Advierte el instituto que podría registrarse un problema de desempleo masivo

Veinte millones de personas se incorporarán al mercado laboral en los próximos 25 años: IMSS

Apremia a implantar políticas comerciales y fiscales que eleven la competitividad

ANGELES CRUZ

En los próximos 25 años se incorporarán al mercado laboral 20 millones de personas, lo cual representa para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) otro reto a enfrentar. Destaca la creciente participación de jefas de familia, las cuales adquirirán derechos como la pensión por vejez, cuando tradicionalmente sólo accedían al de viudez.

En la actualidad existen en el país 26.6 millones de mujeres de entre 15 y 49 años de edad. Casi la mitad participa en el mercado laboral y, según previsiones de la institución, este porcentaje se incrementará. Estima que tendrán trabajo más de 40 por ciento de quienes en las próximas dos décadas rebasen los 35 años de edad.

Información del Seguro Social plantea que entre las consecuencias de este fenómeno están: modificación significativa de la composición de los ingresos familiares, mayor demanda de servicios y prestaciones de seguridad social y descenso de la tasa de natalidad.

De hecho, apunta, se prevé una disminución de este indicador, hasta llegar a 1.7 hijos por mujer en 2025, lo cual puede ocasionar que la sociedad mexicana se encuentre incluso por debajo del nivel de remplazo poblacional. Según cálculos del IMSS, para ese año habrá 32.8 millones de mujeres de entre 15 y 49 años de edad. Sin embargo, dice, las mujeres con 35 o más años de edad aumentarán su participación, para representar casi 43 por ciento de la población total de ese sexo.

Respecto al crecimiento de la fuerza de trabajo masculina y femenina, el análisis menciona que los 20 millones de personas que se incorporarán entre 2000 y 2025 es la misma cantidad de empleados que había en 1980.

En 2000 había 26.2 millones de hombres y 13.6 millones de mujeres que conformaban la fuerza laboral del país. En su mayoría eran adultos jóvenes. La población madurará, pero no envejecerá, afirma. Y adelanta que, de acuerdo con la tendencia demográfica actual, es previsible que se presente un problema de desempleo masivo.

De hecho, señala, éste puede ser uno de los grandes temas nacionales en el primero cuarto de siglo. La gravedad de la situación será menor, considera, en la medida en que buenas políticas comerciales y fiscales eleven la competitividad en el país, y mecanismos de protección social y capacitación eviten el crecimiento del problema.

El "bono demográfico"

Según información del IMSS, para 2025 la población juvenil seguirá como un grupo importante en la estructura demográfica del país. Los hombres jóvenes representarán 22 por ciento y las mujeres 21.5 del total. Se dará entonces el fenómeno "bono demográfico", por la gran entrada de trabajadores al mercado con familias pequeñas que ampliarán la base fiscal.

Detalla que eso no debe confundirse con la posibilidad de ampliar el gasto en consumo, porque esas familias deben crear ahorro para respaldar su retiro. El IMSS asume que ese ahorro se dará en torno a la seguridad social, por lo cual el fenómeno y las respuestas que se den afectarán "en forma crucial" a la institución.

Por otra parte, el crecimiento en el número de trabajadores representará una presión importante sobre el crecimiento de los salarios, los cuales, de no implantarse alguna política eficaz, podrían entrar a una dinámica de contención e incluso mantenerse en los mismos niveles de los recientes años.

Con base en lo anterior, el diagnóstico plantea que el IMSS enfrentará una situación compleja que le impondrá la manera de ampliar su cobertura ante una creciente población que ingresa al mercado laboral. Tendrá que cubrir los espacios por la evolución de la familia, particularmente en relación con la población de la tercera edad y las mujeres trabajadoras solteras con hijos. En el ámbito de la familia está el cambio en las formas tradicionales de apoyo a redes extrafamiliares y un menor número de hijos en los hogares, debido a la migración interna y al descenso de los índices de natalidad, así como a más familias encabezadas por mujeres.