Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 10 de febrero de 2002
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Capital

Fue capturado el viernes tras asaltar un restaurante

Por falta de denuncia, delincuente ha quedado libre en 10 ocasiones

ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ

Para el titular de la Fiscalía Desconcentrada en Venustiano Carranza de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, Felipe Valdivieso Cabrera, el caso de Joaquín Flores Rubio es un claro ejemplo de los riesgos de no presentar denuncia o, cuando existe, dejar de apoyar al Ministerio Público en la integración de la averiguación previa.

Con diez ingresos en prisión por robo calificado, Flores Rubio fue detenido una vez más al asaltar a los comensales de un restaurante en la colonia Jardín Balbuena, con tres cómplices, uno de ellos su hermano, quien iba armado con una pistola tipo escuadra calibre 9 milímetros.

"Vamos a integrar bien la averiguación previa para que esta vez no salgan", aseguró el funcionario, quien personalmente tuvo que realizar labor de convencimiento entre empleados y clientes del establecimiento que padecieron el asalto, para "amarrar" más denuncias en contra de Flores Rubio y sus compinches, entre ellos su hermano José Luis y Marco Matías Mandujano.

El hecho es que la tarde del viernes, cuando ocurrió el segundo asalto a un restaurante, había por lo menos 26 personas en el lugar; sin embargo, en el Ministerio Público de la coordinación territorial 3 de Venustiano Carranza solamente declararon seis.

Melquiades Medina, propietario del establecimiento, con razón social Mi Tierra, ubicado en el número 24 de la calle Francisco Iglesias Calderón, narró que el pasado 29 de enero los mismos sujetos asaltaron el negocio, pero no presentó denuncia.

La segunda vez robaron también a los comensales y golpearon a una mujer. El se encontraba sentado en la primera mesa, a la entrada, y vio a través del cristal a los cuatro asaltantes; pasaron de largo pero enseguida uno de ellos se volvió hacia la puerta y entró con la pistola desenfundada, cortando cartucho: "šEsto es un asalto!", gritó, dio unos pasos adelante y disparó hacia la barra, cerca de donde se encontraba la cajera, mientras los otros tres comenzaron a quitarles a los clientes dinero y objetos de valor.

Una mujer tuvo crisis nerviosa y corrió hacia la salida, donde la sujetó Marco Matías Mandujano -quien mide aproximadamente 1.80 de altura-, la tiró al piso y comenzó a patearla.

Los gritos de la mujer llamaron la atención de policías preventivos que pasaban en ese momento en una patrulla. Los uniformados pidieron refuerzos y acudieron a enfrentar a los asaltantes; uno de ellos apuntó a la cabeza de uno de los preventivos, mientras el compañero de éste hizo lo mismo contra el asaltante.

Fue cosa de un instante, recuerda Medina; luego los cuatro delincuentes corrieron, perseguidos por los policías, y se escucharon disparos, llegaron más patrullas y alcanzaron a tres en la calle; el otro huyó con parte del botín en un taxi.

Mientras la Policía Judicial investiga para localizar al cuarto asaltante, Valdivieso Cabrera continúa tratando de convencer a las víctimas de presentar su denuncia, antes de que concluya el plazo de 48 horas para integrar el expediente y consignarlo al juez penal, y esta vez Joaquín Flores, en su undécimo ingreso a prisión, no salga tan rápido como entró.

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