Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 4 de febrero de 2002
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Sociedad y Justicia
ENTREVISTA

Ť Antonio Velázquez, premio Reina Sofía de España 2000

El foxismo, amenaza para la libertad de investigación

Coordinador de la Unidad de Genética de Nutrición del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, Antonio Velázquez advierte que el poder muy rara vez logra estimular la generación de conocimiento y, por el contrario, más bien lo sofoca y reprime

KARINA AVILES

La nueva política del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) pretende "completar un proceso de control del gobierno" sobre las investigaciones y los científicos que las realizan. De esta manera, la administración foxista ignora "el enorme riesgo de que el poder muy rara vez logra estimular la generación del conocimiento y, por el contrario, más bien lo sofoca, lo asfixia y en muchas ocasiones lo reprime", afirma el científico mexicano Antonio Velázquez Arellano, ganador del Premio Reina Sofía de España 2000.

Doctor en ciencias biomédicas, advierte en entrevista con La Jornada que hoy existe el peligro de que se frenen investigaciones por motivos de carácter ideológico y político, porque una vez que se pone a funcionar un mecanismo de control "habrá alguien en el gobierno que quiera emplearlo" con dichos fines.

Expresa que los cambios en los mecanismos de apoyo a la investigación proyectados por el Conacyt van en la dirección de "coartar la libertad de pensamiento de los investigadores" y las implicaciones de ello inclusive rebasan a la ciencia.

"Lo que Conacyt está haciendo es algo muy grave, es el embate probablemente más grande, de tantos ataques que ha sufrido la universidad, porque va hacia las raíces de lo que es la casa de estudios. Es un ataque muy peligroso a la autonomía universitaria", denuncia.

Velázquez Arellano es reconocido en el ámbito internacional por sus estudios para prevenir el retraso mental en infantes ocasionado por hipotiroidismo congénito. El especialista señala que un gobierno que pretende coartar la libertad del investigador no puede ser democrático.

En todos los países civilizados, agrega, quienes deciden qué investigación se hace o no son los pares, es decir, aquellos científicos que trabajan en la misma área. Y para ello existe una serie de criterios de evaluación.

En el laboratorio de la Unidad de Genética de Nutrición del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, de la cual es coordinador, expresa su preocupación sobre la intención del Conacyt de hacer que los mecanismos de apoyo dependan de las secretarías de Estado, los gobiernos estatales y municipales, en lugar de que pasen por las universidades, donde existe la libertad de cátedra e investigación.

"Entre dos tenazas"

velazquez_entrevista01El científico recuerda y hace la cita textual de una declaración a la prensa del director adjunto del Conacyt, Alfonso Serrano Pérez-Grovas, quien dijo que "a diferencia del pasado, cuando las investigaciones eran incorporadas a las universidades a las que estaban adscritos los científicos, ahora formarán parte de las instancias que les correspondan", y mencionó a secretarías de Estado y entidades federativas como dichos organismos.

Los mecanismos de control, dice Velázquez Arellano, tienen a los científicos "entre dos tenazas". Por un lado, el gobierno tiene controlados los ingresos de los miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), porque entre 30 y 50 por ciento de sus percepciones ya no dependen de las universidades, sino del gobierno. Y por el otro, pretende ejercer el control vía los apoyos a la investigación.

"Ya el gobierno mexicano mostró que efectivamente puede utilizar estos mecanismos, ya demostró que nos puede apretar por el lado del SNI (hasta hace poco el Conacyt no había pagado la percepción de los investigadores correspondiente a diciembre) y ahora también nos pueden apretar por el lado de los apoyos a la investigación.

Además, añade, no todas las investigaciones son políticamente neutras. Por ejemplo, hay estudios en el área de ciencias sociales cuyos resultados pueden ser contrarios a ciertos intereses políticos. Entonces, "mientras estas investigaciones actualmente se realizan con libertad, una vez que se establezca una dependencia con alguna secretaria de Estado es posible imaginar que alguien quiera frenar esos trabajos".

El científico cuenta su experiencia personal. En 1977, un funcionario de la Secretaría de Salubridad y Asistencia canceló el proyecto de tamiz neonatal relativo al estudio de sangre en los recién nacidos para detectar si tienen alteraciones que producen retraso mental. Debido a eso gran cantidad de niños nacidos entre 1977 y 1986 y destinados a sufrir ese padecimiento no pudieron ser salvados, sostiene.

El motivo por el que se ordenó parar el programa fue "estrictamente político", afirma Velázquez Arellano. Explica por qué: dicho subsecretario era enemigo de un funcionario de la misma dependencia, que pertenecía a la administración anterior y había otorgado el apoyo para poner en marcha el proyecto. "Por eso digo que cuando el gobierno tiene el control de las investigaciones existe un peligro. A mí me tocó que se hiciera real", lamenta.

Por todo lo anterior, manifiesta que es "totalmente falso que la ciencia pueda ser más eficiente para las necesidades de la nación si los apoyos del gobierno en lugar de pasar por las universidades lo hacen por los gobiernos estatales o las secretarías".

El que se pretenda decir a la sociedad lo anterior "es una falacia de corte demagógico y un intento de engaño", y "no se vale mentir en un gobierno que dice que es distinto de los anteriores porque se basa en la verdad". La autoridad podrá decir que los apoyos a la investigación se darán en función del juicio de expertos ?"como una manera de poner una pantalla"? y no de decisiones burocráticas o políticas.

Sin embargo, un investigador que dependa directamente de la Secretaría de Agricultura probablemente no se va a enfrentar a las políticas del secretario que vayan en tal o cual dirección y tendrá grandes conflictos de interés. "Y justamente la autonomía impide tener dichos conflictos, porque en una universidad tengo libertad de investigación".

Recuerda que la historia dice que los descubrimientos científicos han sido consecuencia de investigaciones que no han pretendido resolver tal o cual problema, sino que han buscado el conocimiento en una forma libre. Es sorprendente, puntualiza, que un gobierno que se jacta de ser el primero en décadas elegido democráticamente se conduzca de "forma absolutamente autoritaria, arbitraria, tomando decisiones verticales y de corte palaciego". 

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