Ť Nueva York, en calma por la intensa vigilancia
Entre fiestas millonarias, el FEM analiza el terrorismo
y la pobreza
Ť Plantea Huntington crear formas adicionales de autoridad
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Nueva York, 1o. de febrero. Terrorismo, recesión,
conflictos, la naturaleza humana, la brecha entre pobres y ricos y fiestas
de un millón de dólares ocuparon la atención de los
casi 3 mil empresarios y figuras políticas y sociales reunidas en
el Foro Económico Mundial, mientras las calles bajo intensa vigilancia
permanecieron en calma.
El diálogo dentro del foro, con la presencia hoy,
entre otros, del secretario de Estado, Colin Powell; el secretario de Tesoro,
Paul O'Neill; el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz
y el ex presidente Ernesto Zedillo, trató diversos temas de la agenda
mundial. Pero el enfoque principal del encuentro es, sobre todo, la restauración
del crecimiento económico mundial y garantizar la expansión
del libre comercio y la liberalización de las economías.
Hoy, como será el caso en las cerca de 200 sesiones
programadas para estos cinco días, la discusión se centró
en los obstáculos y desafíos para lograr estos objetivos.
"Tenemos que demostrarle a la gente que pudiera inclinarse en la dirección
del terrorismo que hay un camino mejor", declaró Powell al hablar
de la guerra contra el terrorismo.
En otra mesa, el reconocido politólogo Samuel Huntington,
de la Universidad de Harvard, expresó: "las diferencias entre las
culturas y civilizaciones no necesariamente tienen que llevar al conflicto".
Pero en este contexto uno de los problemas es el cambiante carácter
del papel y poder del Estado. "Parece haber una disminución en la
autoridad del Estado-nación. Sospecho que esta disminución
continuará. Lo que necesitamos es desarrollar formas adicionales
de autoridad".
Varias mesas se dedican a la "ira global" por la falta
de desarrollo, por la marginación de las mayorías y otros
factores que podrían nutrir reacciones violentas y conflictos en
diversas regiones del mundo. O'Neill tocó el tema de los fracasos
de la asistencia exterior para el desarrollo en los países pobres;
otros, como el ministro de finanzas de Sudáfrica, Trevor Manuel,
insistieron en lanecesidad de contar con nuevos mecanismos para el desarrollo,
y otros más ofrecían propuestas para reformar las instituciones
multilaterales.
Pero los trabajos de este foro no sólo se realizan
dentro del programa formal, sino en los pasillos, en los restaurantes (donde
nadie, ni las figuras más ricas o importantes encuentra ya reservaciones)
y, claro, en las fiestas. Anoche 200 de los participantes del FEM fueron
invitados por la casa financiera Lehman Brothers a un convite donde disfrutaron
un concierto privado de Elton John, quien sólo cobró un millón
de dólares por la chamba. Pero para los que viven en estas
esferas no era demasiado.
"Considerando la remuneración que reciben los banqueros
de inversión, recuperaremos eso en un solo trato", declaró
un banquero de la empresa anfitriona a The New York Times.
George Soros invita a fiestas, otros a desayunos, comidas
y cenas de lujo; otros más estarán algo distraídos
el domingo cuando conviden a algunos participantes a actos para ver el
Súper Tazón por televisión.
Pero el Foro Económico Mundial tuvo dificultades
en informar al mundo sobre su acto anoche, ya que al parecer un hacker
logró sabotear su sitio de Internet; de hecho, tres organizaciones
se responsabilizaron de ello: Desobediencia Cívica Electrónica,
Teatro de Disturbios Electrónicos y Federación de Acción
al Azar.
O sea, los opositores lograron intervenir en los asuntos
internos del FEM, como habían prometido. Pero en las calles hoy
todo permaneció en calma. Unas pocas decenas de activistas protestaron
frente a una tienda Gap, y se celebró un tipo de vigilia o misa
de "paganos" o "brujas" ennombre de la humanidad y el "bien" en Washington
Square, mientras que decenas de activistas preparaban sus máscaras,
títeres y bailes para las manifestaciones citadas para mañana.
Representantes de la coalición de activistas que
se manifestaron aquí se vincularon con el Foro Social Mundial en
Porto Alegre por medio de una videoconferencia. Intercambiaron mensajes
de solidaridad, mientras los de Brasil se quejaban del calor y los de Nueva
York por el frío y la lluvia.
"Estaremos con ustedes en sus manifestación del
sábado", declaró Ana Lía Penchaszadeh desde Porto
Alegre. José Bové expresó a sus compañeros
en Nueva York: "sabemos que es difícil para ustedes luchar contra
la globalización en Estados Unidos, especialmente después
de los hechos del 11 de septiembre, y por eso estaremos con ustedes".