Líderes del Congreso y la Iglesia católica expresan satisfacción por la postura de los escuadrones

Anuncian paramilitares de derecha el cese de hostilidades en Colombia

Sería por tiempo indefinido, a partir de mañana, y manifiestan su disposición al diálogo El presidente electo de Ecuador ofrece respaldo a su homólogo Alvaro Uribe para alcanzar la paz

AFP, DPA Y REUTERS

Santafe de Bogota, 29 de noviembre. Los paramilitares de extrema derecha colombianos anunciaron hoy un cese de hostilidades unilateral por tiempo indefinido a partir del 1Ɔ de diciembre, y manifestaron su disposición de iniciar un proceso de paz con el gobierno del presidente Alvaro Uribe.

Por su lado, el presidente electo de Ecuador, Lucio Gutiérrez, en visita relámpago a Colombia, expresó a Uribe todo su respaldo en la búsqueda de un acuerdo para alcanzar la paz con los grupos armados, por lo que le ofreció sus buenos oficios para coordinar un grupo de países amigos para trabajar en ese sentido.

Gutiérrez indicó que "el presidente Uribe ha recibido con mucho agrado (la oferta), pero nos ha explicado que de momento él está haciendo gestiones a través de la ONU y nosotros vamos a reforzar esa gestión para llegar a la tan anhelada paz de Colombia".

El ex coronel ecuatoriano, que asumirá la presidencia el 15 de enero y que se comprometió a fortalecer la seguridad en la frontera común, dijo haber hallado voluntad en Uribe para buscar un acuerdo político al conflicto armado. Por ello, llamó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a mostrar esa "misma voluntad".

Por otra parte, el liderazgo del Congreso colombiano y la Iglesia católica expresaron su satisfacción por el anuncio de los paramilitares, en lo que observadores políticos consideraron como un "triunfo político" de Uribe, pues hace una semana él mismo reconoció que había diálogos con esos grupos por medio de la Iglesia católica.

También el alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Ruud Lubbers, destacó que esa iniciativa puede ayudar a disminuir la violencia y el desplazamiento forzado de personas. Estimó que "es un buen paso" si se logra el control de los paramilitares para hacer un espacio a una paz duradera.

"Las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) -como se hacen llamar los escuadrones- declaramos, a partir del 1Ɔ de diciembre de 2002, un cese total de hostilidades (no una tregua navideña), confiando en la reciprocidad del Estado hacia nuestras tropas", señalaron en un comunicado signado por 28 líderes que representan 80 por ciento de esos grupos creados en la década de los ochenta.

Se trata de un documento de 12 puntos, entre cuyos firmantes destacan sus máximos dirigentes Carlos Castaño y Salvatore Mancuso, pedidos en extradición por Estados Unidos en septiembre pasado, acusados de tráfico de cocaína a su territorio. El Departamento de Estado considera, además, a esos grupos como "terroristas".

No obstante, entre los puntos de su texto señalan que si bien se les ha calificado como delincuentes y terroristas, sugieren que todos sus actos han sido de "tipo político", por lo que piden la suspensión de las acciones legales contra sus eventuales negociadores.

Incluso solicitan que en un acuerdo humanitario el Ejecutivo considere la excarcelación de los paramilitares detenidos en cárceles del país, como uno de sus "propósitos irrenunciables". Hablan también de colaborar en la erradicación de los cultivos ilegales de hoja de coca en las zonas bajo su control.

Las AUC no aclaran si suspenderían sus actividades de procesamiento y exportación de cocaína y el robo de combustibles, sus principales fuentes de financiamiento. Aunque solicitan al gobierno recursos económicos para garantizar el sostenimiento de sus integrantes, mientras duren las negociaciones.

Demandan que el diálogo de paz con el gobierno cuente con la participación de la Iglesia católica, de otros credos religiosos, de las organizaciones de Estados Americanos y de Naciones Unidas, así como de terceros países. Piden también que el gobierno reitere la condición de esos grupos como "actores del conflicto armado" y se declaran en favor de discusiones para la reconciliación.

Advierten que si las guerrillas ingresan en los territorios bajo su control, reaccionarán "en uso del derecho de legítima defensa". Llaman al gobierno a asumir de inmediato la defensa y protección de los territorios hoy bajo control paramilitar, así como de la infraestructura productiva y en inversiones que dicen han protegido ellos durante varios años.

Los paramilitares finalmente dicen que entregarán a la UNICEF en Colombia a todos los menores en sus filas, y se comprometen a colaborar para el retorno de las poblaciones desplazadas a causa de sus acciones armadas, y al efecto piden la colaboración del ACNUR.

El comandante de la Fuerza Aérea Colombiana, general Héctor Velasco, se declaró "un poco optimista" con el anuncio de las AUC, y confió en que las guerrillas sigan su ejemplo. Aunque, es sabido que para las FARC esos grupos sólo son "un apéndice del Estado" y siempre han reclamado que los "desmantele".

Esta sería la primera vez que los paramilitares entran a un proceso de paz, ya que en el pasado sólo la guerilla ha participado ante diversos gobiernos. De su lado, Francia se declaró en disposición de "ayudar y facilitar un intercambio humanitario" entre insurgentes colombianos y personas secuestradas por los rebeldes.

El canciller francés, Dominique de Villepin, a su arribo a Bogotá dirigió su propuesta directamente a las FARC, pues siente especial preocupación por este problema y sobre todo en cuanto a la retención por esa guerrilla de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt.