Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 18 de septiembre de 2002
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Cultura
El área cultural de la televisora fue reabierta a principios de 2001

Depuran la colección de arte de Televisa para montar ''exposiciones propias''

Mil 73 piezas formaban ese acervo hasta septiembre de 1998, cuando cerró

Presenta en el Munal la muestra Lugar (es): la urbe y lo contemporáneo

MERRY MAC MASTERS

La colección de arte contemporáneo perteneciente a Fundación Televisa es objeto de un estudio que está a punto de concluir, cuyos resultados dictarán el camino más apropiado para que en el futuro siga dinámica. Las conclusiones determinarán qué hacer, por ejemplo, con algunas piezas menores que tal vez lleven 20 años en bodega, así como regalos o donaciones de algunos artistas que nada tienen que ver con el ''espíritu" del acervo, asegura Mauricio Maillé Iturbe, coordinador de artes visuales de la fundación. Esta ''depuración" conllevará un ajuste en el número total de piezas.

Al cerrarse el Centro Cultural/Arte Contemporáneo (CC/AC), el 20 de septiembre de 1998, se detuvo la adquisición de obra para la colección de arte contemporáneo, que en ese momento se calculó en mil 73 piezas. También quedó sin funcionar la entonces Fundación Cultural Televisa, debido a la restructuración económica que hubo en la empresa televisora.

Es más, la colección de arte contemporáneo fue conferida en comodato al Centro de Cultura Casa Lamm -sin que saliera de las bodegas de Santa Fe-, junto con la colección fotográfica formada por las imágenes de Manuel Alvarez Bravo, el acervo de arte prehispánico, el Retablo de la Virgen de los Dolores y la biblioteca de arte.

Colaboración de Ery Camara

La actual Fundación Televisa fue reabierta a comienzos de 2001 con un nuevo proyecto; por un lado, de fomento social y, por otro, de fomento cultural. De acuerdo con Maillé, tras una serie de negociaciones con Casa Lamm, ''asumimos toda la responsabilidad, tanto de la colección de arte contemporáneo como del retablo -se encuentra, en comodato, en el Museo de Historia Mexicana en Monterrey-, y el acervo de arte prehispánico. Maillé, quien llegó a la fundación con el equipo de Sergio Vela, de inmediato se abocó a investigar de manera profunda del estado actual de las colecciones.

Maillé advirtió que no había una ''memoria" de cómo los acervos fueron formados, aunque sí ''muchísimo orden en la manera como las piezas habían ingresado a las colecciones en diferentes epócas". Entonces invitó al museólogo y crítico Ery Camara, de origen senegalés, quien constituyó un grupo de investigadores cuyo estudio, a punto de concluirse, tiene como propósito revelar las condiciones de las colecciones de arte contemporáneo y de fotografía. Se trata de tener ''una herramienta ágil, práctica, sencilla de consultar, que permita ver las imágenes, así como una serie de datos básicos sobre la obra, el artista y en qué exposiciones se han presentado las piezas. Eso acercaría a los investigadores y curadores que invitemos a trabajar en ambas colecciones".

Desde un principio Maillé advirtió que se había investigado más sobre la colección fotográfica. En 1995 se editó el catálogo Luz y tiempo, en tres tomos. Ahora el acervo fotográfico se vuelve a abordar para establecer una ''transición" con el de arte contemporáneo. ''De alguna manera la mirada de don Manuel y el proceso para su adquisición se detienen en 1985 u 86. Lo que empieza a haber de fotografía en la colección de arte contemporáneo es una aproximación más actual a este medio en artistas como Duane Michaels, Cindy Sherman o Sugimoto. Si vemos el cuerpo fotográfico de la colección de don Manuel y lo que hay de fotografía en la de arte contemporáneo, que es 60 por ciento, nos damos cuenta que tenemos un cuerpo de la historia de la fotografía mucho más importante".

Maillé anota, no obstante, que no son colecciones para ''repasar" la historia de la fotografía.

Las primeras obras que constituyeron la colección de arte contemporáneo fueron producto de unas becas que Emilio Azcárraga Milmo, entonces presidente de Televisa, otorgó en la década de los 70 a ''artistas de la ruptura", como Juan Soriano, Alberto Gironella, Rafael Coronel y Francisco Corzas. Las obras también se utilizaron para obsequios de carácter corporativo y para decorar algunas de las oficinas.

