Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 16 de febrero de 2002
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Política
El secretario de Finanzas en la campaña de Labastida recibió $500 millones del STPRM

Interviene la PGR teléfonos de dirigentes del PRI involucrados en desvío de Pemex

Las pesquisas señalan que Romero Deschamps transfirió a banco de Houston 400 millones

GUSTAVO CASTILLO Y ENRIQUE MENDEZ

La Procuraduría General de la República (PGR) documentó que de los mil 100 millones de pesos entregados por Pemex al sindicato petrolero, 500 millones los manejó directamente Jorge Cárdenas Elizondo, secretario de Finanzas del PRI en la campaña de Francisco Labastida; otros 400 los transfirió Carlos Romero Deschamps a una cuenta en dólares al Citibank en Houston, "ante el temor de una devaluación y crisis económica", luego del triunfo de Vicente Fox en las elecciones de 2000.

Por conducto de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada (UEDO), la PGR tiene intervenidos decenas de números telefónicos como parte de la llamada Operación Crudo -conforme a lo permitido en la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada-, entre ellos los de 10 dirigentes del PRI que pudieron conocer de los movimientos financieros y que, por tanto, están incluidos en las indagatorias.

Además, de acuerdo con documentos que obran en la averiguación previa, se estima que Romero Deschamps, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (SNTPRM), y Ricardo Aldana Prieto, secretario de Finanzas de esa organización gremial, se habrían "guardado" 200 millones de pesos más.

El manejo irregular de mil 100 millones de pesos, detectado a partir de la Operación Crudo, inició el 8 de junio del 2000, y el proceso judicial arrancó seis meses después, el 10 de diciembre.

Una investigación periodística permitió a La Jornada publicar en exclusiva, el 19 de enero de este año, que la PGR ya indagaba los recursos que por conducto del STPRM se triangularon desde Pemex a la campaña presidencial priísta; que había tres arraigados, dos de ellos incluidos en el programa de testigos protegidos, y que el ex director de Pemex, Rogelio Montemayor Seguy, tiene el carácter de indiciado en la denuncia que la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam) presentó ante el Ministerio Público Federal por su probable responsabilidad en el desvío de mil 100 millones de pesos.

El 10 de diciembre de 2001 la PGR solicitó al Area de Lavado de Dinero de la Secretaría de Hacienda su colaboración en la indagatoria, y un día después la dependencia contestó interponiendo una denuncia por conducto de la Procuraduría Fiscal Federal, y con ello puso al descubierto la manera en que se distribuyeron los recursos presuntamente desviados de la paraestatal.

Ayer La Jornada tuvo acceso a las declaraciones ministeriales de los tres principales testigos con que cuenta la PGR, y a partir de las cuales es posible reconstruir el mecanismo que utilizó el PRI para recibir 500 millones y utilizarlos sin que se notara. Se trata de Alonso Veraza, ex coordinador administrativo de la Secretaría de Elecciones del tricolor; Antonio Cázares Castro, y Andrés Heredia, dos ex empleados del partido que decidieron acogerse al programa de testigos protegidos.

De los mil 100 millones, 640 fueron depositados inicialmente en una sucursal de Scotiabank Inverlat el 8 de junio del 2000. Ese mismo día ?sin que se especifique si hubo una transferencia? Ricardo Aldana Prieto solicitó a Banorte que entregara, mediante distintas operaciones, el dinero en efectivo a Alonso Veraza, Melitón Cázares, Andrés Heredia, Joel Hortiales Pacheco, Elpidio López y Gerardo Trejo Mejía, empleados del PRI.

En sus declaraciones, Veraza dijo que por órdenes de Cárdenas Elizondo y del subsecretario de Finanzas, Alonso Bretón, él y sus compañeros retiraron 500 millones de pesos mediante 14 cheques expedidos por Aldana Prieto entre el 9 y el 23 de junio. El dinero lo recibieron en las instalaciones de Cometra en efectivo, y posteriormente lo entregaron en la oficina de Cárdenas Elizondo.

