A UN AÑO DEL 11-S
Atribuyen a Al Qaeda y talibanes el atentado; mueren
15 personas en los combates
Violencia en la provincia afgana de Jost; estalla coche-bomba
y milicias se enfrentan al ejército
Imposible, por falta de recursos, ampliar el número
de soldados en Afganistán: enviado de la UE
AFP, DPA Y REUTERS
Islamabad, 8 de septiembre. Doce personas resultaron
heridas hoy, cuatro de ellas de gravedad, al estallar una bomba en una
tienda de videos en la oriental localidad afgana de Jost, donde enfrentamientos
entre fuerzas del ejécito de Afganistán y milicias armadas
dejaron 15 muertos.
La bomba estalló en las afueras de una tienda de
videos del mercado Madina, declaró Mohammad Jan Gurbuz, vocero del
gobernador de la provincia de Jost, citado por la agencia Aip, con sede
en Pakistán. "Fue un acto inhumano. Los talibanes y Al Qaeda podrían
estar detrás de ello".
Este hecho sucede a sólo seis días que un
coche-bomba estalló en Kabul, con saldo de 26 muertos y 150 heridos,
y el intento de asesinato del presidente afgano, Hamid Karzai.
Jost se sitúa en una convulsionada región
afgana, donde las fuerzas estadunidenses y sus aliados siguen en búsqueda
de talibanes y miembros de Al Qaeda, en su lucha contra el terrorismo.
La música, el cine y la televisión estuvieron
prohibidos durante el despuesto régimen talibán. Pese a que
el gobierno postalibán reavivó la industria del ocio, algunos
de sus miembros indicaron recientemente que iban a prohibir que las mujeres
cantaran y que se transmitieran películas de India por televisión.
Tras
el estallido de la bomba hubo enfrentamientos armados entre dos facciones,
que provocaron 15 muertos y 51 heridos.
Tropas leales al llamado señor de la guerra,
Padshah Khan Zadran, se enfrentaron con fuerzas del gobierno después
que la radio local anunció que Zadran, ex gobernador de la provincia
de Paktia, fue arrestado por fuerzas estadunidenses.
Sin embago, la noticia fue desmentida por el propio Zadran,
quien señaló que se reunió con una "delegación
estadunidense" en las afueras de la ciudad oriental de Gardez.
Zadran, buscado por las autoridades del gobierno central
de Kabul por desafiar abiertamente el mandato de Karzai, indicó
que los estadunidenses con los que se entrevistó "intentaron resolver
el diferendo que existe entre Hamid Karzai y yo", señaló
a la Afp. "Me pidieron que entablara negociaciones con él, pero
dije que no lo haré mientras Karzai no cumpla las promesas que me
hizo", añadió.
Zadran se autoproclama jefe de las provincias de Jost,
Paktia y Paktika (este) y según Aip, asegura que piensa seguir luchando
contra los gobernadores de Paktia y Jost.
Por su parte, el mandatario afgano declaró en Frankfurt,
Alemania, que teme nuevos atentados en su país. Karzai destacó
que los talibanes han sido desmantelados como organización, pero
que hay algunos miembros o simpatizantes que siguen actuando en forma individual.
Karzai llegó la tarde del domingo a Alemania y
se entrevistó con el ministro del Exterior, Joschka Fischer. Tras
su encuentro, se informó que ambos hablaron sobre aspectos relacionados
con la lucha contra el terrorismo y la actual situación en Afganistán.
Luego de la reunión Fischer informó que
le pidió a Karzai el esclarecimiento de casos de violación
de los derechos humanos en Afganistán.
A todo esto, el enviado de la Unión Europea a Afganistán,
Francesco Vendrell, aseveró en Kabul que la expansión de
la Fuerza de Asistencia para la Seguridad Internacional (ISAF) fuera de
Kabul es "virtualmente imposible" porque los gobiernos europeos no tienen
recursos.
Karzai ha reiterado su petición a una expansión
del contingente de 5 mil soldados de la ISAF, que actualmente está
limitado a la capital, y que últimamente ha comenzado a apoyar Estados
Unidos. "Sé que muchos de los países simpatizan con la necesidad
por una mayor seguridad en Afganistán", afirmó Vendrell.
"Al mismo tiempo, los gobiernos europeos con los que he
hablado encuentran virtualmente imposible por el momento la expansión
de la ISAF. Hay grandes problemas financieros y de poder", añadió,
e indicó que si la ISAF salía de los límites de Kabul,
tendría que contar con el respaldo aéreo de Estados Unidos.
Diplomáticos y mandos militares estadunidenses
señalaron el mes pasado que hay importantes razones para expandir
la ISAF y para que otros países compartan de forma más equitativa
el presupuesto para la estabilidad de la seguridad en la región.
En Afganistán hay alrededor de 8 mil soldados estadunidenses
en busca de contingentes del derrocado régimen talibán y
de Al Qaeda, red a la que se considera responsable de los ataques del 11
de septiembre en Nueva York y Washington.