Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 11 de diciembre de 2002
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Política

Arnoldo Kraus/ II

Etica médica laica

Comentaba la semana pasada que el libro de Ruy Pérez Tamayo, Etica médica laica, advierte que debido a los inmensos avances de la tecnología, la ética como bien, como meta, debe seguir siendo referencia obligada y valor inaplazable y continuo en el ejercicio de la medicina. Baste recordar que una de las principales inquietudes y preguntas de Platón concernía a la ciencia y a la moral. Consideraba que si florecía la primera, los embrollos de la segunda serían menores o simplemente no existirían. Es decir, la ciencia -en este caso la tecnología médica- mejoraría la calidad de vida de las personas y haría más equiparable las vidas entre los seres humanos, por lo cual los conflictos de índole ética podrían disminuir, al menos desde el punto de vista teórico. Tales ideas presuponen que tanto la ciencia como la ética deberían ser neutrales, por lo que el médico debe actuar en forma independiente y siempre al servicio de los mejores intereses de sus enfermos. De ahí la atinada decisión del autor de apellidar laica la ética médica. ƑPuede ser la ética o la ética médica no laica?

Laico implica ser "independiente de cualquier organización o confesión religiosa". Para el propósito de esta discusión agrego que la visión del doctor que analiza y estudia algunos de los problemas contemporáneos de la medicina -genoma humano, clonación, aborto, suicidio asistido y eutanasia, todos discutidos en el libro- debería ser neutral, independiente "del origen, color o credo" del enfermo, y objetiva. Cuando la ética médica está matizada por principios religiosos, económicos o raciales deja ser ética. Cuando el médico actúa guiado por su fe e impone decisiones y su forma de pensar sobre el paciente -por ejemplo, en relación con la plausibilidad del aborto- deja de ser persona moral. Por eso la tolerancia, la escucha y el intercambio de ideas son brazos indispensables de la ética. Sobre todo cuando se habla de bioética.

En ese aspecto el libro de Pérez Tamayo cubre cabalmente con su apellido: es laico, neutral, balanceado y "tolerante". Cito al autor: "De hecho, el título de este libro, Etica médica laica, describe no sólo su contenido, sino su postura frente a nuestra realidad contemporánea, en estos tiempos en los que el laicismo, otrora base fundamental del México independiente, de su estructura constitucional y de su sistema político educativo, se encuentra en entredicho. Respeto las ideas religiosas, las que sean, de los médicos que las tienen, y comparto muchos de sus valores éticos... (...) Sé muy bien que este texto será aceptado o rechazado no sólo por su contenido técnico, sino por su postura ideológica, que no es antirreligiosa (pero si antifanática), sino simplemente laica y profesional".

El texto ofrece argumentos para pensar y discutir la mayoría de los problemas médicos contemporáneos y está escrito en lenguaje no médico, por lo que puede ser utilizado como abrevadero por cualquier persona interesada en el tema. Asimismo, la visión pereztamayana no es maniquea y está muy actualizada, pues muchas de las referencias son recientes. Su lectura se facilita por su inmejorable arquitectura, pues al hojearlo se tiene la sensación de que mientras se lee se pasea, y mientras se estudia se aclaran algunas preguntas y, afortunadamente, nacen nuevas dudas. Las ilustraciones -cuadros de Klimt o Van Gogh, dibujos de Daumier o fotografías como la de Mendel, padre de la genética-, las tablas, el índice onomástico y de materias, así como el papel, el tipo y tamaño de letra conforman un entretejido digno de elogio, donde parece que nada sobra y nada falta. Lo mismo puede decirse del contenido: dividido en tres partes, puede leerse en orden o en desorden -lo que facilita la lectura-, ya que cada capítulo es independiente del anterior. La mayoría tiene referencias "idóneas", pues algunas son médicas, otras "filosóficas", algunas son de revistas y otras de libros. Debe agradecerse que varias citas sean de autores mexicanos.

La ética médica será, no lo dudo, una de las filosofías más importantes de este siglo, pues a los temas antes anotados, otros como la vejez, el sida, la investigación médica en seres humanos, la terapia génica y la investigación médica experimental en animales son, y serán más en el futuro, problemas ineludibles para toda sociedad.

Enfatizo -y ése es uno de los desafíos más importantes de la obra- que estas discusiones pertenecen tanto a la sociedad como al Estado, por lo que las decisiones no deben quedar supeditadas a la visión, la mayoría de las veces monocular o ciega del poder. La próxima semana analizaré algunos capítulos.

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