Veraza afirmó a la UEDO, el 17 de diciembre de 2001: "como a finales de mayo, Alonso Bretón me dijo que me había incluido en una relación de personas que recogerían dinero en efectivo para el partido".

Sin embargo, fue hasta " principios de junio que el mismo Bretón solicitó que pasara a la oficina de Cárdenas Elizondo a estampar la firma en un registro" que llevaba el propio secretario de Finanzas.

Alonso Veraza, quien permanece arraigado y aún no se acoge al programa de testigos protegidos, informó al Ministerio Público que días después Bretón le ordenó que, junto con otras personas, entre quienes estaba Andrés Heredia, debía acompañarlo "para recoger un dinero".

Relató que abordó un vehículo estacionado en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, de donde se trasladaron a Cometra. Ahí los guardias le pidieron una identificación, le entregaron unos documentos -que "tenían la mención de una sección del STPRM"- para que los firmara.

"Una vez firmados los documentos, le entregaron bolsas selladas con fajillas de dinero, las cuales fueron subidas a la camioneta y enfilaron, él y Andrés Heredia, a las oficinas del PRI, donde dejaron las bolsas en la oficina de Jorge Cárdenas, en un momento en el que no estaba presente", indica la averiguación previa PGR/UEDO/182/2001.

Veraza no sólo indicó la manera en que recogió el dinero y a quién se lo entregó. Además proporcionó la siguiente información:

"Parte del dinero se utilizó para pagar a proveedores de la Secretaría de Elecciones, la nómina de empleados del PRI y gastos de operaciones de los coordinadores de elecciones en los estados."

Como si se tratara de aportaciones de militantes, una parte de esos 500 millones de pesos se depositó en efectivo a la cuenta del PRI en Bancomer, en la que se concentraron los recursos de la venta de boletos del Sorteo del Milenio Millonario, organizado ese instituto político.

Por su parte, Antonio Cázares declaró al Ministerio Público haber ingresado a la burocracia del PRI por invitación de Alonso Bretón.

Informó que una de las tres ocasiones en que fue a recoger dinero a Cometra, antes de llegar a las instalaciones centrales del PRI pasaron a "unas oficinas ubicadas en la calle de Varsovia, en la Zona Rosa, y que en ese lugar Andrés Heredia bajó una de las bolsas con dinero".

En esa calle existía entonces una de las casas de campaña de Francisco Labastida, y oficinas del senador Emilio Gamboa Patrón, quien fungía como secretario Técnico del Consejo Político Nacional del PRI; del actual secretario de Asuntos Internacionales del CEN, Ildefonso Guajardo, así como del ex vocero de la Secretaría de Hacienda con Ernesto Zedillo y colaborador de la campaña labastidista, Alejandro Valenzuela.

Contó que hizo diversas entregas de dinero a "diferentes directivos del partido" y precisó el monto y fechas de los pagos efectuados a empresas que prestaron sus servicios al tricolor.

Sin que la dirigencia del PRI lo supiera, Antonio Cázares llevó una doble contabilidad de los recursos que pasaron por sus manos y que formaron parte de los 500 millones de pesos que llegaron a ese partido.

En una libreta anotó montos y fechas del dinero que recibió y posteriormente entregó a Alonso Bretón y a Jorge Cárdenas Elizondo, así como a otros dirigentes de la campaña de Labastida.

Cázares poseía una libreta de notas, documentos relacionados con el sorteo priísta y también la contabilidad, en una tabla excel, del dinero que movió, sus destinatarios y las órdenes que había recibido.

Bretón no sólo manejó dinero, también ordenó a sus colaboradores le proporcionaran "gente de confianza" para que resultaran ganadores del Sorteo del Milenio.

Así, Cázares propuso a su esposa, quien resultó "ganadora" de un millón de pesos. El premio le fue entregado en Bonos del Ahorro Nacional, que fueron cambiados de inmediato con un cheque de caja y "devueltos al partido en varias exposiciones".

