Critica el argentino Pérez Esquivel el pensamiento único que impone el consumismo

La globalización provoca pérdida de identidad

PL

La Habana, 15 de febrero. El premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel criticó este viernes a la globalización por ser un "pensamiento único" que impone el consumismo y que fomenta la pérdida de identidad cultural.

En el foro internacional de economistas que concluyó hoy en La Habana, Pérez Esquivel llamó a construir un "pensamiento propio" que responda al proceso de globalización, el cual busca masificar las conciencias a partir de las "ideas de dominación", y no de la liberación.

"Creo que estamos dando pasos y frente a tantas dificultades de hoy nunca tenemos que perder la capacidad de resistir y de crear la esperanza que otro mundo es posible", señaló, luego de denunciar que la humanidad vive una dinámica permanente de transformación con fuertes contrastes de luces y sombras.

Agregó que los acontecimientos son tan vertiginosos "que nos ponen fuera de la realidad". Debemos hacer, dijo, un permanente ejercicio de la creatividad para sobrevivir ante los hechos.

Ejemplificó que mientras el mundo se estremecía con los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, ese mismo día morían de hambre en el mundo 35 mil niños debido a otro tipo de terrorismo: el económico.

El Nobel argentino dijo que para Naciones Unidas y los gobiernos que no alzaron su voz ante la muerte diaria de esa cantidad de infantes, este genocidio no es noticia.

El terrorismo tiene muchos rostros, no sólo con armas se mata y domina, advirtió Pérez Esquivel en su intervención, que tuvo tintes emotivos.

"Estamos frente al terrorismo económico que mata más que las guerras, arrojando todos los días la bomba silenciosa del hambre, semejante a varias bombas atómicas más poderosas y destructivas que las arrojadas sobre Hiroshima y Nagasaki", dijo.

Agregó que la pobreza, la exclusión social, la falta de recursos para la vida y el desarrollo de los pueblos tienen sus raíces en las desigualdades e injusticias, pero fundamentalmente en haber perdido los contenidos filosóficos y los valores éticos de la solidaridad.

La población mundial vive en un sistema económico internacional de grandes desigualdades, que a todo le pone precio y valor a nada, indicó ante más de mil personas que asistieron al cuarto Encuentro de Economistas.

Hay valores que no se cotizan en la bolsa de valores, como es la dignidad humana, los derechos a la soberanía y autodeterminación de los pueblos, añadió.

Esquivel dijo que le resulta difícil asimilar el actual orden económico internacional porque es "un verdadero desorden", en el cual unos pocos imponen su voluntad sobre la mayoría de los pueblos, concentran las riquezas y no la distribuyen, aumentando así la pobreza y la exclusión.

Criticó también al Fondo Monetario Internacional que impone sus condiciones a países pobres y que deben ser cumplidas para poder acceder a un crédito.

Declaró que el sistema capitalista considera al ser humano no como persona sino como un número, olvidándose que detrás de los dígitos, de las exigencias del mercado, hay seres humanos que cuestionan y reclaman el derecho a una vida digna.

Hoy, señaló, la humanidad está atrapada en el "laberinto de la especulación financiera", en sus mecanismos que oprimen a los pueblos y los someten a la dominación a través de los mercados y la especulación.

La deuda externa, señaló, actúa como mecanismo de dominación y explotación, con un alto costo para el desarrollo y la vida de los pueblos.

En el mismo tono utilizado por Pérez Esquivel se manifestó el argentino Atilio Boron, del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, quien dijo que las protestas en Seattle y Génova reflejan el deterioro de la hegemonía política del capital financiero.

El neoliberalismo, aseguró Boron, muestra señales de fracaso en el plan económico, lo cual se refleja en la crisis de Argentina y los problemas que golpean a otras naciones del subcontinente latinoamericano.

El actual esquema económico se enfrenta a severos cuestionamientos, pues arroja un incremento sustancial de la pobreza e inequidad social, la marginación y en general toda forma de opresión, dijo el especialista al destacar la importancia de foros sociales como el que se realizó en Porto Alegre.

Las naciones industrializadas ofrecerán sin dudas una tenaz resistencia a la "creciente insurgencia antiglobalizadora", puesta de manifiesto en la ciudad italiana de Génova.

La tendencia contra la "mundialización" es inevitable pues se trata de gobiernos capitalistas con el compromiso esencial de garantizar la estabilidad de los mercados y las multimillonarias ganancias de los círculos de poder económico.