GUERRA FRIA EN MEXICO

El conflicto de 68 se politizó por la represión excesiva

Errores de gobierno derivaron en la matanza de Tlatelolco

No tuvimos respuesta para los estudiantes: Jorge de la Vega

INVESTIGACION REALIZADA POR ALONSO URRUTIA, MIREYA CUELLAR, VICTOR BALLINAS Y GUSTAVO CASTILLO

Antes del 2 de octubre de 1968, la complejidad del movimiento estudiantil no permitió entablar un diálogo, "nunca estuvieron dadas las condiciones para que se iniciaran los contactos. Las posiciones extremistas y radicales de algunos dirigentes tenían el propósito de evitar acuerdos", sostiene quien fue uno de los responsables de la mediación presidencial con el movimiento estudiantil, Jorge de la Vega Domínguez.

Pese a la importancia de la encomienda presidencial al entonces director del Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales del PRI, De la Vega sólo se reunió dos veces con Gustavo Díaz Ordaz: el día de su nombramiento y para notificarle el fin de su función como mediador.

La interlocución principal fue con el dirigente del PRI, Alfonso Martínez Domínguez, y con Jesús Reyes Heroles, entonces director general de Petróleos Mexicanos.

En diversos documentos ubicados en el Archivo General de la Nación (AGN) se encuentran también testimonios que muestran que el entonces regente Alfonso Corona del Rosal buscó un acercamiento con el dirigente politécnico Sócrates Amado Campos Lemus, por conducto de un familiar.

Otro documento, del archivo de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), da cuenta de un balance enviado a la Secretaría de Gobernación que refiere un conjunto de errores gubernamentales en la conducción del conflicto, entre ellos, el involucramiento temprano del Ejército y la represión excesiva en contra de las primeras movilizaciones estudiantiles".

Jorge de la Vega, representante presidencial en el diálogo que se intentó apenas cinco días antes de la matanza de Tlatelolco, consideró que "nunca estuvieron dadas las condiciones para que se efectuara antes del 2 de octubre el diálogo entre el gobierno y los estudiantes". Sin duda, sostuvo, los representantes estudiantiles "nunca tuvieron claro qué proyecto de país y de reformas legales querían. Eso me consta".

Afirmó que muchos de los líderes que comandaban a los estudiantes no querían que hubiera una solución pacífica y negociada. Y agregó: "en los acontecimientos del 68 no tuvimos oportuna respuesta a las demandas estudiantiles". Para entender lo que ocurrió "nos debemos ubicar 30 años antes, es decir, tener presente cómo era antes el sistema presidencial, cómo se ejercía el poder y cómo se preservaba la paz pública".

Defensor de la gestión de Díaz Ordaz, a quien definió como "patriota", y del secretario de la Defensa Nacional, Marcelino García Barragán, De la Vega consideró que el 2 de octubre el Ejército no esperaba ser atacado.

Relató que en sus conversaciones con el general José Hernández Toledo, éste le dijo "que fue herido por balas descendentes, que recibió tres balazos y que a partir de ese momento se inició todo lo que degeneró en tantos muertos".

Estas afirmaciones las hizo De la Vega de manera privada a la comisión del Congreso encargada de investigar lo sucedido en 1968. Reveló el escaso contacto que tuvo con Díaz Ordaz, y que sólo en dos ocasiones se reunió con él: "una cuando me informó que era integrante de la comisión del diálogo por parte del gobierno, y la otra, cuando me manifestó que la misión había concluido".

Desde que designó a De la Vega y a Andrés Caso Lombardo como mediadores -comenta el primero de ellos-, Díaz Ordaz les dijo: "yo ya estoy muy grande para entender bien a los jóvenes, por eso los he elegido a ustedes (como jóvenes) para que hablen el mismo idioma. Para mí es más difícil entender a los estudiantes. Por eso los nombramos..."

La comunicación más importante de De la Vega con el presidente fue la que sostuvo la tarde del 2 de octubre, "cuando nos encontrábamos en la casa de Andrés Caso Lombardo dialogando, y Díaz Ordaz me dijo, vía telefónica, están pasando acontecimientos muy graves en la Plaza de las Tres Culturas. Pongan la radio, la televisión y entérense de lo que está pasando ahí. A ustedes los hago responsables de la seguridad de los jóvenes que en este momento están reunidos con ustedes. Los hago responsables. Esto me sonó muy fuerte, pero así fue". Con Caso y De la Vega estaban los dirigentes estudiantiles Marcelino Perelló y Salvador Ruiz.

ƑDiez errores en el conflicto estudiantil?

En el documento Diez errores en el conflicto estudiantil se resumen las fallas gubernamentales en la conducción del problema, que motivaron su politización. El informe confidencial, firmado por "Jorge" -cabe señalar que uno de los representantes presidenciales en la comisión de diálogo con los estudiantes fue Jorge de la Vega-, destaca que un intrascendente pleito de pandilleros devino en "un gravísimo problema político-estudiantil".

