Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 25 de marzo de 2002
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Economía

La disminución del número de trabajadores por pensionado presiona las finanzas

IMSS e ISSSTE suman un déficit de $100 mil millones, alerta Di Costanzo

Servicios personales, pensiones y jubilaciones absorben 82.5% del presupuesto de ambos

ISRAEL RODRIGUEZ

La situación financiera de los sistemas de pensiones (IMSS e ISSSTE) se perfila como uno de los mayores retos para las finanzas públicas en un futuro cercano, debido a que su déficit, de tendencia creciente, asciende a casi 100 mil millones de pesos, advierte el especialista Mario Di Costanzo.

Un factor de presión en los esquemas financieros de las instituciones de seguridad social ha sido la disminución del número de trabajadores en activo por pensionado. En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) este coeficiente se redujo de 8.3 en 1990 a 6.5 por ciento en 2001, y en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) pasó de 10 a sólo 6 por ciento en el mismo periodo.

Otro factor que ha contribuido a incrementar los costos de la seguridad social es el aumento en la esperanza de vida promedio para una persona que se pensiona, pues mientras en 1990 era de 12.9 años, en la actualidad es de 18.6 años.

De acuerdo con Mario Di Costanzo, director de análisis económico de la Consultoría Comunal, la capacidad financiera del esquema de seguridad social depende de dos factores: el empleo y el salario real. El empleo determina el nivel de ingresos del IMSS, y el tamaño del aparato estatal establece el monto de recursos disponibles para la operación del ISSSTE.

Por su parte, el nivel del salario real ha influido de manera determinante en la conformación de los ingresos de ambas instituciones y condiciona el alcance de sus objetivos y programas. Las erogaciones en servicios personales y pago de pensiones y jubilaciones absorben 82.5 por ciento del presupuesto conjunto de ambos organismos.

Actualmente, la plantilla de poco más de 360 mil trabajadores del IMSS acapara 36.6 por ciento de sus ingresos; mientras la nómina del ISSSTE representa 45.2 por ciento de sus ingresos. El IMSS asigna a pensiones 37.4 por ciento de sus ingresos y el ISSSTE 80.4 por ciento, lo que constata la insuficiencia financiera del último.

La nueva Ley del Seguro Social vigente desde 1997 surgió con el propósito de ofrecer viabilidad financiera al instituto en el mediano y largo plazos, además de constituirse en un mecanismo auxiliar para el desarrollo económico del país, mediante la generación de ahorro interno producto de los recursos depositables en las cuentas individuales de los trabajadores.

La actual aportación financiera del gobierno federal al IMSS equivale a siete veces la que realizaba con la ley anterior, al pasar de 5 a 36 por ciento del total. Para el presente año el costo fiscal de la reforma al IMSS será de casi 71 mil millones de pesos, monto que representa 1.15 por ciento del producto interno bruto (PIB).

La situación del ISSSTE se perfila como uno de los mayores retos para las finanzas públicas y debe ser atendida con suma urgencia, consideró Mario Di Costanzo, ya que se observa que desde 1999 la nómina de pensiones de la institución genera importantes déficit debido al agotamiento del sistema en el que basa su operación.

En 1993 el ISSSTE pagó por concepto de pensiones 11 mil 631 millones de pesos, de los cuales 76 por ciento cubrió con recursos propios y sólo 24 por ciento con transferencias federales; para el presente año el pago por concepto de pensiones ascenderá a 23 mil 627 millones de pesos, de los cuales cubrirá con recursos propios sólo 40 por ciento y el resto, 14 mil millones de pesos, provendrán de transferencias federales. Lo anterior es evidencia del constante quebranto en el sistema de pensiones del ISSSTE, según se desprende del análisis del especialista.

El ISSSTE cuenta con 2.3 millones de trabajadores cotizantes y 385 mil pensionados; sin embargo, se calcula que existen 330 mil trabajadores que se encuentran en posibilidad de pensionarse y que todavía no lo han hecho, por lo que esta situación ha generado ya una deuda potencial adicional a la que ya paga el instituto por 23 mil millones de pesos, con lo que en realidad las transferencias del gobierno federal ascenderían a 35 mil millones de pesos.

El presupuesto aprobado para el IMSS y el ISSSTE en 2002 representó casi 18 por ciento del gasto programable total del gobierno federal, al ubicarse en poco más de 190 mil millones de pesos, y de este total casi la mitad (94 mil millones) se canalizaron a los sistemas de pensiones de ambas instituciones.

Se prevé que el número de trabajadores jubilados se incremente a 551 mil en 2005, y a casi 800 mil en 2010, por lo que de continuar sin modificaciones el esquema financiero del ISSSTE el déficit de esta institución ascenderá en los próximo años a casi 0.5 por ciento del PIB, cifra similar al déficit público proyectado para este año

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