Encubrió la operación para eludir leyes mexicanas, consta en documentos oficiales

Para comprar Bancomer Emilio Ybarra usó a personas que acapararan acciones

Se simuló que actuaban a nombre propio y así se enfrentó la oferta de Banamex

ISRAEL RODRIGUEZ

Emilio Ybarra Churruca, ahora ex copresidente del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), admitió que para concretar la operación de compra de Bancomer se destinaron temporalmente fondos del banco (español) para adquirir un mayor número de acciones a través de personas de absoluta lealtad, simulando que los fondos eran por cuenta propia, y de esta manera enfrentar la oferta hostil que había presentado en su momento Banamex.

En documentos oficiales, de los cuales La Jornada dispone de copia, Emilio Ybarra describió en noviembre de 2001 cómo articuló la operación, de tal manera que no pudiera ser conocida por terceros ''la real participación del banco en tales adquisiciones'' para eludir las leyes mexicanas.

El entonces copresidente de BBVA señala: ''Para ello era imprescindible disponer de personas que por su absoluta lealtad asumiesen el compromiso verbal de destinar tales fondos a los fines indicados. Actuarían, en caso necesario, en nombre propio y por cuenta del banco, formalizando los contratos de adquisición de acciones que fuere preciso, transfiriéndolas después al banco o bien reintegrarían los fondos puestos temporalmente a su nombre de no ser preciso utilizarlos -junto a los intereses correspondientes- como finalmente ocurrió''.

Explica la operación: ''Descarté la opción de la apertura de cuentas corrientes a nombre de los mismos, dada la transparencia en que el banco hubiese quedado y que hubiera determinado la fácil identificación de la titularidad real (el banco) tras el adquiriente aparente''.

Dicho riesgo, agrega, desaparecería si el anticipo de los fondos se hacía desde una compañía de seguros como Alico (subsidiaria del BBVA) en forma de fondos de pensión. Sin embargo, el ahora ex directivo del banco confirma que al final no se utilizaron los fondos depositados en Alico.

Señala que se planteó a algunas compañías españolas y a personas físicas extranjeras ''con las que teníamos especial relación, algo análogo; tales personas y entidades adquirieron, en su nombre y por su cuenta, paquetes de acciones de Bancomer, adquisiciones que fueron suficientes, tras el rechazo por parte de Bancomer a la oferta formulada por Banamex, decidiendo proceder a la ejecución del contrato suscrito con BBVA, y no hicieron precisa la utilización 'residual' de los fondos temporalmente depositados en Alico''.

Ybarra Churruca, quien se vio obligado a renunciar al cargo el 18 de diciembre de 2001, detalla: ''A fecha 31 de marzo los fondos estaban transferidos a Alico; Alico colocó dichos fondos a nombre de las personas comisionadas por mí para tal actuación, y toda vez que a la fecha 31 de diciembre (2000) no estimé ya necesaria la adquisición de nuevas ni mayores participaciones en Bancomer, procedieron a deshacer la operación, conforme a lo verbalmente acordado con ellas, y en consecuencia a su reintegro con intereses''.

Según la documentación, el importe que se depositó en Alico para enfrentar la oferta hostil de Banamex fue de 19 millones 663 mil 698.93 dólares. De la misma resultó la obtención de un beneficio de 819 mil 511.93 dólares.

En su escrito Emilio Ybarra acepta que BBVA no dispone de copia de los contratos firmados a tal efecto, a consecuencia de que al haber concluido la operación en la forma prevista no los conservan las personas que intervienen en los mismos.

Estos documentos son algunos mediante los cuales el juez Garzón sigue las investigaciones de las ''cuentas ocultas'' en paraísos fiscales, que aparentemente se constituyeron como ''fondos de pensiones'' para altos directivos del banco, pero que en realidad se sospecha que fueron utilizados para donativos a partidos políticos en Latinoamérica, y para adquirir en México a Bancomer. De acuerdo con el texto de Ybarra, él diseñó la operación pero contó con la complicidad de extranjeros que se ofrecieron como prestanombres para ''respetar formalmente'' la legislación mexicana.