Por desgracia, buen número de estas piezas ''desaparecieron" durante el terremoto de 1985, ya que se encontraban en las oficinas de Televisa en la avenida Chapultepec. ''Sabemos, por ejemplo, que Juan Soriano dio 50 cuadros, y tenemos menos de 10. El nos ha comentado que una gran cantidad se perdió en los sismos", apunta Maillé.

Colección rica, compleja y contradictoria

Con la apertura en 1982 del Museo Rufino Tamayo, formalmente se inició una etapa de adquisiciones ''constante y firme", en la que se coleccionan obras de artistas nacionales e internacionales. Esta tarea fue asumida con ''mayor importancia" por el neoyorquino Robert Littman a su llegada tanto al Tamayo, como después al CC/AC. Es Littman quien decidió cuáles son los caminos por los que la colección debe transitar. Con razones ''naturales" de nacionalidad, la colección de arte contemporáneo tiene un ''alto número" de artistas estadunidenses.

Para Maillé, el perfil de la colección también tiene que ver con el ''boom cultural" experimentado por Nueva York y demás ciudades de importancia del vecino país: ''Creo que con un conocimiento muy agudo de la situación del arte en ese momento, Littman realiza adquisiciones relevantes". El resultado es una colección ''rica en algunos aspectos, y compleja, y contradictoria en otros".

En cuanto a una ''depuración" del acervo, Maillé anota que existen estatutos que permiten deshacerse de obra. Tras el cierre del Centro Cultural/Arte Contemporáneo, ''se nos han ido cuatro años de acción artística, asumida de alguna manera por la colección Jumex".

Así, continúa Maillé, ''tenemos que definir cuál es el camino dentro del propio espíritu de la empresa, por dónde consideramos sea más prudente seguir enriqueciéndla y perfilándola hacia un sendero que vayamos definiendo".

En la actualidad no hay un presupuesto asignado para nuevas adquisiciones. Un primer ''escalón" en este rubro sería demostrar que ''las inversiones en obra de arte son rentables en muchos sentidos", expresa

-¿Qué tan importante es la colección para la empresa?

-Mi tarea es que esta colección se convierta en algo más importante y que le pueda dar trascendencia a las labores de la Fundación Televisa. Creo que hay sectores de la empresa que sí saben lo que se tiene y otros que, por la dimensión de la misma y tantas filiales que existen, no advierten eso.

''Al no tener un espacio, y a menos de año y medio de haber reiniciado nuestras acciones, todavía no hay una serie de actividades permanentes y constantes que de nuevo nos empiecen a posicionar, tanto dentro como fuera de la empresa.''

Cuatro exposiciones en 2003

Para iniciar una relectura de su acervo artístico mediante la mirada de curadores invitados, la Fundación Televisa escogió el Museo Nacional de Arte (Munal) y su sala de colecciones especiales, espacio donde el pasado 8 de agosto fue abierta Lugar (es): la urbe y lo contemporáneo, exposición curada por el teórico del arte José Luis Barrios, y que se compone de 30 obras tridimensionales.

Desde que Mauricio Maillé asumió la coordinación de artes visuales, la Fundación Televisa ha participado en varias exposiciones.

Por ejemplo, en Algo con qué tropezar, muestra de escultura contemporánea con la cual reabrió sus puertas hace un año el Museo Rufino Tamayo; allí, 60 por ciento de las obras eran de la colección de arte contemporáneo de la empresa.

Claro, lo que más interesa a la fundación es organizar sus propias exhibiciones. Aparte de la del Munal, este año se realizó Citas con el espejo, en el Museo Universitario de Ciencia y Artes, de la Universidad Nacional Autónoma de México, con una parte de la colección de Manuel Alvarez Bravo.

Su curador, Alfonso Morales, la ha seguido ''afinando" para editar un libro- memoria, así como hacerla itinerante por el territorio nacional. Incluso, tendrá dos formatos: uno para espacios con capacitad para recibir la muestra entera, de cerca de 130 imágenes, y uno de formato medio para 70 u 80 fotos.

De forma paralela, Osvaldo Sánchez se ha abocado al proceso de curar otro par de exhibiciones auspiciadas por la Fundación Televisa, una será de fotografía de la colección de arte contemporáneo y otra de este acervo en general.

De esta manera, manifiesta Mauricio Maillé, ''vamos a tener cuatro exposiciones para el próximo año, mismas que empezaremos a ofrecer a diferentes museos de la República, con el propósito de brindarles una serie de obras que en la mayoría de los casos, salvo contadas excepciones, no tienen la oportunidad de ver".

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