Ese mecanismo se utilizó en otros casos, como ha documentado la UEDO. De seis testigos que han comparecido ante el Ministerio Público, sólo uno no reconoce haber devuelto el dinero ganado.

Sin embargo, el resto señaló que cuando se les notificaba haber ganado su "premio", también eran advertidos que debían devolver el dinero a la campaña.

Andrés Heredia y Antonio Cázares informaron al Ministerio Público que por órdenes de Bretón recabaron el dinero de varios de los "premiados". Más de 90 por ciento de los recursos regresó a las arcas del tricolor.

Según la investigación de la UEDO, 28 priístas resultaron "premiados" con dinero en Bonos del Ahorro Nacional, mientras que los otros supuestos premios ?camionetas y autos de lujo? permanecieron varios meses en el estacionamiento del edificio 3 de la sede nacional priísta, y un día desaparecieron sin que nadie conociera su destino. Se dijo que habían sido "entregados" a los ganadores.

Las indagatorias de la PGR permitido detectar que la cuenta de Bancomer que sirvió para depositar los recursos obtenidos de la compra de boletos del Sorteo del Milenio, también fue utilizada en los estados de la República para que los coordinadores locales de campaña contaran con dinero líquido para el proselitismo labastidista.

En todos los casos, la instrucción directa provenía desde las oficinas de Jorge Cárdenas y de Alonso Bretón.

El bono de Romero Deschamps

El secretario general del STPRM, Carlos Romero Deschamps, después de haber obtenido el préstamo de 640 millones de pesos, negoció con Rogelio Montemayor Seguy el pago de los supuestos adeudos que la paraestatal tenía con el STPRM.

Según el sindicato, por incumplimiento de distintas obligaciones salariales y de prestaciones, entre éstas el rezago en los programas de vivienda para los trabajadores, la conversión de plazas de confianza a sindicalizadas y préstamos hipotecarios, Pemex debía al sindicato 5 mil millones de pesos.

La negociación consistió en que los líderes sindicales y Montemayor determinaron que Pemex sólo pagaría mil 100 millones de pesos y se finiquitarían los pasivos.

De esta última cifra ?a pagarse el 19 de octubre de 2000?, supuestamente la paraestatal se cobró el préstamo de 640 millones de pesos que ya había entregado al STPRM en junio de ese año, y de los cuales la PGR afirma haber comprobado su origen irregular.

Con este acuerdo, el STPRM obtuvo en total mil 100 millones.

De los primeros 640, 500 llegaron al PRI, pero 160 se quedaron en manos de los líderes sindicales. Información obtenida en el propio sindicato, revela que Romero Deschamps repartió una parte a los secretarios generales de cada sección en sendas reuniones celebradas entre el 12 y 14 de junio de 2000, en la sede del sindicato, sita en Zaragoza 13, colonia Guerrero.

De los otros 460 millones de pesos, Romero Deschamps, diputado federal priísta, y Ricardo Aldana Prieto, acordaron transferir 400 millones de pesos a una sucursal del Citibank en Houston, Texas, para su depósito a una cuenta en dólares "ante el temor de una devaluación y crisis económica".

Fuentes cercanas a ambos líderes aseguran que ese dinero es "legal", está "intocado"; que la cuenta "no ha estado oculta porque se abrió a nombre del STPRM", y que esa transferencia ante el panorama político que previeron fue "normal".

Por otra parte, el ex director de Pemex, Rogelio Montemayor Seguy, entregó ayer por conducto de sus abogados una declaración ministerial por escrito ante la UEDO y se anunció que la semana próxima "se darán a conocer nuevos argumentos de descargo, los cuales fortalecen la legalidad de los convenios que Pemex celebró con el STPRM en 2000, y que son objeto de la denuncia y la averiguación previa que lleva a cabo la PGR".

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