Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 9 de febrero de 2002
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Espectáculos

Leonardo García Tsao

Tavernier salva el tercer día de la Berlinale

Berlin, 8 de febrero. enviado. En su tercer día, la competencia de la 52 Berlinale dejó al fin ver algo de cine. No gran cine pero hecho con profesionalismo, credibilidad y solvencia narrativa. Se trata de Laissez-Passer (Salvoconducto), la más reciente realización del francés Bertrand Tavernier, que se sitúa en los años de la ocupación nazi de París para reconstruir las actividades de dos cineastas, el guionista Jean Aurenche y el asistente de dirección Jean Devaivre (ascendido a director en la posguerra).

Basado en hechos reales, el relato aborda la diferente postura de ambos personajes en relación con trabajar para la productora Continental, de capital alemán. Como miembro de la resistencia, Devaivre aprovecha su posición dentro de la compañía para suministrar información importante, mientras Aurenche utiliza varios pretextos con el fin de postergar su compromiso con el productor Alfred Greven. Si bien Laissez-Passer invita a comparaciones con El último metro, de Truffaut, y su homenaje a la gente del teatro en esa misma época, los enfoques son bien diferentes. A Tavernier le preocupa documentar un periodo heroico del cine francés y por ello aparecen figuras como Maurice Tourneur, Jean-Paul Le Chanois y Pierre Bost en un contexto alejado de la nostalgia. Por lo mismo, las historias de amor no cuentan para mucho.

Con casi tres horas de duración, la película se excede en su minuciosidad para el detalle. Una versión más corta se beneficiaría de menos tiempo dedicado al poco interesante Aurenche y una concentración sobre Devaivre, quien en el episodio más divertido de la cinta cumple una complicada misión de espionaje, con viaje en avión a Inglaterra incluido, bajo los terribles efectos de una gripe.

Hasta ahora Tavernier no ha creado obras maestras, pero sí películas estimables e inteligentes. Y eso cuenta mucho al lado de productos consternantes como la australiana Beneath clouds (Bajo las nubes), primer largometraje de Ivan Sen, que de haber sido un ejercicio de una escuela de cine no alcanzaría calificaciones aprobatorias. (La selección de cintas para el festival por medio de un numeroso comité, pone en evidencia nuevamente que cuando mucha gente interviene en las decisiones el resultado suele ser equivocado).

Claro, la selección del producto hollywoodense obedece a otros intereses. La inclusión de Monster's Ball era necesaria dada su cosecha de elogios en su país. El director desconocido Marc Foster, de origen europeo, narra con los tics presuntuosos de la película de arte hollywoodense la paradójica historia de amor entre un policía racista y la viuda negra de un reo que él mismo ha llevado a la silla eléctrica. Toda la transformación del personaje es teórica porque no hay nada en pantalla que justifique el desarrollo dramático urdido por los guionistas Milo Addica y Will Rokos. Hasta Monsters Inc. resulta más creíble.

Vamos a ver si las cosas mejoran el fin de semana.

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