De acuerdo con ese texto, en la concatenación de errores contribuyó el acuartelamiento de la tropa cuando en realidad hasta ese momento el problema estudiantil no asumía proporciones de peligro, sino de molestia. Así quedó demostrado con la "violenta y espectacular intervención de los soldados". Armados con tanques, bazukas, ametralladoras y a bayoneta calada, los soldados irrumpieron en San Ildefonso, la Ciudadela y El Carmen "como si se tratara de sofocar una sublevación".

Horas después hubo una "dramática reunión televisada donde la severidad de los rostros de los altos funcionarios hizo que la gente contemplara azorada la increíble escena de pantalla". Corona del Rosal, "cuya fácil palabra es conocida, habló titubeante, torpe, como si estuviera nervioso, y Echeverría no pudo hacerlo peor, breve, pero inseguro, con miedo, aceptó que había violación a los recintos". Corrió incluso la versión de una crisis interna en el régimen.

Dicho reporte, elaborado hacia la mitad del conflicto, subraya que el inicio de todo el problema fue la golpiza que propinaron Los Ciudadelos y Los Araños -grupos porriles- a varios alumnos de la preparatoria Isaac Ochoterena, el 22 de julio de 1968. Los errores del gobierno comenzaron con la represión excesiva. El problema se politizó el 26 de julio, cuando se otorgaron permisos "para dos manifestaciones peligrosas y simultáneas, por parte de Gobernación y del Departamento del Distrito Federal. Las juntaron y la policía y los provocadores se encargaron de que estallara".

Corona del Rosal buscaba a Sócrates

En los archivos de la extinta Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales (DIPS), depositados en el AGN, está un documento fechado el 5 de septiembre de 1968 en el cual Alejandro Campos Bravo, tío de Sócrates Amado Campos Lemus, da cuenta a Alfonso (Corona del Rosal) del asunto que le encomendó:

"Apenas ayer -4 de septiembre- mi hijo Alejandro Francisco y yo pudimos platicar con Sócrates sobre el conflicto, me dijo que acababa de dar la orden al Comité de Huelga para que se 'replegara', solicitando una audiencia ante el Presidente, en vista de que el gobierno también se ha replegado en parte.

"Nos dijo otras cosas de las cuales informé verbalmente a Martín Díaz Montero, sobre la clara posición de mi sobrino en el sentido de que no desea ninguna situación especial, ni dinero ni prebendas. Que no abandonará la lucha, y que desea tener un cambio de impresiones contigo por tratarse de que eres hidalguense, como nosotros, para afinar algunos puntos y tratar de llegar a una solución satisfactoria en el problema estudiantil, con la única condición de que esa entrevista sea muy privada."

Explica por qué su sobrino pide discreción para el encuentro privado: "desde el principio del movimiento él hubiera deseado tener esa charla contigo, pero en los momentos de mayor tensión, llegó en su busca Jorge Trujillo 'un gandalla' -calificativo textual- que divulgó la idea de la entrevista en el Poli y en la UNAM".

En la caja 1462 de los archivos de la DIPS está la ficha titulada "Ultimos Acuerdos Presidenciales... 2 de octubre de 1968.

"-Mitin y manifestación de hoy. Rodolfo González Guevara y Rector.

"-Sánchez Celis.

"-19 mil pesos a Sócrates.

"-Editorial para la juventud.

"-Notimex

"-Iniciativa Artículo 34 Fracción Primera Voto a los jóvenes.

"-Suprema Corte de Justicia.

"-Tribunal Superior de Justicia".

Otros documentos del archivo de la DFS, que están también en el AGN, dan cuenta de los interrogatorios que reporteros de diarios capitalinos hicieron a varios de los dirigentes universitarios detenidos el 2 de octubre, que se encontraban recluidos en el Campo Militar Número Uno.

Carlos Martín del Campo Ponce de León, después de rendir su declaración ante el Ministerio Público Federal (MPF) en el Campo Militar Número Uno, durante 50 minutos respondió las preguntas de los reporteros -según se indica en el informe de la DFS de fecha 8 de octubre de 1968:

"-ƑLes ordenó Sócrates disparar contra el Ejército o a los tanques?

"-Sí, si había agresión.

"-ƑO sea que dinamitaran los tanques matando a los que se encontraran dentro?

"-Sí..."

Servando José Dávila Jiménez, luego de rendir su declaración ante el MPF en el Campo Militar, respondió a los reporteros:

"-ƑTenías experiencia en el manejo de la dinamita? ƑQuién te enseñó?

"-Sócrates.

"-ƑQuién preparó la dinamita?

"-Sócrates..."

El mismo reporte de la DFS, firmado por el director de la corporación, Fernando Gutiérrez Barrios, da cuenta de que ese día -8 de octubre- del Campo Militar Número Uno salieron libres 324 personas.

Antes de dejarlas en libertad, señala el informe, el director del Centro Militar Número Uno de Rehabilitación Social, general Alejandro Lugo Domínguez, los reunió y les señaló que "su libertad no era por sus merecimientos, sino como un acto de magnanimidad del señor Presidente de la República y del secretario de la Defensa".