Patricia Uribe señala que no existen
mecanismos de medición del fenómeno
Persiste la discriminación de homosexuales y
enfermos de sida
No compartiría techo con una persona infectada
con VIH 57% de la población, según encuesta
CAROLINA GOMEZ MENA
Según la última Encuesta Nacional de Cultura
Política y Prácticas Ciudadanas, "66 por ciento no compartiría
techo con una persona homosexual, y 57 por ciento no lo haría con
un enfermo de sida", refirió Patricia Uribe Zúñiga
directora general del Centro Nacional para la Prevención y Control
del Sida (Censida), quien resaltó que es justamente sobre el aspecto
de estigmatización y discriminación en el que la Secretaría
de Salud (Ssa) requiere contar con mecanismos de medición del fenómeno.
Es
por ello, "porque no tenemos información sistemática", que
Censida creará indicadores informativos y para esto ya realizó
el primer taller en el cual se hicieron numerosas propuestas. Según
la funcionaria, medir el rechazo y la aceptación que tienen en la
población general los grupos de riesgo, así como los que
ya desarrollaron sida, es una forma de cuantificar el impacto de las campañas
de sensibilización y de impedir que avance el mal.
Al participar en el Cuarto Simposio sobre Sida, organizado
por la Asociación Mexicana de Infectología y Microbiología
Clínica, Patricia Uribe dijo que los únicos referentes en
torno a la estigmatizacxión son el sondeo antes mencionado, el cual
"se hizo en población urbana y rural con muestreo y metodología
rigurosos", así como la encuesta Conservador-Liberal, en la que
se demostró que tanto entre quienes se consideran liberales como
conservadores el rechazo hacia los homosexuales es casi idéntico:
37 y 39 por ciento, respectivamente.
Luego de manifestar que los sondeos demuestran que la
estigmatización y discriminación son una práctica
vigente en el país, dijo que es indispensable contar con indicadores
para "medir si realmente estamos logrando impactos, porque no podemos basarnos
sólo en el número de demandas, porque sabemos que también
hay un gran subregistro".
Indicó que en materia de prevención aún
resta mucho por hacer; en esfuerzos y en recursos. Tanto la alta incidencia
como el subregistro de algunas enfermedades de transmisión sexual
como la sífilis y el cáncer cérvico uterino comprueban
lo mencionado y crean incertidumbre respecto a la incidencia de sida, que
es de 0.29 por ciento, porque eventualmente podría sufrir variaciones.
La incidencia anual de cáncer cérvico uterino,
que es de "33 a 67 casos por cada 100 mil (similar al que se registra en
ciertas zonas de Africa del Sur), es una llamada de atención que
nos muestra que no se siguen las medidas preventivas", dijo.
Después de afirmar que "tener información
sobre las enfermedades de transmisión sexual es otra manera de estar
vigilando la epidemia de sida", Patricia Uribe subrayó que no se
debe bajar la guardia en esta materia porque México está
rodeado de países con los que tiene gran intercambio migratorio,
sobre todo ilegal, con incidencias de sida mucho más altas: Estados
Unidos, con 0.6 por ciento; Belice, con 2 por ciento, y Guatemala, con
1 por ciento.
Asimismo destacó que entre los retos está
incrementar el uso de condón. Aunque la prevalencia de sida entre
las trabajadoras del sexo comercial (TSC) es baja, pues es de 0.35 por
ciento, el hecho de que las encuestas centinela pongan en evidencia
que sólo "49.5 por ciento y 57.6 por ciento de las mujeres y hombres
TSC hayan utilizado condón en su relación comercial sexual
más reciente, así como que 64.2 por ciento de los hombres
que tuvieron sexo con hombres en su relación anal más reciente
no hayan usado condón" es una señal de alerta, sostuvo.