Ofrecerá un espectáculo a beneficio de niños con sida, en el Teatro de la Danza

La Cebra cumple 6 años y refrenda su apuesta contra la intolerancia

La comunidad gay no puede ya ser detenida por la acechante ultraderecha, dice José Rivera

El quehacer del artista debe tener resonancia en la sociedad, opina el director de la compañía

ANASELLA ACOSTA NIETO

Doce cuerpos en movimiento recitan desde una perspectiva todavía poco explorada en la danza -la de la comunidad gay- una realidad social innegable: la diversidad sexual, la desigualdad económica y la discriminación de los enfermos de sida. Así es como a seis años de su nacimiento, la compañía La Cebra Danza Gay reivindica su objetivos artísticos y su compromiso social.

Con el espectáculo Cebra: blanco y negro, que incluye las coreografías Bailemos a Mozart, del director de la agrupación, José Rivera, y Bajorrelieve, de Lydia Romero, la compañía festeja seis años de trayectoria.

En entrevista, Rivera habla sobre la evolución del grupo, la situación de la comunidad gay frente al avance de la derecha y la congruencia que para él debe tener el artista ante la problemática social que lo rodea.

Presencia contundente

-ƑCuál es la postura del actual gobierno respecto de la comunidad gay en el ámbito artístico?

-La presencia de esta comunidad en México es contundente, muy fuerte. Aunque de pronto puedan cerrar los bares, esa presencia ya no se puede detener. Es un río que ha ganado agua de todos lados; nos apoyan artistas e intelectuales. Por ello, aunque la ultraderecha está al acecho, ya no pueden detenernos, estamos siempre con las armas en alto.

''En lo que se refiere al grupo, nunca he tenido que enfrentar situaciones de rechazo, discriminación u homofobia. Por el contrario, se nos han abierto los teatros de todas las instituciones gracias al profesionalismo de la compañía. Sin embargo, en provincia la situación no ha cambiado y aún enfrentamos restricciones por temor a la reacción de las personas y los gobiernos."

En los últimos años la agrupación dancística que dirige Rivera ha desempeñado un importante papel como activista social. Sus coreografías, en las cuales la influencia de Raúl Flores Canelo en el ámbito narrativo y social está presente, han abordado las problemáticas de la condición de obreros, albañiles, prostitutas y homosexuales.

Rivera comenta al respecto que ''todo artista debe tener una resonancia en la sociedad. El arte tiene que ser congruente con lo que ocurre en el entorno, con la problemática que se vive. Si yo sólo hiciera danza por hacerla, aunque fuera de la manera más profesional, sin abordar los problemas sociales de mi época, no serviría de nada".

De acuerdo con el director de La Cebra, la propuesta de la compañía ahora es mucho más consistente: ''Ya no necesitamos gritar como antes". Explica que al principio había ciertas reservas, ''nos cuidamos mucho porque no sabíamos cómo iba a reaccionar el público. Por fortuna desde el principio empezamos a ganar reconocimiento y eso nos abrió muchas puertas. Luego dábamos de alaridos, teníamos que hacernos presentes nos quisieran o no. Ahora seguimos con la defensa de nuestra postura, pero con una actitud más relajada, y eso nos da mayor seguridad''.

Sobre el programa que ofrecerán del 6 al 9 de junio en el Teatro de la Danza, José Rivera comenta que Bailemos a Mozart. Por los ángeles que se han ido es una obra que está en proceso y de la que sólo se presentarán allí 18 minutos, pues la duración total será de 50 minutos, como se prevé presentarla el primero de diciembre en el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. ''Es una obra muy alegre con música de Mozart, para quitarle toda esa solemnidad, esa parte oscura y pesada a la problemática del sida. Además se centra mucho en la estructura coreográfica, en los dibujos espaciales y en la armonía entre música y movimiento, así como en los intérpretes en su papel de bailarines y no tanto como personajes.''

La coreografía de Lydia Romero, Bajorrelive, con música de Wim Mertens y Chris and Cosey, se realizó en 1989 en Cuerpo Mutable y ahora la escenifica con los integrantes de La Cebra.

Coreógrafo narrativo

Rivera se define como ''coreógrafo narrativo" y ello ha facilitado la comunicación de la compañía con el público. Del lenguaje corporal asevera: ''Me gustan las cosas literales, narradas, entendibles. Esa solemnidad de la danza contemporánea y la intelectualidad me aburren, lo que no quiere decir que no la pueda llevar al escenario. Pero el público tiene que identificar el lenguaje e identificarse, debe saber leer el movimiento corporal sin que le implique un enorme trabajo.''

El espectáculo con el que la compañía festeja su sexto aniversario se efectuará a beneficio de Ser Humano, AC, albergue que atiende a niños con sida, huérfanos -cuyos padres murieron a causa del VIH- y abandonados. Rivera considera que ''el gobierno del país no ha hecho lo suficiente por esta problemática. Los artistas, los intelectuales y las personas que tienen voz y voto tenemos las posibilidades de sensibilizar a la gente para que aborde este problema con mayor conciencia".

(Las funciones de Cebra: blanco y negro se presentarán el 6 y el 7 de junio a las 20 horas; el sábado 8 a las 19 y el domingo 9 a las 18 horas en el Teatro de la Danza, del Centro Cultural del Bosque, atrás del Auditorio Nacional.)