Por concluir, la fase de escrituración
de inmuebles, señala Carlota Botey
Prácticamente agotado el suelo habitacional
del DF
No serán regularizados los más de 800
asentamientos en zonas de conservación, señala
BERTHA TERESA RAMIREZ
Tras medio siglo de incontenible crecimiento urbano, el
suelo habitacional del Distrito Federal se encuentra prácticamente
agotado y la Dirección General de Regularización Territorial
(DGRT) del gobierno capitalino ha entrado en la fase final del proceso
de regularización de estas propiedades, señaló la
titular de la dependencia, Carlota Botey.
La funcionaria precisó que los más de 800
asentamientos irregulares que quedan y se encuentran ubicados en suelo
de conservación no serán regularizados. "No va a haber escrituras
para nadie que haya ocupado zonas de reserva ambiental, los haya metido
quien los haya metido", advirtió.
Es importante que la gente tome conciencia de que además
de que dirigentes de organizaciones pueden estar llevándola a zonas
donde no va a haber escrituras, les están cobrando por ello, como
está pasando en muchas zonas del cerro de la Estrella".
Al
recalcar que ya no hay más suelo que urbanizar, que el poco que
queda lo necesitamos para generar el oxígeno y el agua que requerimos
para vivir y para que algún día nos podamos recrear, mencionó
que en el futuro la demanda social de vivienda sólo podrá
ser atendida por medio de programas de gobierno.
Por lo pronto, uno de estos programas es repoblar las
delegaciones que se encuentran en el centro de la ciudad, ya que a pesar
de contar con todos los servicios se han ido despoblando, apuntó
la funcionaria.
Botey dijo que el suelo urbano que queda es poco y muy
caro, la oferta inmobiliaria es inaccesible para la mayoría de las
nuevas generaciones, para las cuales es casi imposible adquirir una vivienda.
Y es que hoy en el mercado no se encuentra metro cuadrado menor a los 500
pesos, y esto incluye zonas como Iztapalapa, Tláhuac o Xochimilco,
donde hasta hace algunos años el precio del suelo habitacional era
bajo.
De esta forma, la ciudad ya sólo podrá crecer
hacia Ixtapaluca o Ecatepec; sin embargo, el agua es un factor que exige
ser tomado con responsabilidad para evitar la anarquía del crecimiento
urbano.
Es de mencionar que en el Distrito Federal existen 2.1
millones de viviendas que comprenden desde unidades habitacionales, casas
unifamiliares de altos y bajos recursos. La mayoría están
regularizadas, algunas por medio de los programas de regularización
federales, ya sea por la Comisión para la Regularización
de la Tenencia de la Tierra, cuando se trata de terrenos que tienen un
antecedente registral de ejidos o comunidades o mediante la DGRT, cuando
se trata de propiedad privada o del Gobierno del Distrito Federal.
Desde que empezó el proceso de regularización
de los asentamientos irregulares ubicados en zonas habitacionales, en 1988,
entre ambas dependencias han regularizado aproximadamente 800 mil viviendas,
agregó.
Durante la pasada administración capitalina se
escrituraron 50 mil viviendas y en lo que en lo que va de la presente se
han regularizado 27 mil. Faltan por escriturar 50 mil; sin embargo, unas
20 mil enfrentan situaciones jurídicas complejas, por lo que el
gobierno sólo podrá legalizar las 30 mil restantes.
Escrituras un sello de libertad
La regularización del cien por ciento de la vivienda
en suelo habitacional hará libre a la gente, no tendrá que
depender más de dirigentes, partidos políticos o gobiernos,
"consideramos que después de tantas luchas y siendo una comunidad
tan combativa, los capitalinos merecen ser libres, no deberle favores a
nadie, y para eso se requiere que todos los que tienen una casa en suelo
habitacional sean escriturados".
El gran reto es escriturar los asentamientos irregulares
que sean de suelo habitacional y no tengan ningún riesgo y evitar
que la DGRT vuelva a ser manejada con un sesgo político y que los
ciudadanos tengan que enfrentar maniobras electorales, "de organizaciones
políticas que se mueven durante las elecciones y de dirigencias
que se ven beneficiadas mientras la gente es presionada para apoyarlas".
La cultura de la propiedad
El hecho de que la mayoría de los habitantes del
Distrito Federal que son propietarios de una vivienda ya cuenten con una
escritura, no quiere decir que los problemas en materia de vivienda propia
se hayan acabado.
Actualmente, 20 por ciento de los capitalinos que están
en posesión de una casa enfrentan problemas legales, porque la generación
que conformó esta ciudad en los años 50 ya está muriendo,
y como "no tenemos cultura de la propiedad nadie hace testamentos".
Se puede decir que este es actualmente el problemas más
grave en lo que se refiere a la regularización, es el número
de viviendas intestadas que se tienen en la capital, así como el
alto costo que tiene para las familias de estratos bajos y medios iniciar
juicios para legalizarlos, pues el precio que alcanzan en el mercado estos
procedimientos alcanza los 40 mil pesos.