Cerca de 17 millones
de mujeres en el mundo están infectadas del VIH-Sida y aún
no existen investigaciones específicas, tratamientos y atención
que las tomen en cuenta, denunciaron organizaciones feministas en jornadas
paralelas a la decimocuarta conferencia internacional de Sida, denominada
Conocimientos y compromisos para la acción que tuvo lugar en
Barcelona, España, a principios del mes pasado.
En la conferencia oficial, Madhu Bala Nath, especialista en Salud y
Género del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la
Mujer (UNIFEM), expresó que aunado a ello, la economía
y el bienestar social han menguado porque cientos de mujeres abandonan
sus trabajos para atender a los enfermos de Sida, sobre todo en países
tercermundistas, donde los hospitales públicos están al
borde del colapso.
Ellas, precisó, han tenido que emplearse en labores informales
que puedan conjugarse con sus labores domésticas y su nuevo trabajo
no remunerado de enfermera, a fin de no descuidar la atención
de los enfermos de Sida. La Africa subahariana y la India, dijo, son
ejemplos de ello, donde la tasa de crecimiento económico se ha
reducido por lo menos en un cuatro por ciento a causa del síndrome.
De acuerdo con un informe de Onusida emitido en diciembre de 2001, en
Sudáfrica, la tasa de prevalencia de VIH-Sida entre mujeres embarazadas
ha crecido de forma alarmante, pues en 10 años, pasó de
uno por ciento a 24.5 por ciento.
Las mujeres, agregó Stephanie Urdang, asesora de temas de VIH-Sida
de Unifem Nueva York, son el sostén familiar, pues lo varones
se contagian del virus y por tanto, dejan de contribuir económicamente
en el hogar.
Sus gastos médicos, de hospitalización o en su caso de
entierro, recaen ahora sobre las espaldas de las mujeres, quienes se
hacen cargo de su esposo, de su enfermedad y de los hijos/as. A éstos
últimos muchas veces, los dejan sin educación formal por
falta de recursos. Con el Sida, las familias se empobrecen todavía
más y se marginan, mientras que a los/as niños/as se les
arrebatan todas las posibilidades de progreso, anotó.
Noleen Heyzer, directora ejecutiva de Unifem y la especialista Madhu
Bala Nath, aseguraron que las mujeres se encuentran "en el centro
de la epidemia", debido a que son social, cultural y biológicamente
más vulnerables a las infecciones provocadas por el VIH. Según
un reporte de UNICEF, 6 mil jóvenes se infectan diariamente por
el virus debido a violaciones, uso de drogas intravenosas y comercio
sexual de menores.
Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para el Estudio e Investigación
de la Mujer, advirtió que "en América Latina el Sida
se feminiza y la miseria también" y la retórica no
ha permitido crear verdaderas estrategias para controlar la epidemia
y combatir las diferencias de género.
Asimismo, la feminista Patricia Mónica Pérez, alertó
que en Latinoamérica la situación de la pandemia no ha
llegado a cifras alarmantes como en Africa, pero "nuestro continente
va en la misma dirección y no queremos que esto pase". Lamentó
que a las mujeres sólo se les trate cuando están embarazadas.
El coordinador para el Sida del Fondo de Naciones Unidas para la Población,
Suma Mehta, aseveró que "las chicas son más fáciles
de infectar y están más amenazadas que los hombres".
En tanto que la presidenta de la Sociedad de Mujeres contra el Sida
en Africa, afirmó que "las mujeres deben negociar con su
marido el uso del preservativo para tener sexo seguro".
En una reunión efectuada de manera paralela a la conferencia
oficial, Gheeta Rao Gupta, coordinadora del Centro Internacional para
la Investigación sobre la Mujer (ICW, por sus siglas en Inglés),
expresó que las mujeres están "muriendo de vergüenza
por la falta de conocimientos sobre su propio cuerpo, por no poder decir
no al sexo sin protección y a la violencia".
En Asía, Africa y Latinoamérica, hablar de sexualidad
"sigue siendo tabú" ello va en contra de la información,
el conocimiento y la dignidad femenina, lamentó Rao y convocó
a trabajar en redes internacionales para hacer visible lo que la pandemia
del Sida está haciendo con las mujeres a nivel mundial y a fomentar
una cultura que haga avergonzarse de la discriminación de género.
Por su parte, Mujeres de Barcelona y Mujeres Adelante, quienes también
participaron en una jornada paralela, señalaron la importancia
de que las infectadas de VIH-Sida participen en las políticas
locales, nacionales e internacionales; que se integre la perspectiva
de género en los trabajos relacionados con la epidemia, así
como generar redes para promocionar una agenda internacional sobre Mujeres
y VIH-Sida.
Irene Fernández, activista por los derechos humanos en Malasia,
criticó a los países desarrollados por no actuar con la
misma contundencia que lo hicieron ante el atentado del 11 de septiembre
del año pasado en Estados Unidos, "el Sida debería
combatirse con el mismo empeño", reprochó.
A sus 28 años, Periasamy Kousalya, presidenta de la Red de Mujeres
Positivas del Sur de la India, lucha diariamente contra el estigma y
la marginación existente contra quienes sufren la enfermedad,
"te acusan de drogarte o de ser una puta". Los síntomas
del Sida la devastaron pero con los antiretrovirales, ha tomado fuerzas
para "hacer escuchar su voz en una sociedad que ni escucha ni respeta
a las mujeres". (Con información de Notiese, Cimac, El País
y La Noticia del Día, España).