Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 8 de noviembre de 2002
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Capital

Rechaza que la procuraduría haya actuado de manera ineficaz

Ocurrió "muy pronto" el asesinato de la secuestrada, afirma Bernardo Bátiz

Menciona como una de las hipótesis que Marta Aguilar reconoció a uno de sus captores

SUSANA GONZALEZ G.

El procurador de Justicia del Distrito Federal, Bernardo Bátiz, rechazó que la Policía Judicial haya tenido una actuación ineficaz en torno al secuestro y asesinato de Marta Aguilar Ibarra, a pesar de que la familia denunció el plagio un día después de ocurrido e informó a las autoridades de las 12 llamadas de los delincuentes y los movimientos bancarios registrados en la tarjeta de débito de la víctima, a partir de un depósito que se hizo para el rescate.

"Hay alguna persona de la familia que mencionó que no habíamos hecho nada. La verdad es que sí estábamos en contacto con otro de los familiares en este caso, pero no se puede compartir con todo el mundo la información que se obtiene", dijo, y admitió que los secuestradores cobraron parte del rescate mediante varios retiros de la tarjeta bancaria de Marta, como reveló ayer este diario.

Insistió en que el asesinato de la vendedora de cosméticos ocurrió "muy pronto" y, como una de las hipótesis que se investigan, lo atribuyó a que ella probablemente reconoció a alguno de sus plagiarios. Para los secuestradores resulta muy difícil liberar a sus víctimas cuando éstas saben quiénes son, expuso Bátiz.

Por otro lado, la carta que escribió la víctima a sus tres hijas para suplicarles que reunieran el dinero y convencieran a su marido, Gilberto Arzubide Corona, vendedor de línea blanca, de pagar el rescate, indica que a causa de una enfermedad, Marta padeció dolores físicos durante los 13 días que duró su cautiverio.

"Estoy muy mal de mis riñones y no cuento con medicamentos. Hablen con su papá, se los imploro a nombre del cariño que nos tienen", escribió en la misiva que los secuestradores dejaron en un parque de la colonia Paseos de Churubusco el jueves 31 de octubre, es decir, un día antes de que la familia decidiera no volver a contestar los teléfonos celular y ordinario de una de las hijas de Marta, ambos utilizados para las negociaciones.

Así está asentado en la averiguación previa VC-373/2243/02-11: Jorge Peralta García, yerno de Marta y responsable de la negociación, así como los familiares de la víctima, "decidieron no recibir más llamadas telefónicas, por lo que (la hija) apagó el celular y no contestó el teléfono de su casa".

La voz de Marta se escuchó por última vez el primero de noviembre, pero a través de la contestadora automática del teléfono de la casa de su hija Alejandra, a quien en la carta referida le había pedido: "vende tu Jetta y todo lo que tengas a tu alcance".

Ese viernes, al activarse la contestadora, los secuestradores le dejaron un recado a Peralta García, esposo de Alejandra, y después "se escuchaba la voz de Marta que pedía ayuda y decía que si no la ayudaban la iban a matar".

Todavía recibieron una llamada más, donde los delincuentes les reclamaron que no hubieran hecho el depósito de los 30 mil pesos restantes del pago de 50 mil pesos que habían exigido, y al mismo tiempo dieron el ultimátum de que el domingo matarían a Marta. Así lo hicieron, y el lunes se comunicaron dos veces con la familia para informarle dónde encontraría el cuerpo de su víctima.

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