Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 10 de febrero de 2002
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Política
PAGINA 9

Lourdes Galaz

¿Subejercicio o sobregiro en gastos de comunicación?
¿Cuánto autorizaron diputados para la imagen de Fox?
¿La respuesta en SG, en Secodam o en el Congreso?

Las cuentas

No hace mucho, a propósito de que se filtró a la prensa la inminente reducción de los subsidios a la electricidad ?en realidad alza a las tarifas-, en los noticieros que se difunden en los 518 canales de televisión del país (dato de la Secretaría de Gobernación), miles, tal vez millones de mexicanos observaron la comedia de errores y equivocaciones que protagonizaron dos miembros del gabinete foxista. El secretario de Energía, Ernesto Martens, con la cabeza agachada presenció, sin chistar, las tribulaciones por las que pasaba Francisco Gil Díaz. Como ya se viene haciendo costumbre en el gobierno del cambio, el secretario de Hacienda no alcanzó a comprender, mucho menos a explicar en lenguaje pitagórico la reducción de los subsidios. Frente a los periodistas -lo grabaron las cámaras y lo vimos en la tv-, Gil Díaz hizo evidente el desorden en el que se encuentran las cuentas del gobierno. ¡Ni el secretario de Hacienda pudo explicar cuál sería el impacto de la medida en las finanzas públicas, mucho menos cómo se afectarían los bolsillos de las familias! Martens, a quien Vicente Fox le tiene encargado del sector energético nacional, agachó la mirada mientras el otro desbarraba. Luego, muy gallito y grosero como es, alcanzaría a decir a los reporteros que "yo no tengo vela en este entierro".

el aprendizajeDecíamos que ya es costumbre en este gobierno del cambio -¿será la diferencia?- que en público se les haga bolas el engrudo a los foxistas. Y es que en privado, allá por Los Pinos, los superasesores del Ejecutivo, llámense Eduardo Sojo o Carlos Flores en la Presidencia, manejan las cuentas nacionales a su antojo y sin pedirle opinión al secretario de Hacienda. Igual ocurre en la Secretaría de Gobernación (SG), donde Santiago Creel y los panistas que lo acompañan aplican las decisiones y el presupuesto federal al margen de lo que opinen Gil Díaz y todo el gabinete y, por supuesto, sin alguna consideración al Congreso. Ah, pero quienes sí se les ponen al brinco a los "hombres del Presidente" (para llamarles de alguna manera a los amigos cercanos) son el procurador Rafael Macedo de la Concha y el contralor Pancho Barrio. El primero, sólo porque el color verde impone. El otro, porque los tiene agarrados con el presupuesto y su estilo personal de denunciar la corrupción. Para su información, en la Secretaría de la Contraloría se lleva el registro de los cheques que la Tesorería de la Federación emite a las dependencias con cargo a las distintas partidas autorizadas por el Congreso de la Unión. O sea que Pancho Barrio también lleva un control del ejercicio del gasto público.

Y viene a cuento porque el ingeniero José Luis Durán Reveles, subsecretario de Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación, por interpósita persona envió una carta al Correo Ilustrado para hacer "precisiones" a la Página 9 del 6 de febrero. En opinión del funcionario, habría "provocado desinformación" el método empleado para interpretar el reporte sobre el ejercicio del gasto en comunicación social del gobierno foxista. El asunto llamó la atención de Durán Reveles y del renovado equipo que desde hace unos días oficialmente lo acompaña en la subsecretaría, a pesar de que los datos en que se sustenta la Página 9 son los mismos que aparecen en los cuatro informes sobre la situación económica y las finanzas públicas que la Secretaría de Hacienda envió al Congreso para sustentar la aplicación del presupuesto autorizado en el primer año del gobierno de Fox.

Pretende precisar el director de Comunicación Institucional de la Secretaría de Gobernación que firma como David Sánchez Archer, que el presupuesto asignado para el año fiscal 2001 fue de 3 mil 388 millones, y no de 2 mil 88 millones de pesos. Pero nadie sabe en razón de qué inventó el dato o de dónde salió la cifra que reconoce oficialmente la Secretaría de Gobernación. En cambio, la que publica Página 9 nos fue proporcionada por la Comisión de Programación y Presupuesto de la Cámara de Diputados ?que por cierto preside un panista, el diputado Luis Pazos, por muchos conocido?. Pero eso no es todo: en el informe del primer semestre de 2001 que presenta la Secretaría de Hacienda a la Cámara de Diputados se indica que el presupuesto anual autorizado para gastos de comunicación social fue por la cantidad de mil 722 millones de pesos; el reporte del tercer trimestre, en cambio, señala que fue de 2 mil 581 millones, y el del cuarto trimestre, entregado el pasado primero de febrero a los diputados, dice que fue de 2 mil 548 millones. ¿Cuál de las cinco cantidades es la buena? ¿A quién debe acreditarse el galimatías?

