El sobreviviente señaló a un segundo agresor, pero desconoce su nombre

Elabora la procuraduría retrato hablado de otro multihomicida

Está muy cerca la resolución del caso Narezo Loyola, afirma Renato Sales

MIRNA SERVIN VEGA

Existe ya un retrato hablado del presunto cómplice del asesino de la familia Narezo Loyola, el cual podría dar a conocer hoy la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

Renato Sales, subprocurador de Averiguaciones Previas de la PGJDF, adelantó ayer que ya se trabaja en el retrato hablado "con toda la precisión que permiten los adelantos técnicos" aunque, especificó, aún no se conoce el nombre del otro presunto implicado, pero "ya se trabaja para ubicarlo".

Agregó que el jueves declaró Juan Pablo Quintana, el único sobreviviente de la masacre en Tlalpan, mediante un pizarrón en el que escribió la información fundamental solicitada por las autoridades.

En su declaración, Quintana reconoció "totalmente y sin temor a equivocarse a Orlando Magaña Dorantes como autor de los lamentables hechos". De acuerdo con el funcionario, Quintana señaló a un segundo agresor, pero no conoce su nombre.

Renato Sales señaló que la procuraduría insiste además en la posible cooperación del padre de Orlando Magaña para la identificación de la segunda persona, y confió en que está muy cerca la resolución del caso.

Explicó que hay hechos de la indagatoria que aún no se pueden comentar ni hacer públicos. Sin embargo, aseguró que respecto al móvil del asesinato múltiple no se tienen datos que lo vinculen con un ajuste de cuentas del narcotráfico.

El funcionario subrayó que independientemente de tener o no la orden de aprehensión, se prosigue la búsqueda de Orlando Magaña, ya que de acuerdo con la Constitución, "se puede proceder a la detención de la persona sustraída de la justicia después de cometer un delito gravísimo".

Sobre la presunta relación entre Ricardo Narezo, el padre de la familia asesinada, y Orlando Magaña, Sales insistió en que no existe ninguna averiguación previa en la procuraduría que los vincule; es decir, no hay nada confirmado respecto de los señalamientos de que Narezo le hubiera comprado un vehículo robado al multihomicida.