Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 2 de mayo de 2002
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Editorial
 
1º DE MAYO: ACOSO Y RESISTENCIAS

SOLLa celebración del Día del Trabajo se realizó ayer, en México y el mundo, en el contexto de una continuada ofensiva de los intereses financieros mundiales para globalizar la destrucción de las conquistas laborales del siglo recién pasado, profundizar y extender la privatización de los sectores públicos, desmantelar los derechos sociales y homogeinezar las fórmulas de democratización y apertura económica como recetas mágicas para resolver toda suerte de conflictos en las sociedades.

En nuestro país, el presidente Vicente Fox persistió en defender una reforma laboral que de antemano es aplaudida por los empresarios y descalificada por el conjunto de organizaciones de trabajadores, incluidos los sectores sindicales charros e irremediablemente postrados ante el poder presidencial, como la secretaría general de la CTM que detenta Leonardo Rodríguez Alcaine.

En el plano internacional, una de las novedades más destacables es que, en Europa occidental, tras una década de pérdida de rumbo y desconcierto, las organizaciones laborales salieron masivamente a las calles. En Francia, Italia, España y otras naciones del viejo continente marchas multitudinarias expresaron su rechazo a la globalización que excluye, margina, homogeneiza y oprime a las poblaciones.

En ese contexto, cabe mencionar a las decenas de miles de personas que se manifestaron en Madrid en rechazo a la pretensión del gobierno de José María Aznar de eliminar los programas de asistencia a los desempleados, así como el medio millón de franceses que, en cuarenta ciudades de ese país, expresaron su repudio al inopinado ascenso electoral del nuevo fascismo, encabezado por Jean-Marie Le Pen, y de sus implicaciones xenófobas, racistas y excluyentes.

Un tema importante en las manifestaciones realizadas ayer del otro lado del Atlántico, especialmente en el Mediterráneo, fue la indignación ante la atrocidad criminal desplegada por el gobierno y el ejército israelíes en los martirizados territorios palestinos. Esa manifestación es una señal positiva, toda vez que demuestra que la mundialización tecnocrática y autoritaria en curso no ha logrado eliminar la sensibilidad y solidaridad entre las sociedades.

En América Latina cabe destacar las muestras de solidaridad hacia Cuba que fue posible atestiguar en las movilizaciones realizadas en México, Argentina, Brasil, Venezuela, Dominicana, Chile, Perú, Puerto Rico y Bolivia. Guste o no a nuestras tecnocracias neoliberales aún gobernantes, la isla sigue siendo, para los asalariados latinoamericanos, un referente en materia de defensa de los derechos sociales, por más que el régimen de La Habana se haga acreedor a críticas extranjeras e internas en el ámbito de los derechos individuales.
 
 

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