Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 19 de mayo de 2002
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Política
El asunto se ha convertido en un "desafío" luego de los atentados terroristas, dicen

Acuerdo migratorio, a largo plazo: legisladores de EU

El gobierno mexicano debe combatir a bandas de traficantes de personas, señala Berman

ANDREA BECERRIL Y ROBERTO GARDUÑO ENVIADOS

Guanajuato, Gto., 18 de mayo. En el último día de trabajos de la 41 Reunión Interparlamentaria México-Estados Unidos, la delegación mexicana urgió a avanzar hacia la firma del convenio para la regularización de 3.5 millones de indocumentados, pero sólo logró la promesa de los congresistas estadunidenses de seguir analizando ese asunto que, dijeron, "se ha convertido en un desafío" para su nación a partir de los atentados terroristas del pasado 11 de septiembre.

En su mayoría, los congresistas estadunidenses coincidieron en que se trata de un problema "ineludible" que debe resolverse, pero dejaron claro que la solución no será en el corto plazo. Incluso, durante la clausura del acto, el jefe de la delegación de Estados Unidos, Jim Kolbe, precisó que de aquí a noviembre no podrá concretarse nada respecto a la iniciativa 245-I, la cual propone legalizar la estancia de migrantes mexicanos con cinco años de residencia en el vecino país del norte.

No habrá tiempo antes de esa fecha, aclaró Kolbe, porque estarán inmersos en las elecciones para renovar su Congreso. Con ello, el representante republicano por Arizona ubicó a su compañero de partido David Drier, quien durante la ceremonia de clausura de la reunión había hecho un llamado a que se concrete ya esa enmienda.

En presencia del diputado Felipe Calderón y de la senadora Silvia Hernández, quienes encabezaron la representación del Poder Legislativo mexicano, Kolbe precisó que no podrán hacer nada hasta después de noviembre, cuando ya hayan salido de su proceso electoral, pero dijo que de todas formas seguirán trabajando en el tema migratorio, "junto con el presidente Fox, con el objetivo de presentar proyectos de resolución que puedan ser aprobados por ambos congresos".

Los congresistas estadunidenses escucharon las demandas de los legisladores mexicanos, así como la reivindicación apasionada que hicieron algunos de ellos sobre las aportaciones de los indocumentados a la economía de Washington.

Sin embargo, Kolbe, uno de los veteranos de esos encuentros entre legisladores de ambas naciones -ha asistido a 16 inteparlamentarias-, calificó de muy exitosa la reunión porque, dijo, hablaron de manera clara y honesta, y "aunque no tuvimos acuerdos concretos sí hubo sugerencias, y creo que vamos a tener que hablar más del tema -migratorio- en grupos de trabajo o de uno en uno, pero debemos reunirnos de forma más constante".

También durante la clausura otro de los veteranos de las interparlamentarias, el representante republicano de California, David Drier, precisó que "después de haber escuchado las preocupaciones expresadas por los representantes delCongreso de México", ello hará que duplique sus esfuerzos para tratar de llegar en forma exitosa a la firma de una ley que regularice la situación de los millones de trabajadores mexicanos que laboran de forma irregular en Estados Unidos.

Durante las más de cinco horas de discusión, la delegación mexicana insistió una y otra vez sobre la necesidad de resolver el problema, y a excepción del representante republicano por Colorado, Tom Tancredo, encontró oídos receptivos a sus planteamientos.

El primero en intervenir fue el senador estadunidense Christopher Dodd, quien reconoció la contribución "muy significativa" a la economía estadunidense que han hecho los trabajadores mexicanos; sin embargo, recalcó que después de los atentados terroristas del 11 de septiembre el tema migratorio está ligado a la seguridad nacional.

Vicepresidente del Subcomité para Asuntos Hemisféricos del Senado de su país, Dodd planteó cuatro acciones fundamentales para resolver el "problema ineludible" de la migración entre ambas naciones: legalizar a los trabajadores indocumentados que ya se encuentran en Estados Unidos; establecer un programa de trabajo temporal; otorgar derechos y protección a los migrantes, y reforzar sanciones contra los patrones que abusen de los ilegales.

