Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 29 de marzo de 2002
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Espectáculos
Destacó en el género de la comedia; ganó 6 Oscares

Una pulmonía acabó con la vida del director de cine Billy Wilder

DPA'

Madrid, 28 de marzo. "Me gustaría morir a los 104 años, completamente sano, asesinado por un marido que me acabara de pillar in fraganti con su joven esposa". Estas palabras podría haberlas dicho alguno de los personajes de las comedias de Billy Wilder, pero no, eran del propio director, que sin embargo falleció a los 95 años por las consecuencias de una pulmonía.

Destilan ese ingenio y ese toque mordaz con que Wilder miraba la vida, sobre todo la suya, que comenzó en 1906 en una pequeña localidad del entonces imperio austro-húngaro que hoy pertenece a Polonia y gran parte de la cual vivió en el olimpo cinematográfico de Hollywood.

billy wilderEse muchacho inquieto, que dejó los estudios de derecho para dedicarse al periodismo en Viena, llegó a los 21 años a Berlín, donde dio sus primeros pasos en el mundo del cine escribiendo guiones para películas de cine mudo (Emil un die Detektive).

Sin dejar del todo el periodismo, trabajó en 14 películas, pero por sus orígenes judíos se vio obligado a huir, primero a Francia y luego a Estados Unidos, donde finalmente conocería el éxito.

Un amigo alemán le consiguió su primer trabajo como guionista en un estudio y acabó trabajando con el que luego sería su mentor y maestro, Ernst Lubitsch. El perfeccionismo de este último junto a la acidez de Wilder dio excelentes resultados como la magistral Ninotchka, en la que hicieron reír a la gélida diva sueca Greta Garbo.

En 1945 tuvo que regresar a Alemania, enviado por el gobierno estadunidense, y allí se enteró de que su madre y otros familiares habían muerto en el campo de concentración de Auschwitz. Un año antes Wilder ya había cosechado numerosos aplausos con una película de cine negro Double Indemity, que protagoniza Barbara Stanwyck, y en la que trabajo en el guión con el reconocido escritor de novela negra Raymond Chandler.

En The Lost Weekend (1945), largometraje que ganó en total cinco Oscar, Wilder relató la amarga historia de un escritor que se hunde en el alcoholismo y cinco años más tarde, cuando él ya era toda una estrella de Hollywood, retrató la miseria del mundo que le rodeaba en aquel glamoroso rincón de Estados Unidos con Sunset Boulevard.

Pero el género en el que realmente Wilder brilló fue en la comedia. Sacó partido como casi nadie de ese don que Marilyn Monroe tenía de actriz cómica y aunque era desesperante su impuntualidad creó momentos inolvidables como aquella escena en que a la sensual Marilyn se le levanta la falda en The Seven Year Itch (1955).

Volvió a trabajar con ella en Some Like it Hot y The Apartment, pero Wilder también dirigió a otras grandes estrellas. Regaló al espectador una glamorosa Audrey Hepburn en Sabrina, película en la que también trabajó con Humphrey Bogart, con quien no hizo tan buenas migas.

Asimismo descubrió la química de un tándem irrepetible: Jack Lemmon y Walter Matthau, que desde aquella mítica Front Page volvieron a protagonizar varias películas juntos.

En 1981 rodó su última película Buddy, Buddy, y desde entonces permanecía alejado de las cámaras, ya que las compañías de seguro no se atrevían a respaldarlo.

Pero el maestro no había caído en el olvido. Así cuando el director español Fernando Trueba recogió su Oscar en 1992 y dijo: "Me gustaría creer en Dios para poder agradecerle este Oscar. Por desgracia sólo creo en Billy Wilder, así que gracias, Mr. Wilder", el auditorio aplaudió corroborando estas palabras.

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