Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 13 de febrero de 2002
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Ultimátum del coronel Pedro Soto al presidente para que "deje de instigar la lucha de clases"

Hugo Chávez, dispuesto a "envainar la espada" en aras de la reconciliación

Anunció un plan económico que incluye la libre flotación del bolívar, la moneda venezolana

El presupuesto del país se basará en un precio promedio de 16 dólares el barril de petróleo

AFP, REUTERS Y DPA

Caracas, 12 de febrero. El presidente Hugo Chávez, quien esta noche anunció un plan económico que incluye la libre flotación de la mo-neda, reiteró su promesa de "envainar la espada" y se manifestó dispuesto a "revisar lo que tenga que revisar" en aras de la reconciliación en Venezuela.

En su mensaje a la nación, el mandatario evitó referirse directamente a los dos oficiales que se rebelaron contra su gobierno y le pidieron la renuncia, aunque dijo que "hemos pasado una prueba en estos últimos días".

Uno de estos militares, el coronel de aviación Pedro Soto, volvió este martes a la carga y dio a Chávez un "ultimátum" para que antes del próximo 19 de abril deje de instigar "la guerra, la violencia y la lucha de clases".

Chávez hizo importantes anuncios económicos, para hacer frente a la caída de los precios del petróleo, puso fin al sistema de bandas vigente desde el anterior gobierno de Rafael Caldera (1994-1999) y decidió dejar flotar libremente el bolívar a partir de este miércoles.

El presidente dijo que mañana se sabrá el impacto de la libre flotación, ante la aseveración de economistas independientes de que la moneda venezolana estaba sobrevaluada en 40 por ciento.

El viernes pasado, antes del feriado de cuatro días de carnaval, el dólar se cotizó a 783 bolívares.

Justificó la medida no sólo por la caída de los precios del petróleo, principal fuente de ingresos del país, sino también por el impacto en la economía internacional de los ataques del 11 de septiembre en Es-tados Unidos y la situación en los países latinoamericanos por el de-rrumbe de la economía argentina.

Anunció, asimismo, que el presupuesto de la nación de este año se basará en un precio promedio del petróleo de 16 dólares el barril, en vez de los 18.50 dólares inicialmente estimados.

"Yo soy el primero en estar dispuesto a revisar lo que tenga que revisar", sentenció al hacer un llamado a todos los sectores del país a la paz y la unidad.

Ayuda, pide a compatriotas

"Yo soy zurdo, y entonces me paso la espada a la mano derecha y me pongo en la mano izquierda el arado (...) es un mensaje que envío a todos los venezolanos, sea cual sea su ubicación política, social, su grado de adhesión, neutralidad o contraposición al proyecto bolivariano, no me importa", insistió el mandatario.

"Ahora tengo la espada en la mano derecha, pido ayuda a todos para envainar la espada, que es lohugo_chavez_a8h que finalmente debemos hacer, envainar la espada definitivamente y ponerle las dos manos y todo a la paz, a la búsqueda de soluciones y de caminos positivos para todos", destacó el mandatario.

En un gesto de conciliación, afirmó que "no voy a pasarme esa es-pada de nuevo a la mano izquierda, pero pido ayuda a todos los sectores de Venezuela para envainarla".

Y demandó a sus opositores que finalicen "las componendas y los shows (...) para ponernos a trabajar por el país", y que conformen un bando antagónico constructivo, para formular críticas "con la buena fe por delante".

También los instó a hacer sus observaciones a las medidas económicas anunciadas, entre las que también se incluyeron nuevos planes fiscales, especialmente un im-puesto al débito bancario y la re-ducción del gasto público.

Antes de este discurso el coronel Soto había amenazado implícitamente con un golpe de Estado ci-vil, al informar en rueda de prensa que dirigió al mandatario una carta con "unos puntos que debe cumplir o hacer cumplir" para "rescatar la institucionalidad democrática".

"Aspiramos a que el presidente lo haya cumplido antes del 19 de abril; si no es así, será el pueblo quien diga hacia dónde tenemos que ir. El ultimátum es porque no podemos esperar", advirtió.

