Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 14 de noviembre de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas
  >

Política

REPORTAJE

Mercancías y no los ciudadanos, prioridades de la globalización: Payán

Grupo plural busca contrarrestar el monopolio en la toma de decisiones

En la organización de la Consulta sobre Prioridades Nacionales convergen intelectuales, periodistas, científicos, dirigentes sociales, integrantes de asociaciones civiles, sindicatos y movimientos, muchos de ellos sin militancia partidista

RENATO DAVALOS

Las siete preguntas cruzan el núcleo de la agenda nacional de coyuntura y también estructural. Una consulta y una promesa de despertar ciudadano para recobrar la capacidad de influencia en la toma de decisiones que la clase política y económica asume y que muchas veces la mayoría no comparte. Lo mismo para aprobar un tratado comercial que una privatización o un rescate como el bancario, cuyo costo brutal hoy paga la población en su conjunto.

Carlos Payán, periodista, director fundador de La Jornada y ex legislador, forma parte del Comité Ciudadano Plural de la Consulta sobre Prioridades Nacionales que hizo converger en la fase organizativa a intelectuales, periodistas, científicos, dirigentes sociales, integrantes de asociaciones civiles, sindicatos y movimientos, muchos de ellos sin militancia partidista y que sólo comparten el criterio común de incidir en el rumbo del gobierno foxista hoy fincando en la continuidad priísta.

El proceso de globalización ha impuesto prioridades en las que mercancías y capitales valen más que el bienestar ciudadano, reflexionó Payán en torno a la consulta planteada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que se desplegará en todo el país este 19 y 20 de noviembre, martes y miércoles próximos. Concurren 600 organizaciones civiles que promueven y apoyarán en las mesas receptoras de voto. Ya se han impreso más de 5 millones de boletas con siete preguntas esenciales que resumen las deliberaciones del comité.

Son interrogantes que pretenden levantarse como una consulta ciudadana para detener y revertir realidades que describen hoy los números y que dibujan la desigualdad y la pobreza en el país. Hoy, recordó Payán, la deuda pública representa 50 por ciento de la riqueza producida, pero al combate a la marginación apenas se destina 1 por ciento del producto interno bruto (PIB), a la salud 2.2 y a la educación 4.2 por ciento.

Los rescates bancario y carretero heredados y aún impunes de Ernesto Zedillo representan 18 por ciento de la riqueza nacional, aunque al desarrollo social se le asigna el 11 por ciento. A los banqueros se les subsidia con 13 por ciento del producto nacional, pero para el campo la cifra apenas alcanza 0.6 por ciento.

La consulta también traspasa los expedientes de Acteal, Aguas Blancas y el Charco, la paz en Chiapas, la circunstancia del agro y la contención salarial definida por una caída del poder adquisitivo que de 1976 a 2002 alcanza 75 por ciento, añadió Payán. Y qué decir de las condiciones de los pensionados, cuyas percepciones ya se arriesgan en la bolsa.

Lejana, la promesa foxista del millón 300 empleos anuales. El cambio significó medio millón desempleados. Más de 2.6 millones de nuevos pobres se asoman a los dos años del nuevo gobierno, precisó.

Las preguntas atraviesan la aspiración ciudadana de recobrar la soberanía en su esencia originaria, indicó. Los ciudadanos deben contar con la misma capacidad de influencia en la toma decisiones para que no sólo se expresen los que cuentan con mayores recursos políticos y económicos.

En suma -condensó Payán-, recobrar la soberanía económica y social, en recursos estratégicos, en materia alimentaria y en política exterior. Aunque no tiene la fuerza legal hoy, el plebiscito -uno de los temas que traspone la consulta-, cuenta con la fuerza moral, aunque los funcionarios no admitan los resultados.

La consulta pregunta a la sociedad si está de acuerdo en que en el texto constitucional se establezcan figuras como el plebiscito, referéndum e iniciativa popular, para que la población reivindique su facultad soberana para decidir si está en favor de que se venda el petróleo o la energía eléctrica.

