázaro Cárdenas Batel, señaló que el indulto
otorgado por el presidente Fox es "un acto de justicia hacia quienes defendieron
su patrimonio, su fuente de sustento, a quienes por siglos han sabido aprovechar
el recurso pesquero lacustre sin deteriorarlo".
Añadió que la liberación de Aurelio
Guzmán Mateo y de Leocadio Asencio Amaya es el resultado de la presión
de la sociedad, de representantes de distintos partidos políticos,
de organizaciones sociales y, sobre todo, de las comunidades de Janitzio
y Pátzcuaro. De las familias de los pescadores, particularmente
de sus esposas, quienes tocaron puertas y nunca los abandonaron.
"Es un acto de justicia hacia aquellos que han pagado
los costos de políticas irresponsables que han permitido la degradación
del lago de Pátzcuaro, la merma de sus recursos por privilegiar
intereses políticos y económicos; por un desprecio profundo
a los pueblos indígenas, a su organización, a su sabiduría
y a su forma de vida", subrayó Cárdenas Batel.
Dijo que queda pendiente la cancelación de las
órdenes de aprehensión contra los pescadores Galdino Quiroz
Miguel y Gamaliel Asencio Amaya, "y sobre todo la implementación
de una política auténtica de rescate del lago de Pátzcuaro,
que tome en cuenta la opinión de los pueblos ribereños, quienes
sin duda son los más interesados en preservar lo que por generaciones
ha sido su patrimonio y su fuente de vida".