"Ya no queremos patrones que contraten ilegales porque así pagan menos y no tienen obligaciones", precisó Dodd.

Después tocó el turno a la diputada mexicana Irma Piñeiro, del PRI, quien insistió en que la seguridad fronteriza y la inmigración están íntimamente vinculadas, porque se ha dado un proceso simbiótico que provocó que los trabajadores ilegales busquen entrar a territorio estadunidense por regiones sumamente agrestes.

El diputado panista Ricardo García Cervantes resaltó el hecho de que el tema migratorio se haya incorporado a la agenda bilateral, ya que hasta hace un año ni siquiera era tomado en cuenta. Lo que ahora resta, recalcó, es voluntad para resolver ese asunto "políticamente".

El representante estadunidense Jim Kolbe reiteró que el tema migratorio ha pasado a un nivel crítico, porque se relaciona con la seguridad nacional. Aludió luego al programa de trabajadores temporales, que es "el camino donde se tienen mayores esperanzas de lograr un consenso para el bien común".

En su intervención, el representante Howard Berman mencionó algo que era manifiesto: las diferencias entre legisladores estadunidenses en torno al asunto migratorio, frente a la postura unida de los mexicanos. "Tanto el partido Republicano como el Demócrata están divididos al respecto, y por eso será necesario crear programas de trabajo temporales".

Durante su turno, el diputado perredista Martí Batres se congratuló por las posturas receptivas de los congresistas invitados, y comentó también que es positivo que se "lleven la impresión de que en el Congreso mexicano estamos viendo el problema de manera integral". Destacó luego que los indocumentados contribuyen a generar 100 mil millones de dólares a la economía del vecino país, pero tienen menos libertad, menos derechos humanos y menos salarios que los estadunidenses.

Batres habló también de la resolución de la Suprema Corte de Estados Unidos que desconoce los derechos laborales de los inmigrantes, y otros mensajes contra los connacionales, como el hecho de que 90 por ciento de los trabajadores ilegales que son deportados son de origen mexicano. Además, cada año mueren 400 ciudadanos que tratan de cruzar la frontera norte.

Berman intervino otra vez para resaltar que el gobierno mexicano tiene que intervenir para acabar con las bandas que trafican con personas (polleros), porque eso también es una violación a los derechos humanos de los migrantes. Hizo notar que Estados Unidos no puede convertirse en un Estado policial que vigile a quienes tratan de cruzar hacia su territorio, y resaltó que si el presidente Vicente Fox no logra establecer las alianzas y hablar con los sectores involucrados, no tendrá éxito "y puede perder el capital político que ha ganado" .

El presidente de la delegación mexicana, Felipe Calderón, recalcó que muchos connacionales quisieran que no fuera necesaria la migración masiva de trabajadores hacia Estados Unidos, pero su existencia es un hecho, y por ello el Congreso hará todo lo posible para lograr que se llegue a un acuerdo con el gobierno estadunidense. Posturas similares expresaron los diputados Sergio Acosta y Alejandro García Sainz, del PRD y del PVEM, respectivamente, así como el senador priísta Oscar Luebbert, quien hizo notar que los sucesos del 11 de septiembre no deben retrasar la firma de los acuerdos migratorios.

Sin embargo, el representante Joe Barton señaló que hay sectores estadunidenses en favor de militarizar la frontera con México, en aras de mayor seguridad. Pidió luego a los legisladores mexicanos trabajar conjuntamente en algunos puntos para resolver el problema: "Ayúdenos a nosotros, para que también podamos ayudarles", dijo.

La priísta Silvia Hernández le preguntó a Barton ¿cómo puede contribuir el Poder Legislativo mexicano a resolver el problema migratorio? El representante tejano respondió: "Hagan un pronunciamiento en favor de detener el flujo de trabajadores ilegales a territorio estadunidense".

Al final, Kolbe recalcó que la reunión fue exitosa, y su compañero Drier fue más allá al asegurar que es la más exitosa de las 22 reuniones interparlamentarias en que ha participado: "Hemos tenido una gran representación -15 congresistas-, lo que demuestra el gran interés hacia México".

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