Luego de torturarlo y matarlo huyeron con sus armas de cargo y una patrulla

Asfixian cuatro agentes a un taxista en el cuartel de la Policía Ministerial, en Monterrey

Niega la procuradora estatal renunciar por la ola de violencia en Nuevo León

DAVID CARRIZALES CORRESPONSAL

Monterrey, NL, 29 de mayo. Cuatro agentes de la policía ministerial dieron muerte por asfixia -el martes por la tarde- a un detenido en los sótanos de la dependencia, luego de sacarlo violentamente de su casa, sin orden de cateo ni de presentación, supuestamente con el fin de investigarlo por un presunto robo de 450 mil pesos a un cajero automático de San Pedro.

Luego de cometer el homicidio, los agentes huyeron con sus armas y una patrulla, por lo que son buscados, informó la procuradora de Justicia de Nuevo León, Alida Bonifaz Sánchez.

María José García, esposa del occiso Francisco Medellín Alberto, de oficio taxista, negó que su cónyuge haya participado en el robo, aunque sí estaba siendo investigado bajo la causa penal 916/2002.

Dijo que por ser adicto a las drogas su esposo había sido extorsionado varias veces por los ministeriales, que lo obligaron a entregar 15 mil y 20 mil pesos en diferentes ocasiones a cambio de no llevarlo a la cárcel.

Los agentes, que causaron baja inmediata y son buscados por 40 de sus compañeros, son Jorge Julio Estupiñán de la Rosa, con antigüedad de 11 años y tres meses; Juan Manuel Gutiérrez Navarro, con 2 años y siete meses, Sergio Martínez Acosta y Juan Cruz Rosales, con 19 años trabajando.

A los ahora ex ministeriales se les inició una averiguación penal por los delitos de homicidio con agravantes, tortura, abandono de funciones públicas, abuso de autoridad, allanamiento de morada y los que resulten.

La procuradora informó que los resultados de la autopsia indican que Medellín Alberto falleció víctima de asfixia por sofocación, pues al parecer le bloquearon los canales de respiración con "algún instrumento ajeno", como podría ser una bolsa de plástico.

Media hora después de llevarlo a los sótanos de la Policía Ministerial, los ahora prófugos sacaron al ilegalmente detenido y lo llevaron al Hospital Universitario con el argumento de que había sufrido un "desmayo", pero además, dijo Alida Bonifaz, el cuerpo del taxista presentaba un golpe en la clavícula y otro en la cabeza, así como escoriaciones en las manos, con señas de que estuvo esposado.

Bonifaz Sánchez señaló que este hecho la indigna, la ofende, pero también la alerta de que tienen que reforzarse las acciones para evitar que sigan ocurriendo este tipo de prácticas, "que no serán toleradas", y puso de ejemplo que en el año que lleva al frente de la procuraduría han sido removidos o cesados 50 agentes, incluyendo los cuatro prófugos de este caso.

Igualmente rechazó que la tortura sea una práctica institucional, pero justificó que sigan presentándose este tipo de prácticas que, afirmó, ocurren en todo el mundo. Descartó que vaya a presentar la renuncia por este hecho y por la ola de violencia por ejecuciones del narcotráfico que han afectado a Nuevo León.

Consideró que están siendo transparentes, "y somos sobre todo gente decente, que tenemos un encargo que asumimos con mucha responsabilidad y así lo estamos desempeñando".