Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 9 de febrero de 2002
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Mundo

Dice esperar ofertas de ese país para adquirir fármacos

Inclina Fidel Castro nuevo discurso hacia la cooperación con Washington

GERARDO AREEOLA CORRESPONSAL

La Habana, 8 de febrero. Ignorando la reaparición del discurso duro de Estados Unidos hacia Cuba, el presidente Fidel Castro envió señales que refuerzan la vía de la negociación y el pragmatismo con su viejo adversario, al ratificar que aún están abiertas las puertas de la isla para la compra de productos farmacéuticos a empresas estadunidenses.

"Podríamos comprar una cantidad similar a la que hemos adquirido en alimentos", dijo Castro a reporteros el jueves en la noche. El mandatario aludió en esa forma a una serie de operaciones comerciales, realizadas de contado, por las cuales Cuba compró unos 35 millones de dólares en maíz, trigo, arroz, soya y pollo a empresas estadunidenses, en embarques que se iniciaron en diciembre y deben concluir a finales de este mes.

Castro respondió preguntas de la prensa tras inaugurar la 11 Feria Internacional del Libro, en el complejo colonial militar de La Cabaña, que domina la bahía de La Habana. En su discurso de apertura, el mandatario hizo una tácita evocación del acentuado dilema en las relaciones cubano-estadunidenses: hay que "dejar para la prehistoria el uso de los cañones para sustituirlo por el uso de las ideas".

Desde que el 11 de septiembre Cuba envió un mensaje de condolencia a Estados Unidos por los atentados y una oferta de ayuda humanitaria, ambos países emprendieron una espiral de mensajes y gestos de buena voluntad, que algunos analistas consideran los de mayor proximidad entre los gobiernos a lo largo del conflicto bilateral de cuatro décadas, en el que ha predominado la confrontación y el bloqueo económico estadunidense contra la isla.

Parte del ambiente de distensión fue la decisión cubana de realizar compras únicas de alimentos, como respuesta a una oferta de Washington de ayuda ante el paso del huracán Michelle por la isla, hace tres meses. Para Estados Unidos ese proceso encaja dentro de las excepciones previstas en la legislación sobre el bloqueo, que permite la venta de alimentos y medicinas pero prohíbe su financiamiento.

Aunque esas fisuras al cerco económico están en vigor desde hace dos años, Cuba había rehusado aprovecharlas, en una señal de repudio a sus limitaciones y de denuncia del bloqueo. Pero La Habana cambió de opinión enmedio del clima de diálogo con Washington y del impacto del huracán, que causó cinco muertes y mil 800 millones de dólares en pérdidas, sobre todo agrícolas y de vivienda e infraestructura.

A contrapelo de versiones oficiales estadunidenses que indican el reforzamiento del discurso y la política de dureza hacia La Habana, Castro se decantó una vez más por la cooperación: dijo que aún espera las ofertas para la compra de medicamentos y recordó que los precios en el sector son generalmente más altos en Estados Unidos que en otros países. Por ello los potenciales proveedores estadunidenses aún estudian sus propuestas, recordó.

"No puedo decir que todos los obstáculos se han eliminado...pero puedo decir que los empresarios han actuado con mucha seriedad y mucha eficiencia", señaló. En diciembre pasado Castro había extendido sus ofrecimientos de negocios en Estados Unidos a las compañías petroleras, para que se unieran a la industria cubana en la búsqueda de crudo en las aguas territoriales de la isla en el Golfo de México.

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