Amenaza Australia con expulsar a refugiados afganos

Luego de haber propuesto cierta suma de dinero a los solicitantes de asilo afganos que acepten regresar a su país en forma voluntaria, Australia decidió este viernes prevenir a los refractarios que corren el riesgo de ser repatriados sin compensación económica alguna.

El ministro de Inmigración, Philip Ruddock, estima que tras la caída del régimen de los talibanes Afganistán se ha convertido en un país lo suficientemente seguro como para permitir el regreso de los refugiados. "Decenas de miles de personas están regresando. La situación es lo suficientemente segura como para que puedan hacerlo", declaró.

Ruddock agregó que los solicitantes de asilo que rechacen la oferta financiera del gobierno para ayudar a su reinstalación en su patria serán detenidos en campamentos de refugiados hasta que cambien de opinión.

Después de haberse reunido el miércoles pasado en Nueva York con el presidente del gobierno provisorio afgano, Hamid Karzai, el primer ministro australiano, John Howard, propuso a 4 mil afganos, mil 100 de los cuales están en centros de retención para solicitantes de asilo, una suma de dinero para que vuelvan a su patria.

Según Australia, Karzai aseguró a su interlocutor que la situación en Afganistán permite el retorno de los refugiados, que si lo hacen serán bienvenidos.

El ofrecimiento pecuniario tuvo lugar luego de la decisión de más de 200 solicitantes de asilo del centro de retención de Woomera (sur) de terminar una huelga de hambre que habían comenzado hace 16 días. El movimiento de protesta se originó por la lentitud administrativa y las condiciones de vida en el centro.

La suma propuesta por Canberra no fue precisada, pero podría ser similar a la ofrecida en 1999 a los albaneses de Kosovo: mil 500 dólares por adulto y 250 por hijo para quienes acepten volver por propia voluntad.

El viernes se carecía de información respecto de cuántos refugiados afganos aceptarán la propuesta. Rob McDonald, uno de los abogados de los refugiados, estimó que pocas personas o ninguna podrían aceptar el ofrecimiento, pues la mayoría tiene miedo a las persecuciones que podrían sufrir en Afganistán pese a la caída de los talibanes.

Un vocero de los refugiados en el centro de Woomera, Hasan Varasi, agradeció la iniciativa de las autoridades australianas, e indicó que el dinero propuesto no había sido entregado. "Es muy peligroso para nosotros. No volveremos. Si estamos muertos, de qué nos servirá ese dinero", declaró. (AFP)