También, si deben reconocerse los derechos indígenas. En la coyuntura legislativa, pregunta por el presupuesto y si en éste debe reconocerse el brutal y centenario rezago social para que se le dé la misma importancia que a la deuda financiera.

Hacia el exterior, interroga sobre la necesidad de suspender temporalmente el apartado agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que el próximo año prácticamente abrirá de par en par las puertas a la importación de granos con un presagio ominoso y de conflicto cuando Estados Unidos dedicará subsidios a sus productores en los próximos años por 180 mil millones de dólares.

En la perspectiva futura, la consulta cierra con la pregunta sobre si la población está de acuerdo en continuar las negociaciones del Area de Libre Comercio de las Américas.

La alternancia no se tradujo en cambio, planteó Payán. Se mantuvo sí, el crecimiento prácticamente cero, el medio millón de desempleados y una serie de circunstancias no reconocida por las estrategias publicitarias del grupo gobernante que enfoca su atención particularmente a la desarticulación de las fuerzas sociales.

Las promesas de cambio formuladas en campaña forman parte del anecdotario. Se prometió no aumentar el impuesto al valor agregado, no privatizar la industria energpayanética, lograr la paz en Chiapas en 15 minutos, castigar a los genocidas y defraudadores, y hoy se trata de imponer justamente lo opuesto. A ello se añade la subordinación del país a Estados Unidos, estableció.

Ante el debilitamiento del diálogo político, el Ejecutivo ha optado por culpar al Legislativo de los incumplimiento de las promesas del cambio. Asegura que esa circunstancia vuelve imprescindible disponer de una dócil mayoría legislativa que le permita la imposición de las reformas neoliberales de segunda generación, como la privatización energética.

La realidad actual se ilustra fácilmente con el segmento educativo, precisó Payán. Pese a la promesa de Fox y del Compromiso Nacional por la Calidad de la Educación, la cobertura es la misma que heredó de Zedillo, pues sólo se ha dedicado a administrar la inercia del crecimiento.

Este año, alrededor de 1 millón de niños entre seis y 14 años no asisten a la escuela, en su mayoría indígenas, de comunidades dispersas, hijos de jornaleros agrícolas, en situación de calle o discapacitados. Simplemente no hay servicio para ellos.

Ese panorama ha generado que entre los mexicanos de ocho a 14 años casi 5 por ciento no sabe leer ni escribir, aunque en estados como Chiapas los porcentajes se triplican. Además, entre 8 y 11 por ciento de los mayores de 15 años no tienen instrucción escolar.

Pero en 2001 -especificó Payán-, Fox gastó menos de lo autorizado. Más de 4 mil 237 millones de pesos no se ejercieron. En el nivel medio están matriculados sólo 47 de cada 100 jóvenes en edad escolar y en el nivel superior se inscriben sólo 20 de cada 100 con apenas un indígena.

La promesa foxista de 8 por ciento del gasto como proporción del PIB también ha sido aplazada indefinidamente. La inversión se ha mantenido constante en los pasados 10 años. Si se descuenta el gasto privado resta por invertir de aquí a 2006 tres puntos del PIB. Así, en los cuatro años que le restan al gobierno tendrían que canalizarse 37 mil millones de pesos adicionales a lo programado, es decir, un crecimiento real anual de 14 por ciento.

Las propuestas del comité ciudadano, detalló Payán, gravitan sobre la instauración de un programa nacional de infraestructura educativa, pues el déficit en la materia es de 30 mil millones de pesos e incluye la recuperación del salario magisterial. Con respecto a 1982, el salario de los maestros acumula una caída de 60 por ciento. Para recuperar el nivel de compra de los 9 mil 468 a que equivaldría la percepción a precios actuales que se tenía entonces, se requeriría un incremento de 150 por ciento. De continuar el ritmo actual de 10 por ciento anual, los mentores tendrían que esperar 99 años para recuperar el nivel de 1982.

Son las cifras del cambio que pretenden ser cuestionadas y empezar a revertirse a partir de la consulta del próximo martes y miércoles.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año