Aunque Soto aseguró a una radio de Colombia que no está interesado en derrocar a Chávez, su ultimátum fue interpretado por analistas como una incitación a la sublevación popular.

Soto precisó que el documento, con siete peticiones, se lo entregó el lunes a sus superiores, que lo habían citado para que explicara su pedido de renuncia a Chávez.

Entre los puntos destaca la petición de que Chávez "deje de uniformarse en actos oficiales, humillando así a oficiales de alta jerarquía, y el cese de proselitismo político dentro de los cuarteles e instalaciones militares", así como el fin del plan cívico-militar de ayuda a las comunidades Bolívar 2000.

Otro punto exige que el mandatario "elimine de sus discursos políticos el llamado a la guerra entre venezolanos, la instigación a la violencia y a la lucha de clases".

Asimismo, la carta pide a Chávez que defina "la relación del gobierno con la guerrilla (colombiana), con el sistema comunista y con el terrorismo internacional".

Tranquilidad "absoluta"

Mientras Soto daba a conocer sus exigencias, tanto el ministro de De-fensa, José Vicente Rangel, como el inspector general de la Fuerza Armada Nacional, Lucas Rincón, reiteraron que hay tranquilidad "absoluta" en las filas castrenses.

Los oficiales rebeldes, que se mantienen en libertad, serán sometidos el viernes a consejos de in-vestigación para determinar sus sanciones por haber hecho declaraciones políticas en público.

Las proclamas de Soto el fin de semana pasado movilizaron sólo a algunos centenares de personas, ya que las clases pudientes, entre las cuales se cuentan la mayoría de sus simpatizantes, aprovecharon el fe-riado para salir de vacaciones.

En una entrevista con Afp antes de que Soto brindara su reunión de prensa, Chávez calificó de "show carnavalesco" las protestas de este oficial y del capitán Pedro Flores.

Venezuela "no puede engendrar un (Augusto) Pinochet; un golpe de Estado y una dictadura son imposibles', advirtió el mandatario, al evocar la figura del militar chileno que derrocó el 11 de septiembre de 1973 al gobierno del presidente Salvador Allende.

El jefe de Estado minimizó el alcance de la rebelión: "Casi todas las semanas anuncian un golpe de Estado, una rebelión, una guerra civil", dijo a Afp.

La rebelión de los Pedros

En un acto público el 7 de febrero, Soto pidió la renuncia de Chávez por "antidemocrático" y lo acusó de ayudar a la guerrilla colombiana. Ese mismo día, encabezó manifestaciones opositoras en el este de Caracas y frente a la residencia presidencial La Casona, a las que se le sumó el capitán Flores.

La rebelión de "los dos Pedros", como la bautizó la prensa local, coincide con recientes críticas a Chávez por parte de funcionarios del gobierno de George W. Bush. Pero el mandatario venezolano dijo que no cree que exista relación entre Estados Unidos y la rebelión de los dos militares.

Atribuyó las críticas a funcionarios "víctimas" de una campaña de desinformación dirigida desde Ca-racas y Bogotá, y abogó porque "las relaciones de Estados Unidos con nosotros, y también, por qué no, con América Latina y el Caribe, sean cada días más cristalinas, más frescas, más de respeto a la autodeterminación, a la soberanía de los pueblos, a la paz internacional".

"No voy a tomar un machete o quemar una bandera de Estados Unidos, ni soy un diablo que va a anunciar la invasión de Washington", exclamó entre risas, antes de calificar de "muy apropiada" la declaración del canciller francés Hubert Vedrine sobre el "simplismo" estadunidense en el tratamiento de los asuntos mundiales.

La "revolución bolivariana" im-pulsada por Chávez es calificada por los opositores de "castrista", ya que las reformas decididas en noviembre de 2001, con decretos-leyes presidenciales, incluyen un impuesto a las tierras ociosas mayores a las 5 mil hectáreas, lo que ha despertado el enojo de los latifundistas.

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