Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 22 de agosto de 2002
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Política

La firma encabezó la privatización del sector eléctrico en Estados Unidos

Ejecutivo de finanzas de Enron se declara culpable de fraude y lavado de dinero

Avanzan pesquisas por el quebranto causado a millones de consumidores Revelan que la desregulación no se tradujo en mayor capacidad de generación de energía a menor costo

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington y Nueva York, 21 de agosto. Un ejecutivo de Enron se declaró hoy culpable de fraude y lavado de dinero, en un paso más de la investigación criminal contra la empresa que encabezó la campaña para privatizar y desregular el sector eléctrico de Estados Unidos, que ahora representa el ejemplo más visible de la corrupción que surgió de la privatización del sector.

Enron, empresa cuyas dudosas maniobras financieras culminaron en su quiebra -detonando una de las crisis económicas y políticas más graves del sector privado en la historia de este país-, también ha sido acusada por el gobernador de California, Gray Davis, varios investigadores y expertos de "estafadora" y de "extorsión" por haber lucrado con la crisis energética de California.

Pero Enron es sólo la empresa más visible de un proceso de privatización que se realizó a lo largo de los pasados siete años. En ese periodo, y al ser desregulado, el tamaño del sector de generación y comercialización de electricidad en este país se incrementó 10 mil por ciento. Al mismo tiempo, las 88 empresas de energía más grandes de Estados Unidos incrementaron sus bienes 65 por ciento, al llegar a un valor total de 1.1 billones de dólares (trillones en Estados Unidos), reportó The Wall Street Journal.

Durante ese periodo, el gobierno federal y las empresas energéticas aseguraban que el proceso de desregulación y privatización del sector resultaría en precios más bajos de electricidad para los consumidores, mayor oferta y una distribución más eficiente de energía. Sin embargo, los resultados han sido apagones; incrementos, en algunos casos de más de 50 veces el precio al consumidor, y acusaciones en estados como California de que estas empresas habían robado entre 30 mil y 71 mil millones de dólares de fondos públicos pagados a estas compañías.

Adeuda el sector más de 500 mil mdd

Hoy día, el sector eléctrico privado estadunidense está al borde de la crisis. Unas cinco de las principales empresas están en o al borde de quiebra; otras bajo investigación por cuentas ficticias y, de acuerdo con The Financial Times, la deuda combinada del sector energético privado en Estados Unidos suma más de 500 mil millones de dólares, con lo cual se pronostican más quiebras.

Hasta el momento, estas quiebras han afectado sólo al mercado interno de Estados Unidos, pero las mismas empresas han estado invirtiendo agresivamente en decenas de países, entre ellos México, y aún no se ha logrado medir las posibles consecuencias de esta crisis en esas naciones.

Enron no sólo fue una de varias corporaciones que logró enormes utilidades en medio de esa crisis; fue la principal empresa que, durante los años recientes, encabezó la campaña para desregular y privatizar el mercado de energía nacional. Su influencia fue magnificada cuando el candidato presidencial republicano -cuya carrera profesional había financiado- llegó a la Casa Blanca, y con ello, logró la capacidad de influir directamente en la política energética del gobierno de George W. Bush.

El ejecutivo en jefe de Enron, Kenneth Lay, amigo personal de Bush, promovió una aceleración del proceso de privatización del sector y, en particular, mayor apertura en el acceso de empresas privadas, como la suya, a las líneas de transmisión en sus reuniones privadas con los nuevos ocupantes de la Casa Blanca y sus equipos.

El intenso cabildeo de empresas como Enron generó resultados y fortunas, convirtiendo a Enron en la séptima firma más grande del país. Luego se tranformó en la bancarrota empresarial más grande de la historia (lo cual sólo duró unos meses, porque esta corona le fue arrebatada por WorldCom).

Desde 1996, aproximadamente la mitad de los 50 estados del país han promovido la apertura de sus mercados eléctricos a empresas privadas, y el gobierno federal ha facilitado a éstas el acceso a las líneas deenron_eee transmisión nacionales. Sin embargo, el resultado de esto, según The New York Times, es que "en gran medida, no se ha cumplido la promesa de precios más bajos".

Con la crisis de California, los esfuerzos de Enron y otras empresas para acelerar el proceso de desregulación del sector se dificultaron. Ahora, al estallar la crisis del sector empresarial, detonado por la quiebra de Enron, el papel de esta empresa y su relación con la cúpula política del país están bajo investigación de varios sectores, desde la Comisión de Valores en Wall Street, hasta el Congreso, el gobierno del estado de California y el propio Departamento de Justicia.

Lo que algunas de estas investigaciones han revelado, hasta la fecha, es que la desregulación y privatización del sector eléctrico no se tradujo en una mayor capacidad de generar electricidad a menos costo, sino todo lo contrario.

"La crisis energética fue un engaño, establecido por la desregulación, para absorber miles de millones de dólares del Estado", sostienen los investigadores Doug Seller y Harvey Rosenfield en su análisis de la crisis energética en California, realizado por la Foundation for Taxpayer and Consumer Rights.

"Las empresas de servicios públicos y las de energía y los comerciantes de luz y fuerza apoyaron la desregulación porque sabían que sería una licencia para robar". Los autores calculan que el costo total de la desregulación en California será de unos 71 mil millones de dólares -o sea, más de 2 mil 100 dólares en costos adicionales por cada habitante de ese estado-. "Cuando se habían robado todo lo que pensaban poder robar, misteriosamente la 'crisis' desapareció, dejando al pueblo de California con la factura", concluyen Seller y Rosenfield.

De hecho, mientras los costos de energía en California se cuadruplicaron, las ganancias de Enron se triplicaron, de acuerdo con una investigación realizada por la organización de defensa del consumidor Public Citizen.

El hecho es que, como lo resumió el economista Paul Krugman en su columna en The New York Times hace unos meses: "gran parte de la capacidad de generación (de electricidad, en California) se mantuvo ociosa, aun cuando los precios de mayoreo de la electricidad subieron 50 veces de su nivel normal". Para Krugman, esto es evidencia de una manipulación del mercado por parte de las empresas, en una crisis en donde "unos 30 mil millones de dólares fueron robados" de California.

Hoy, con la declaración de culpabilidad de Michael J. Kopper, un ejecutivo de finanzas de Enron muy cercano a Jeffrey Fastow, ejecutivo en jefe de finanzas, se logró la primera acusación de crimen mayor contra los ejecutivos de esa empresa. Se espera que Kopper cooperará con las autoridades, lo cual redundará en varias acusaciones criminales más.

También se espera que con cada paso de esta investigación, no sólo se revelarán las maniobras ilícitas de esta y otras empresas, sino cómo lucraron con la privatización del sector eléctrico con el precio pagado por millones de consumidores y pequeños inversionistas.

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