Luego de que cerca de 70 trabajadoras sexuales protestaran ante el
posible cierre del Centro de Atención Integral a Sexoservidoras
(CAIS), lugar donde ellas reciben atención psicológica,
médica y legal, sin costo alguno, la Comisión de Derechos
Humanos del Distrito Federal (CDHDF), decidió continuar apoyándolo.
Molestas, las trabajadoras sexuales se trasladaron del CAIS -ubicado
en la delegación Venuestiano Carranza-, a la CDHDF, al ver que
la Secretaria Técnica de la Comisión, Rocío Culebro,
incumplía por tercera ocasión su promesa de reunirse con
ellas para tratar el asunto.
Ya en la comisión, realizaron un mitin para exigir que dicho
centro no desaparezca, pues es de los pocos lugares que cuenta con el
apoyo de una institución de este tipo.
Fueron recibidas por Culebro y finalmente llegaron a un acuerdo en el
que la funcionaria se comprometió a realizar los convenios necesarios
con organismos no gubernamentales que trabajan en pro de las sexoservidoras,
para que el CAIS continúe proporcionándoles servicios.
Antes, pidieron a gritos "Emilio Alvarez Icaza queremos nuestra
casa", y recriminaron el que el centro, que tienen cerca de cuatro
años de funcionar, fuera desapareciendo poco a poco. Actualmente,
denunciaron, sólo cuenta con una coordinadora y una psicóloga,
cuando antes también ofrecía los servicios de una abogada
y una médica y se hacían recorridos en diferentes puntos
de la ciudad para evitar se cometieran violaciones a sus derechos humanos.
La CDHDF argumentaba, "que no era de su competencia apoyar a las
sexoservidoras porque en todo caso tendrían que ayudar a todos
los grupos vulnerables, pero el CAIS ya está y si desapareciera
se dejaría a las mujeres a merced de los regenteadores y de los
mismos policías, quienes abusan de nuestra condición",
expresó una mujer que quiso mantener el anonimato.
"Las patrullas nos levantan sin que haya queja de los vecinos de
por medio. Para dejarnos ir, nos piden dinero o que les paguemos con
sexo oral. Han abusado de muchas mujeres y hasta usado tubos y otros
objetos para violarlas".
Asimismo, expresó que las sexoservidoras son consideradas por
la sociedad y por las mismas autoridades como "cosas" y por
lo mismo, son maltratadas, violadas, golpeadas y hasta asesinadas sin
que se les haga justicia. Comentó que una de sus compañeras,
hace como dos años, acudió a la CDHDF a levantar una queja
y "fue sacada a rastras por los policías", por esa
razón, muchas de ellas no se atreven a acusar a sus agresores
y "viven en una constante depresión". (Aleyda Aguirre)