Castro, Blanco y Zamorano los anotadores; Maturín
contribuyó con un autogol
Con amplio dominio América dio paliza a domicilio
al Atlante: 4-1
Las Aguilas, invictas con cinco victorias No podemos
ganarle a un cuadro de más nivel: Herrera
JORGE SEPULVEDA MARIN
Con amplio dominio de campo América ganó
4-1 al Atlante en su propio domicilio, ante un estadio con apenas un cuarto
de ocupación de aficionados locales y el resto con seguidores del
ganador, que festejaron a sus anchas la derrota de los mexiquenses.
El
azulgrana Oscar Maturín abrió el marcador con autogol y el
empate lo consiguió su compañero Paulo Serafín. La
diferencia la marcó el americanista José Antonio Castro,
amplió Cuauhtémoc Blanco y remató Iván Zamorano
para el 4-1.
El equipo de Coapa se mantiene invicto en el torneo de
Apertura con cinco victorias. Apenas se cumplía el minuto 12 cuando
la delantera Aguila tomó por asalto el área azulgrana; segundos
después de resolver dos jugadas de confusión el balón
rodó frente a la portería y Maturín en su intento
de echarlo fuera lo mandó hacia adentro. Zamorano lo pateó,
pero el esférico ya estaba en el fondo.
Cada toque que hacía América era dirigido
por los oles de la tribuna. El público se paró de sus asientos
para festejar un taconazo de Patiño, que tomó Blanco, pero
su disparó pasó por fuera del marco atlantista.
Al minuto 31, Paulo Serafín se topó con
un mal despeje y metió el esférico al marco de Adolfo Ríos
para el 1-1.
Los de casa parecían haber encontrado el camino,
pero al 40 José Antonio Castro los enfrió con el 2-1, luego
de recibir un centro que se antojaba pasado, que salió del botín
de Patiño.
Parecía que se irían así al descanso,
pero segundos antes de silbarse el final del primer tiempo Blanco ejecutó
un tiro directo desde 10 metros fuera del área y colocó el
esférico en la unión izquierda de los postes para el 3-1.
Al inicio del complemento, el sonido local solicitó
a la porra americanista retirarse al término del encuentro y a la
del Atlante 45 minutos más tarde.
En la cancha, el público local fue como una bahía,
ya que rompió la ola iniciada en territorio Aguila, por lo que se
llevaron en tres ocasiones cinco notas silbadas, común recordatorio.
Los jugadores de Miguel Herrera a ratos se hacían
bolas entre ellos y no concretaban los goles, o de plano se estorbaban
los remates. Poco antes del final Maturín vio como el silbante José
de Jesús Robles sacó con una mano la tarjeta amarilla y con
la otra la roja.
Luego, en un contragolpe, Patiño envió un
pase a Zamorano, quien se lo regresó y cuando lo tuvo de vuelta
suavecito anotó el 4-1.
El estratega azulgrana se sinceró al comentar que
un equipo como Atlante, de jóvenes, no le puede ganar a otro que
tiene mejor nivel y viene encarrilado con triunfos. "Hablen ustedes del
arbitraje, porque yo ya me cansé de hablar bien de ellos", dijo.
Mario Carrillo estimó que su grupo se "mata entrenando"
y la victoria es un justo pago a su esfuerzo, aunque espera más
consistencia, ya que por momento sus jugadores se distraen.