Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 29 de marzo de 2002
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Mundo
Llaman a encontrar "una solución justa" al problema de los refugiados

Aprueba la Liga Arabe el plan de paz saudita

Irak firma un acuerdo y se compromete a no invadir Kuwait, ante el escepticismo de EU

AFP, DPA Y REUTERS

Beirut, 28 de marzo. La cumbre de los países de la Liga Arabe concluyó este jueves su jornada con la aprobación unánime de la Declaración de Beirut, en la que se adoptó el plan de paz de Arabia Saudita que propone a Israel "paz, seguridad y relaciones normales" con todo el mundo árabe, a cambio de un repliegue de todos los territorios palestinos, incluido Jerusalén oriental.

La declaración deja claro, además, que los más de 3 millones de refugiados palestinos en distintos países árabes no pueden permanecer indefinidamente en el destierro. De inmediato, el gobierno israelí aseguró que el acuerdo era "inaceptable" para su país.
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Asimismo, Irak y Kuwait firmaron un acuerdo en el cual el régimen de Saddam Hussein se compromete a no volver a invadir al vecino país petrolero como lo hizo en 1990, dando origen a principios del siguiente año a la Guerra del Golfo. La Declaración de Beirut, además, rechazó cualquier posible ataque a Irak. Washington manifestó su escepticismo ante el acuerdo entre Irak y Kuwait, si bien recibió con beneplácito la aprobación de la Declaración de Beirut.

El vocero de la cancillería israelí, Emanuel Nachshon, dijo que Tel Aviv recibió con agrado la declaración hecha en Beirut por la Liga Arabe, en la que se aprueba la normalización de las relaciones con Israel, pero agregó que "la aplicación del derecho al retorno a Israel acabaría provocando la destrucción del Estado judío". El miércoles Sharon aseguró que volver a las fronteras de 1967, renunciando a los territorios conquistados en la Guerra de los Seis Días, equivaldría a la "destrucción de Israel".

De hecho, la Declaración de Beirut, aceptada por los 22 países asistentes a la cumbre, se retrasó debido a disputas en la redacción del apartado sobre el derecho al retorno de la diáspora palestina. Al final sólo se logró que se llamara a encontrar "una solución justa al problema de los refugiados".

El documento pide además que el conflicto en Medio Oriente se solucione abarcando las resoluciones 242, 338 y 425 del Consejo de Seguridad de la ONU "o en el principio de paz por territorios". Dichas resoluciones hablan del problema de los refugiados y de la obligación de Israel de salir de los territorios ocupados el 4 de junio de 1967. A cambio de esta solución, los 22 países firmantes de la Declaración de Beirut se comprometieron a entablar relaciones plenas y normales con Israel.

El vocero del Departamento de Estado estadunidense, Richard Boucher, aseguró que la declaración de Beirut fue un acontecimiento "muy positivo que puede ayudar a crear condiciones más propicias para la búsqueda de la paz" en Medio Oriente. Analistas dijeron que la respuesta estadunidense no pudo ser más entusiasta debido a que los árabes también se opusieron a cualquier ataque contra Irak, que sólo puede provenir de Estados Unidos, si bien no hubo una condena específica a las recientes amenazas en este sentido por parte de Washington.

Boucher aseguró que el compromiso de Bagdad "estaría bien si fuera verdad, pero Irak tiene la costumbre de incumplir sus obligaciones internacionales".

A su vez, Salim al-Kubaisi, jefe del Comité de Relaciones Arabes y Extranjeras del parlamento iraquí, declaró que el acuerdo entre los gobiernos de su país y Kuwait podría socavar una posible acción militar estadunidense.

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