Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 26 de abril de 2002
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Espectáculos
Se presenta en el teatro Salvador Novo del Cenart

Fernando de Ita transformó El avaro, de Moliere, en comedia charra

MARIANA NORANDI ESPECIAL

avaro1OKLo que eleva a un autor a la categoría de clásico es su capacidad de perdurar inmortal a través del tiempo y del espacio. Muchos dramaturgos continúan encontrando en las obras clásicas una inagotable fuente de inspiración para transmitir mensajes universales. El paso del tiempo no ha sido un impedimento para que obras como Electra, de Sófocles, o Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, continúen representándose hoy en día, gracias a renovadas versiones que las han ido adaptando a las nuevas épocas. El espacio también ha sido otro objeto de transformación a la hora de tratar un clásico, especialmente en el cine. ¿Quién no recuerda aquella maravillosa versión puertorriqueña de Romeo y Julieta, de William Shakespeare, en la película West Side story?

Siguiendo la línea de realizar montajes innovadores a partir de obras clásicas, el dramaturgo hidalguense Fernando de Ita realiza una interesante versión de El avaro, de Molière. De Ita transforma esta obra en comedia charra, situándola en los llanos de Apan. La Francia barroca del siglo XVII se convierte en el Hidalgo provinciano de los años 30, los palacios en haciendas, el vino en pulque, las dagas en machetes, los burgueses en hacendados y los sirvientes en indígenas.

La comedia original fue estrenada en el Palacio Real de París el 9 de septiembre de 1668. En ella Molière crea un personaje extraordinariamente complejo llamado Harpagón, el cual tiene una relación obsesiva y desmesurada con el dinero. La versión charra de Fernando de Ita, que ha sido subvencionada por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), fue estrenada en la ciudad de Pachuca el pasado enero y, tras 100 funciones, se presenta ahora en el teatro Salvador Novo, del Centro Nacional de las Artes.

En esta puesta, de Ita narra la historia de un hacendado hidalguense llamado Harpagón (Edmundo Lima), el cual ama el dinero por encima de cualquier otra cosa. Este peculiar personaje es viudo y padre de dos hijos, Elisa (Doris Miranda) y Clemente (Jorge Alvarado). Elisa ama a Valerio (Alfredo Avila), y Clemente a Mariana (Gisela Cortés), pero el padre no aprueba estos amoríos debido a que son gente humilde. Por lo tanto, Harpagón decide casarse con Mariana y desposar a su hija con un viejo viudo adinerado llamado Don Anselmo (Anuar Jotar). A partir de aquí la trama se irá enredando y tomando rumbos inesperados, muy al estilo barroco.

avaro2OKVivencias hidalguenses

Fernando de Ita, quien también dirige el montaje, nos comenta: "hice lo mismo que hizo Molière con la Aulularia de Plauto. Lo que ocurría en la Roma de antes de milenio él lo convirtió a las circunstancias de su tiempo. Con esta versión de El avaro seguí su ejemplo e hice una comedia charra, porque es una obra que si la ponemos como la escribió Molière, en estos momentos a los mexicanos no nos diría nada".

En esta obra se refleja claramente el espíritu local que ha imperado a la hora de realizar la versión. Esto se entiende al comprobar que no sólo el director es originario de Hidalgo, sino todos sus actores. Fernando de Ita nos explica: "en esta obra están puestas todas mis vivencias como hidalguense y eso para mí ha sido una delicia. No la hubiese hecho con tanto gusto de no haber podido ambientarla en mi estado. Además ha sido una maravilla poder compartir con los actores una serie de imágenes mentales de mi niñez o de mi juventud, y que ellos, por ser hidalguenses, entendían perfectamente bien".

Dado que se trata de una obra provincial, el tema de la centralización del teatro en México y la problemática del teatro regional surge en la conversación con el dramaturgo, quien expresa: "uno de los problemas fundamentales del teatro regional es la producción. Los grupos trabajan con dos pesos y en condiciones verdaderamente lamentables. Esta obra fue posible porque el INBA aportó el dinero: si no, hubiese sido imposible. Nuestros actores se desplazaban para los ensayos de sus municipios a Pachuca y eso significaba muchos gastos. En cuanto a la centralización, antes estaba localizada en el DF pero ahora está en los estados, es decir, hay cultura en las capitales de los estados, pero no la hay en los municipios".

''La comedia blanca es rara en mí''

La puesta cuenta con el trabajo de Alejandro Luna en la escenografía y en la iluminación, quien diseñó un maguey como único elemento escenográfico, el cual domina toda la escena. Con una adecuada iluminación y ese simple maguey, Luna consigue crear una vívida atmósfera con la que estimula la percepción de los espectadores, quienes a través de este maguey pueden imaginar cómo es la hacienda donde se desarrolla la historia. Esta maestría escenográfica, aunada al acertado vestuario diseñado por María y Tolita Figueroa, demuestra que no es necesario un gran derroche económico para obtener un buen marco teatral.

Fernando de Ita afirma que con esta obra desea trasmitir al espectador varios mensajes: "me gustaría trasmitir al público el gusto por las costumbres mexicanas. Esas costumbres que mostraban aquellas películas de los años 30 y que dan a conocer a los chavos de hoy un mundo que ya desapareció. También quiero trasmitir ese gusto por la comedia blanca que, por otro lado, es raro en mí, porque yo soy una gente de comedia negra y roja, de violencia y erotismo. En cambio aquí hago una comedia blanca que dice que el dinero no es lo más importante en la vida y que las diferencias de clases siguen existiendo. Y por último, con esta obra también me propongo entretener, porque, como decía Brecht, entretener a la gente ya es algo verdaderamente importante.

El avaro: Teatro Salvador Novo del Centro Nacional de las Artes. Río Churubusco y Tlalpan. 4, 5, 11 y 12 de mayo a las 13:30 horas. Entrada: 40 pesos.

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