Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 30 de mayo de 2002
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Mundo

La red de Bin Laden podría estar tras una campaña de terror en Cachemira: USA Today

Detienen en Pakistán, con ayuda de la FBI, a dos presuntos miembros de Al Qaeda

Llama el Departamento de Estado al diálogo a Nueva Delhi e Islamabad

PL, REUTERS, AFP Y DPA

Islamabad, 29 de mayo. Fuerzas de seguridad paquistaníes detuvieron hoy a dos presuntos miembros de Al Qaeda, la organización armada de Osama Bin Laden, durante una operación efectuada en la ciudad de Peshwar y que contó con el apoyo de agentes estadunidenses de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).

Entre los detenidos, provenientes de Argelia, se identificó a uno como Abu Abdullah, quien podría ser un importante dirigente del grupo fundamentalista islámico al que Estados Unidos acusa de haber perpetrado los atentados terroristas del 11 de septiembre.

Se afirmó que Abdullah dirigió las escuelas islámicas del oriente afgano durante los últimos 15 años. Pero además, dijo la policía local, ayer fueron arrestados otros nueve árabes bajo sospecha de tener nexos con el citado grupo de Al Qaeda, mientras que en marzo pasado fue capturado Abu Zubaydah, lugarteniente de Bin Laden.

Por otra parte, no se descarta que miembros de Al Qaeda y talibanes estén ayudando a organizar una campaña de terror en Cachemira para generar problemas entre Pakistán e India, que actualmente se mantienen en un clima de tensión, reportó el diario USA Today, que citó a funcionarios de inteligencia estadunidenses y diplomáticos.

Según las fuentes, Al Qaeda y sus aliados tratarían así de aliviar la presión a sus compatriotas ocultos en el oeste de Pakistán, a fin de forzar al gobierno paquistaní a movilizar sus tropas para perseguirlos en la frontera este con India.

El periódico refiere que el traslado de jd05-050624-pihlas tropas paquistaníes, que de hecho ya se ha estado dando en semanas recientes al crecer las tensiones con India, puede perjudicar la cacería emprendida por Estados Unidos apoyándose en Pakistán en torno a los líderes de Al Qaeda y talibanes, y del mismo Bin Laden, de quien se presume que si no ha muerto estaría en el oeste paquistaní.

Aunque ni el Pentágono ni la Agencia Central de Inteligencia (CIA) han relacionado directamente las actividades de Al Qaeda en Cachemira con una campaña terrorista coordinada de mayor alcance, el diario cita a fuentes familiarizadas con análisis de inteligencia estadunidenses según los cuales la agrupación islámica trabajó en los campamentos de Afganistán con combatientes musulmanes que luego se infiltrarían a territorio indio a través de tensa frontera.

Mientras, el gobierno estadunidense advirtió que "elementos irresponsables" podrían tratar de detonar las tensiones entre India y Pakistán. "El clima es muy pesado y una grave conflagración podría ocurrir si se pierde el control", señaló el vocero del Departamento de Estado, Richard Boucher.

Por ello, llamó a las partes a "hacer todo lo posible para reducir la violencia". Boucher instó a los "líderes responsables" de los dos países a bajar la importancia de la retórica y adoptar pasos encaminados a reducir las tensiones por el problema de Cachemira.

India y Pakistán mantienen a la fecha casi un millón de tropas en la frontera común, en un tenso enfrentamiento por la disputada región de Cachemira, en el Himalaya, donde las partes han diseminado gran cantidad de minas desde diciembre pasado y donde son frecuentes los disparos de artillería entre ambos ejércitos.

A la par con el diferendo de Cachemira, el gobierno de India enfrenta una oleada de violencia religiosa. Justamente este día, al menos 12 personas resultaron heridas por el estallido de cuatro bombas escondidas en diferentes autobuses, en hechos ocurridos en Ahmedabad, estado de Gujarat, en el oeste del país.

Otros dos artefactos fueron desactivados en sendos autobuses, en tanto que las autoridades indias se abstuvieron de hacer comentarios sobre la autoría de estos atentados. Sin embargo, la televisión local atribuyó este tipo de hechos a enfrentamientos entre musulmanes radicales e hindúes fundamentalistas.

Cifras oficiales indican que la violencia religiosa en Gujarat, que estalló en febrero pasado, ha costado la vida a unas 900 personas hasta el momento, la mayoría de ellas musulmanes. Aunque cálculos extraoficiales sitúan el número de muertos hasta en 3 mil.

En cuanto al conflicto por Cachemira, el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, reiteró su disposición a pactar la paz con India, pero advirtió que una eventual guerra entre ambos países afectaría necesariamente el territorio indio, ya que no se confinaría a Pakistán.

El general Musharraf hizo estas declaraciones al dirigirse a sus tropas estacionadas a lo largo de los 750 kilómetros de la llamada línea de control que divide la disputada región. Añadió que su país ha erigido barreras defensivas y que prepara sus capacidades ofensivas, y que en caso de desatarse la guerra Pakistán no comprometerá su integridad en pos de la paz.

El nuevo embajador paquistaní ante la Organización de Naciones Unidas, Munir Akram, defendió la negativa de su país a descartar un primer ataque nuclear, bajo el alegato de que debe disuadir al ejército convencional de India, al que acusó de estarse "armando hasta los dientes", y que Pakistán no puede pretender igualarlo en ese terreno.

En contraposición, India volvió a poner en tela de juicio la "sinceridad" de la lucha antiterrorista pregonada por Musharraf. "El general Musharraf tuvo todo el tiempo que quiso desde el 11 de septiembre. Es vital que se dé cuenta de la urgencia de la situación", recalcó el canciller Jaswant Singh.

El canciller indio desestimó de esa manera una declaración hecha por su colega británico, Jack Straw, con el que se entrevistó y quien en cambio dijo creer en la "sinceridad" del mandatario paquistaní en torno a su promesa de luchar contra el terrorismo, incluido el transfronterizo y el que se disfraza de "combate por la libertad".

Straw, quien este miércoles inició una visita a India, instó en ese sentido a Pakistán a impedir la incursión de a través de la línea de control que divide a la parte india y la paquistaní de Cachemira, así como acabar con el abastecimiento a los "terroristas".

Mientras el Ministerio de Defensa indio informaba que siete personas murieron, entre ellas un soldado, y 30 resultaron heridas debido a bombardeos paquistaníes en las últimas horas en Punjab, la policía paquistaní denunció que hubo cinco muertos y ocho heridos por disparos indios contra poblados paquistaníes.

Singh señaló que no le corresponde establecer plazos para los compromisos tomados por Musharraf no sólo ante India, sino ante la comunidad internacional, pero que Nueva Delhi estaba estudiando diversas maneras para comprobar los esfuerzos de Pakistán sobre control de las infiltraciones de combatientes en la parte de Cachemira controlada por su país.

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