Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 16 de febrero de 2002
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Espectáculos
Abrió Un dulce olor a muerte

Inauguran muestra de cine mexicano en Moscú

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscu, 15 de febrero. El conocedor público moscovita podrá asomarse, durante cinco días, a Una Ventana al Cine Mexicano, como se titula la muestra que este viernes se inauguró en el Museo de Cine, el equivalente ruso a nuestra Cineteca Nacional.

El acto de apertura, a cargo del embajador mexicano aquí, Luciano Joublanc, tuvo como escenario un sitio pleno de simbolismo: la sala que lleva el nombre de Serguei Eisenstein, el genial director ruso que dejó un valioso testimonio de su estancia en tierras mexicanas en su película ¡Que viva México!

Con una selección representativa de la reciente producción cinematográfica de México, cinco películas y seis cortometrajes que datan de 1998 y 1999, abrió la muestra Un dulce olor a muerte, de Gabriel Retes.

También están incluidos los filmes Un embrujo, de Carlos Carrera; Rito terminal, de Oscar Urrutia; Un hilito de sangre, de Erwin Neumaier, y El cometa, de Marisa Sistach y José Buil.

Se podrán ver estas cintas tanto en versión original como con traducción al ruso, en una segunda proyección. Cada sesión estará precedida por uno o dos cortometrajes, dependiendo de su duración.

Los cortometrajes son En el espejo del cielo, de Carlos Salces; Sin sostén, de René Castillo y Antonio Urrutia; Largo es el camino al cielo, de José Angel García; El muro, de Sergio Arau; Pronto saldremos del problema, de Jorge Ramírez, y Sístole, diástole, de Carlos Cuarón.

Tras el éxito que tuvieron en Rusia Amores perros, de Alejandro González Iñárruti, y En un claroscuro de la luna, de Sergio Olhovich, esta muestra ofrece a los rusos un nuevo encuentro con distintas tendencias y estilos de hacer cine en México.

Las películas que se exhibirán en Moscú formaron parte del Panorama Mexicano, que se presentó con gran éxito en el Febiofest 2002, la novena edición del Festival Internacional de Cine, realizada en la capital de la República Checa, Praga, del 24 de enero al 2 de febrero pasados.

Es de lamentar que, por alguna extraña razón, a la capital rusa no llegaron todos los filmes que se llevaron a Praga. El evangelio de las maravillas y El imperio de la fortuna, ambas de Arturo Ripstein, o Sexo, pudor y lágrimas, de Antonio Serrano, son algunas de las cintas que el público local tendrá que ver en otra ocasión.

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