Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 24 de febrero de 2002
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Mundo
John Ashcroft, cabeza visible del movimiento fundamentalista cristiano estadunidense

Llama el procurador de EU a una guerra santa antiterrorista en defensa de la civilización

Sus muchos críticos estiman que más que un imparcial hombre de fe es un "líder religioso"

Devoto pentecostal, encabeza todas las mañanas oraciones en el Departamento de Justicia

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington, 23 de febrero. El procurador general John Ashcroft pidió esta semana lanzar una guerra santa en defensa de la "civilización" y contra el "terrorismo" en un discurso en el que también apeló el apoyo a este esfuerzo de toda la "gente de fe".

"Esta guerra no es como ninguna otra que hayamos luchado", declaró Ashcroft en un discurso ante un grupo de directores y locutores de medios de comunicación cristianos en Nashville, Tennessee.

En una ponencia intercalada con citas de la Biblia y referencias al Edén, Ashcroft contrastó "las maneras de Dios y las maneras de los terroristas".

El procurador general, quien como devoto cristiano pentecostal encabeza una se-sión de oraciones cada mañana en el Departamento de Justicia que dirige, también invitó a otros practicantes religiosos a sumarse a esta guerra.

"Pueblos civilizados, los musulmanes, los cristianos y los judíos, todos entienden que la fuente de la libertad y de la dignidad humana es el creador. Gente civilizada de todas las creencias religiosas está llamada a la defensa de su creación".

Agregó que "somos una nación llamada a defender la libertad, una libertad que no es concedida por ningún gobierno o documento, sino dotada por Dios".

El público recibió estas palabras con una tremenda ovación, pero algunos críticos han cuestionado si Ashcroft puede funcionar como procurador imparcial del país representando a todo el pueblo, y no sólo a los que comparten su visión del creador.

"Está bien que sea hombre de fe, pero el procurador general, que representa a todo el pueblo, parece proyectarse más como un líder religioso", declaró James Zogby, presidente del Instituto Arabe Americano, al diario The Washington Post.

Política de púlpito

El gobierno del presidente George W. Bush ha sido duramente criticado por su falta de sensibilidad en torno al respeto a las diferentes corrientes religiosas y también por los que defienden el principio de la separación del Estado y la religión.

Pero esto no parece molestar al gobierno. El propio presidente Bush declaró el viernes pasado a estudiantes en China que Estados Unidos "es una nación guiada por la fe" y "una nación con el alma de una iglesia".

Durante su campaña presidencial, el entonces candidato republicano dijo que su libro favorito es la Biblia.

No pasa una semana sin que Bush o algún miembro de su gabinete haga referencia a sus preferencias religiosas, comenzando con la retórica inaugurada después del 11 de septiembre que habla de "los buenos y los malos" y los "malhechores" contra los "defensores del bien".

Pero Ashcroft es tal vez la figura más "religiosa" de este gobierno, y el favorito del movimiento fundamentalista cristiano.

Uno de sus admiradores y columnista conservador citó a Ashcroft recientemente comentando que el "Islam es una religión en donde Dios te obliga a enviar a tu hijo a morir por él. El cristianismo es una fe en donde Dios envía a su hijo a morir por ti".

La columnista progresista Katha Pollitt replicó en The Nation que esta fórmula tiene su propia ironía: "Sin enredarnos mu-cho en la teología, ¿si el Dios cristiano envió a su propio hijo a morir, eso no lo hace, según la definición de Ashcroft, un musulmán?"

Pero más allá del humor, estos comentarios del procurador provocaron nuevamente la indignación de varios líderes estadunidenses, entre ellos Zogby, quienes recordaron que Bush había hablado sobre "una cruzada" en los primeros días de la guerra, algo que repitió la semana pasada en Japón.

Ashcroft no ha desmentido esta cita, aunque uno de sus voceros indicó que "no refleja de forma precisa" lo que cree el procurador general.

Sin embargo, este tipo de declaraciones sí manifiestan lo que creen los líderes de la ultraderecha cristiana en este país, un movimiento que continúa ejerciendo gran in-fluencia en el procurador y el propio Bush.

Pat Robertson, el ex líder de la Coalición Cristiana y una de las principales figuras de este movimiento, comentó esta semana que el Islam "no es una religión pacifista... el Corán declara muy claramente que si alguien es un infiel, hay que matarlo".

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