Otra pretendida precisión del funcionario se refiere a que el presupuesto "autorizado por Gobernación" fue de 2 mil 547.8 millones, y que en la Página 9 "se menciona que las cifras trimestrales de la SG son erogaciones ejercidas, no obstante dicho informe trata sobre presupuesto autorizado o programación de erogaciones" (este galimatías sí lo firma Sánchez Archer). Conviene aclarar a esos bisoños empleados que la Secretaría de Gobernación no es quien "autoriza" el presupuesto de egresos, sino que corresponde esa facultad a la Cámara de Diputados. También que por ley, el Ejecutivo federal está obligado a informar trimestralmente a los diputados sobre presupuestos ejercidos; es decir, gastados, no sobre "programación de erogaciones". Por cierto, esto debería saberlo muy bien el subsecretario Durán Reveles, porque cobró como diputado del PAN en la 55 Legislatura federal (1991-94).

Luego de la precisión anterior, Sánchez Archer concluye que "el método para calcular los 4 mil 224.1 millones de pesos a que hace referencia la periodista (o sea yo) es incorrecto". Y acusa el empleado de Gobernación: "...sumó un presupuesto anual con dos trimestrales. Derivado de ello, la cifra publicada reporta un total que no existe, provocando desinformación". Grave, muy grave la acusación, tanto como para que la periodista (o séase yo) sea quemada en la hoguera con los incrédulos en el gobierno del cambio y su transparencia informativa. Pero se equivoca el funcionario. En el informe del segundo trimestre se dice con claridad que hasta el mes de junio de 2001 "la erogación total ascendió a 2 mil 287 millones de pesos", mientras que en los informes del tercer y cuarto trimestres se indican las cantidades de 923 millones y de mil 15 millones. El único método posible para conocer el gasto en comunicación social en el primer año del foxismo, utilizando las cifras que aparecen en los informes trimestrales del Ejecutivo al Congreso, es el usado en la Página 9, para concluir que Fox y sus amigos se habrían gastado el primer año del sexenio 4 mil 224. 1 millones, cantidad muy por arriba de lo que se presume autorizó la Cámara de Diputados.

Finalmente, el director de Comunicación Institucional de Gobernación afirma en su carta al Correo Ilustrado que "los informes trimestrales presentados por Gobernación se ciñen a lo establecido en el Presupuesto de Egresos de la Federación aprobado por el Congreso el 31 de diciembre de 2000". ¿Habrá que creerle a la Secretaría de Gobernación? Entonces ¿por qué los informes que entrega la Secretaría de Hacienda al Congreso muestran lo contrario? ¿Por qué el subsecretario Durán Reveles, por interpósita persona, pretende que confiemos en su dicho? ¿O será que nos advierte que nunca es bueno pelearse con la cocinera?

EN 3 TIEMPOS

1CON TODO Y la liberación del general Gallardo, pactada en Bucareli, el gobierno de Vicente Fox sigue en la mira de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Y es que no son pocos los casos de violación de garantías en México, con todo y el maquillaje de adalid de los derechos humanos que luce el mandatario cuando viaja al extranjero. En fin, este domingo llega a Ciudad Juárez la relatora especial de los derechos de la mujer de la CIDH, Marta Altolaguirre. La acompaña la subsecretaria para temas globales de la cancillería, Patricia Olamendi. La señora Altolaguirre revisará con personeros del gobierno y de organismos no gubernamentales informes sobre las denuncias de los asesinatos de más de 300 mujeres en aquella ciudad fronteriza. Por cierto, ¿por qué se niega el presidente de la CNDH, José Luis Soberanes, a recibir a la relatora de la CIDH?

2LA NOMENKLATURA y su aparato en el PRI se inquietan. Y es que Roberto Madrazo cierra fuerte la campaña por el liderazgo. Para muestra: en Sonora, un estado más blanquiazul que tricolor y con un gobernador que primero se dice madracista y luego se arrepiente, este fin de semana fue escenario de la campaña de Madrazo. Su amigo, el ex gobernador Manlio Fabio Beltrones, el viernes se reunió en un hotel de la capital con cientos de universitarios para hablar de política. Se destapó como aspirante a diputado, criticó el populismo de Vicente Fox y, claro, promovió como nadie al virtual líder del PRI. Se llevó la tarde. Y Madrazo arribó el sábado a tiempo para desayunar con cientos de mujeres y la clase política priísta. Las huestes sonorenses de Beatriz (Tichi Paredes le dicen por allá) la esperan por estos días. En Sonora, comentan, la suerte está echada.

3LOS DEL PRI insisten: "que Vicente Fox precise quiénes son los que quieren la transición transada", como afirmó en su discurso del 5 de febrero. La respuesta no llegó de Los Pinos. Fue el ex priísta tabasqueño y ahora senador panista Juan José Rodríguez Prats quien en la tribuna de la Comisión Permanente del Congreso explicó que si Fox utilizó el verbo transar fue parafraseando al constituyente Luis Cabrera, quien en 1910 habría advertido a don Francisco I. Madero que "una revolución que se transa es una revolución que se pierde". Y uno se pregunta: ¿sabrán Fox y sus escribanos de discursos quién fue don Luis Cabrera, o serán simples afanes del senador de agradar a su Presidente?

Ilustración: Mauricio Gómez Morín / Serie: Zapatismo

Fax: 5262 4317 [email protected]

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