Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 16 de febrero de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Estados
Políticos de todo signo, en la toma de posesión de Cárdenas Batel

ROSA ELVIRA VARGAS Y ERNESTO M. ELORRIAGA ENVIADA Y CORRESPONSAL

Morelia,Mich., 15 de febrero. Sólo faltaba la música de suspenso. ¿Cómo se verían? ¿Se saludarían? ¿Aprovecharían la ocasión para de una vez deshacer el entuerto que atañe a la ciudad de México y que ha desconcertado a muchos?

El presidente Vicente Fox y Andrés Manuel López Obrador estuvieron, en efecto, en la toma de posesión de Lázaro Cárdenas Batel como gobernador de Michoacán. Y cuando el Presidente se acercó a saludar a los gobernadores, dijo con voz perfectamente audible al jefe del gobierno capitalino: "Entonces, nos vemos luego".

Y el aludido, sólo respondió con un movimiento afirmativo de la cabeza.

De ahí, todo mundo pensó que al finalizar la ceremonia habría algo más, quizá un intercambio de palabras, algún gesto de real acercamiento, o de plano, algún desplante por parte de alguno de los dos. Pero nada. Antes del himno nacional, a hurtadillas, López Obrador abandonó el recinto.

Pero Fox tuvo más interés en despejar el ambiente y de salida mostró su disposición para el diálogo con el jefe del gobierno capitalino, aunque señaló, críptico: "este caso está bien y se va a poner mejor todavía".

Ajenos al lío político que trasladó su escenario desde la ciudad de México hasta tierras purépechas, los cientos de ciudadanos que se dieron cita a las afueras de la sede donde tuvo lugar el cambio de poderes, tenían otras cuitas con el mandatario: ¡Bájele al cobro de la luz! Silbatinas que, sin embargo, no ahogaron la respuesta presidencial señalando que los ajustes no afectarán a la gente de menos ingresos sino a quienes más ganan. Pero las pancartas y los gritos de reprobación lo acompañaron hasta que abordó la camioneta que lo regresó al aeropuerto local.

En los largos recesos que no obstante la solemnidad de la ocasión hacían sentir un ambiente relajado en el interior del teatro, los políticos, sobre todo del PRD, se explayaron en destacar lo artificial del conflicto y la falta de oficio político que ha mostrado Santiago Creel. "Alguien debiera decirle que ya perdió las elecciones para el gobierno capitalino", decía Carlos Imaz, entre sorprendido y travieso.

Pero, y quizá porque alguna vez podrían ser víctimas de un desaguisado parecido, los gobernadores tomaban el asunto con reservas. Cautos, los panistas apoyaban la actitud presidencial, los priístas preferían no comprometerse y Alfonso Sánchez Anaya, gobernador de Tlaxcala, hacía llamados al diálogo.

Y es que más allá de quién se pusiera los guantes, lo cierto es que Lázaro Cárdenas Batel demostró un gran poder de convocatoria. Vinieron Miguel Alemán, de Veracruz; Manuel Angel Núñez, de Hidalgo; Fernando Moreno Peña, de Colima; Arturo Montiel, del estado de México; Juan Carlos Romero Hicks, de Guanajuato, y Francisco Ramírez Acuña, de Jalisco. Del PRD, sólo Sánchez Anaya y López Obrador.

Asimismo, el presidente Fox llegó con su esposa ?michoacana ella? Martha Sahagún, y se hizo acompañar por la secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, el vocero Rodolfo Elizondo y su asesor de imagen, Francisco Flores.

Pero además de las presencias políticas ?con perredistas de todos calibres y corrientes? Lázaro Cárdenas se vio arropado por el cariño de su familia. Su abuela, Amalia Solórzano viuda de Cárdenas, sus padres Cuauhtémoc y Celeste, en primera fila; sus hermanos Camila y Cuauhtémoc, y como anfitriona de Martha Sahagún, su esposa Mayra.

Y fue para ellos, gesto que la gente rubricó con un largo aplauso, el agradecimiento del nuevo gobernador: "A mi familia toda, particularmente a mis padres, cuyo ejemplo de rectitud, verticalidad y compromiso social me alienta y me enorgullece".

Y ahí no acababan los gestos que hoy pusieron un sello distinto a la ortodoxia del poder. Como invitados de honor estaban Aurelio Guzmán Mateo y Leocadio Ascencio Amaya, los pescadores de Pátzcuaro recién salidos de la cárcel por el indulto presidencial. Ahí se veían orgullosos con sus esposas, pero también con las compañeras de otros dos miembros de su comunidad a los que aún se persigue con órdenes de captura y que orientan la lucha del profesor Abdayán Guzmán Cruz, quien de todos modos estaba feliz en su camisa amarilla nueva.

Invitados con ubicación privilegiada ?sobre todo si se considera el desdén que reciben en actos similares? los reporteros pudieron moverse a sus anchas en las primeras filas y hacer todas las entrevistas imaginables. Pero también estuvieron al alcance para ver que ya iniciado el discurso (único, por cierto) de Lázaro, llegaron al lugar, la dirigente nacional perredista, Amalia García y junto a ella el candidato a sucederla, Jesús Ortega. Sánchez Anaya los seguía.

Se podía ver desde lejos que Felipe Calderón Hinojosa respondía telefonemas, mientras Cárdenas Batel exponía los rasgos de su programa y que quien si seguía con seriedad el acto era Salvador, Chavo, López, el contrincante panista de Lázaro, en la pasada contienda.

Y que en estos que se llaman tiempos de transición, los priístas también se acoplan rápido y que dos ex gobernadores ubicados hoy en diferentes trincheras, pueden encontrarse en una ocasión así: Genovevo Figueroa y Ausencio Chávez. Y lo mismo hicieron Agustín Arriaga Rivera, Carlos Torres Manzo y Luis Martínez Villicaña.

Otro ex gobernador, Manlio Fabio Beltrones, éste de Sonora, también llegó aquí para acompañar, dijo, a su amigo Lázaro, como lo hicieran muchos perredistas, entre ellos: Martí Batres, Armando Quintero, Carlos Imaz, Jesús Martín del Campo, Alejandro Encinas, Rosario Robles, Francisco Cano Escalante y Moisés Rivera.

En una hora a lo sumo, la ceremonia concluyó. Y entonces, Lázaro Cárdenas Batel fue, ahora sí, a abrir las puertas del Palacio de Gobierno, desde donde aseguran que ejercerá el poder y no, como sucedió en estos seis años, desde la confortable casa de Gobierno. Recorrió oficinas, caminó por la calle Madero, siempre rodeado por cientos de personas.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año