Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 24 de marzo de 2002
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Espectáculos
Pese a la tecnología, la mejor forma de preservar las películas es en celuloide, dice

Los archivos fílmicos, los que menos recursos reciben de la industria: Trujillo

La conservación de cintas enfrenta problemas en todo el mundo, asegura el director de la Filmoteca

JORGE CABALLERO

La Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México es uno de los mayores archivos fílmicos del mundo, con 29 mil títulos. Ante las nuevas tecnologías digitales para hacer cine, los archivos se enfrentan a uno de los problemas que merecen toda su atención: la preservación de materiales fílmicos. En opinión del director de la Filmoteca, Iván Trujillo, "el cine es una industria cara, el peso se reparte entre producción, distribución y exhibición; bueno, pues la preservación es a la que menos recursos le llegan".

Precisa: "La mejor forma de preservar películas, probada por el tiempo es en celuloide; los filmes de los hermanos Lumiere cumplieron 106 años y siguen viéndose si se pasan a otros formatos; la imagen del video se pierde con el tiempo por lo inestable del soporte".

El también presidente de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF), agrega: "El disco digital que está desplazando al VHS, en su formato de DVD, tiene antecedentes en los años 70 en el disco láser, que era muy grande; en su momento fue la supuesta alternativa para proteger los archivos fílmicos. El anterior director de la biblioteca del Congreso de Estados Unidos, nos comentó: 'Tiramos a la basura un montón de discos láser que estaban corroídos y todos con una etiqueta que decía: el medio de preservación del futuro'. Desde luego las cosas han mejorado y las imágenes se pueden conservar por más tiempo en este formato, pero hay una cuestión ética que tiene una razón de ser en que la obra tiene que ser conservada tal y como fue concebida, hecha y proyectada en una sala de cine".

Trujillo agregó: "Hace un mes nos reunimos en Durango los países de Norteamérica afiliados a la FIAF: Canadá, Estados Unidos y México. Fructífero para repatriar algunas películas, y en el caso de Canadá para organizar algunos ciclos. El punto más importante que tocamos es el futuro de la preservación de los archivos fílmicos, pues en este segundo siglo de cine es muy posible que desaparezca el celuloide por los avances tecnológicos para realización y producción, cambios que serán drásticos. Algunos colegas opinan que estamos viviendo una etapa similar a la que se vivió del cine silente al sonoro, en el que los inventos se sucedían unos a otros, incluso se ha planteado la duda acerca de si Kodak seguirá produciendo película para rodar cine en 35 milímetros".

A consideración de Trujillo: "El siglo XX comienza con el cine; es un lenguaje muy espacial del siglo pasado; las imágenes en movimiento y los materiales cinematográficos son documentos de estudio que hablan de una época específica y aportan información a historiadores y académicos de las más diversas áreas. Hay películas consideradas como bellas artes y el archivo del Museo de Arte Moderno de Nueva York se preocupa por preservarlas. En el otro extremo hay archivos como Empire War Museum, en Inglaterra, que conserva estrictamente cintas bélicas. Entonces, el cine es patrimonio de la humanidad".

?¿Cómo van a preservar el cine en película de celuloide?

?Es una responsabilidad de todos, dependiendo de las capacidades económicas que cada quien tenga. No hay archivos ricos, aunque hay algunos que tienen muchos más recursos. Pero todos los archivos tenemos problemas similares. El mayor interés de todos es la preservación en el ámbito local; por ejemplo, restauramos hace poco El puño de hierro, que para México cumple un papel importante, es una prioridad, aunque posiblemente en otros países no interese. Esto es aplicable a todos los países, cada uno tiene la obligación de preservar su producción y de colaborar internacionalmente. Esto no quiere decir que no tengamos películas clásicas, por ejemplo, restauramos una copia de la cinta Charles Jr., de Buster Keaton, que llegó a nuestro acervo gracias a la cooperación internacional. Los estadunidenses les dieron una copia de la película a los franceses, éstos a los rusos, ellos a los búlgaros y éstos a los mexicanos; aunque hay la duda de que pasó primero por Cuba, porque ya nos llegó con intertítulos.

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