El técnico serbio dirigirá su quinta selección en una Copa

Milutinovic lleva a China al Mundial

Fan Zhiyi, pieza clave en el sistema defensivo de la escuadra oriental

AFP

El país más poblado del mundo, China, con mil 300 millones de habitantes, participa por fin en una fase final de la Copa del Mundo, luego de cinco infructuosas tentativas.

Un gran triunfo para esta nación, pero igualmente para su entrenador, el serbio naturalizado mexicano Velibor Bora Milutinovic, que dirigió las selecciones de México, Costa Rica, Estados Unidos y Nigeria en los últimos cuatro Mundiales.

A pesar del impresionante número de jugadores federados, 4.3 millones, China, afiliada a la FIFA entre 1931 y 1958, y nuevamente a partir de 1979, jamás había logrado entrar a la fase final.

Tras una ronda clasificatoria en la que hilvanó victoria tras victoria, China consiguió su boleto al Mundial mucho antes de que terminara la eliminatoria.

Luego de un primer periodo de críticas, la influencia de Milutinovic en el estilo de juego de los chinos fue apreciada en su justo valor, y la clasificación fue celebrada como si se tratara del Año Nuevo chino.

Con la llegada del seleccionador de los cuatro Mundiales y su canosa cabellera, los jugadores chinos tuvieron que someterse a métodos de entrenamiento radicalmente opuestos a los de sus predecesores.

El "método Milutinovic" incita a los jugadores a liberarse de sus prejuicios y rigidez, y sobre todo a encontrar el placer de estar en un campo de juego... un cambio de mentalidades al que ayudó la participación de jugadores chinos en algunos clubes europeos.

Verdadera "torre defensiva", pero igualmente goleador, Fan Zhiyi inauguró ese éxodo en el Crystal Palace (segunda división inglesa) antes de firmar, en noviembre de 2001, con el Dundee de Escocia.

Otros lo han seguido en los últimos meses: los atacantes Yang Chen y Xie Hui se fueron a Francfort y Aquisgrán (segunda división alemana), respectivamente, mientras que Jiang Jin podría reunirse con Fan en el Dundee United.

Bora Milutinovic

Bora Milutinovic aceptó un nuevo desafío en enero de 2000: intentar clasificar a China para el Mundial 2002. Misión cumplida: en Corea del Sur y Japón dirigirá su quinta selección, luego de México, Costa Rica, Estados Unidos y Nigeria.

En 1983 firmó como seleccionador de México. En 1986 lo llevó hasta cuartos de final de su Mundial.

Cuatro años más tarde fue llamado en auxilio de Costa Rica. Con Milutinovic al mando, un equipo novato en Copa del Mundo superó por primera vez la primera ronda.

Luego aceptó entrenar a los estadunidenses, que se inclinaron en octavos de final del Mundial 1994 ante los brasileños, no sin antes haber eliminado a Colombia, donde reinaban, por ejemplo, Valderrama y Rincón.

En Francia-98 su equipo, Nigeria, vivió su gran día de gloria en la primera ronda contra España (3-2), pero se apagó posteriormente.

Milutinovic se vio sobrepasado por las repetidas injerencias de un entorno falto de escrúpulos. Luego de la eliminación, sin pena ni gloria, frente a Dinamarca (4-1 en octavos de final), abandonó la tarea, encontrando consuelo y dólares en el Metro Star de Nueva Jersey (EU).

Tras rechazar una oferta de Paraguay, y de un breve paso por Perú, firmó a principios de 2000 en Pekín un contrato de dos años con una obligación: clasificar a la selección de China para su primer Mundial.

Fan Zhiyi

Pieza clave del sistema defensivo puesto en marcha por el seleccionador Milutinovic, el defensor central Fan Zhiyi es una verdadera estrella del futbol chino.

Es igualmente uno de los pocos futbolistas chinos en haberse aventurado fuera del imperio para "foguearse" en los campeonatos europeos.

Jugador del Shangai, uno de los clubes más populares del campeonato profesional de la República Popular China, Zhiyi, que debutó con la selección en febrero de 1990, fue localizado por el ex seleccionador inglés Terry Venables, quien lo puso en contacto con el Crystal Palace.

En 1998 firmó con el club londinense, donde se le unió su compatriota Sun Jihai. La rapidez de este alto y delgado defensor central provoca admiración. Lo mismo que la potencia de sus disparos.

Fan Zhiyi se pliega a las estrictas reglas de Milutinovic con la camiseta blanca de la selección. Participó en los ocho partidos de la fase clasificatoria y marcó dos goles. Un promedio más que respetable para este defensor, cuyas subidas ofensivas son frecuentes, fulminantes y eficaces.

Sus incesantes idas y vueltas al continente asiático para las eliminatorias al Mundial 2002 terminaron por molestar a los dirigentes de Crystal Palace, que decidieron ponerlo en la lista de transferibles. Tras un mes de tratativas, fue transferido al Dundee United escocés.