La elección interna del PRI perpetuó el cacicazgo en Colima

MORENO NEGOCIO CON GORDILLO LA CANDIDATURA DE VAZQUEZ MONTES

Decepcionada por el proceso para seleccionar al abanderado del tricolor para el gobierno estatal, la política colimense cerró el capítulo de su larga militancia en el antiguo partido oficial, y ahora busca un espacio dentro del PRD que la llevaría a la 59 Legislatura

ENRIQUE MENDEZ

Socorro Díaz Palacios está convencida de que la elección del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al gobierno de Colima fue conducida "por corsarios" que armaron una cadena de "trapacerías", lo que le permitió al gobernador Fernando Moreno Peña -en un arreglo cupular con la secretaria general priísta, Elba Es-ther Gordillo Morales- imponer al maestro Gustavo Alberto Vázquez Montes.

Fue, evalúa, un proceso para prolongar el cacicazgo de un mandatario estatal "con personalidad pendenciera y de buscapleitos", que desempeña todos los papeles políticos del estado: gobernador, presidente del comité estatal del partido, delegado general del comité nacional, candidato oficial y vocero único del priísmo.

El lunes 16, Díaz Palacios cerró un capítulo de 30 años de militancia priísta, luego de que el presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, Roberto Madrazo Pintado, simuló que intervendría para limpiar el proceso interno y desatendió después la advertencia que ella lanzó el 11 de diciembre, cuando dijo: "Tal vez sea hoy la última vez que piso el partido".

Cuando ya era pública su carta de renuncia, el martes 17, la ex secretaria general del tricolor durante la dirigencia de Mariano Palacios Alcocer, y ex directora del ISSSTE, recibió una llamada telefónica de Elba Esther Gordillo, quien le pidió "recapacitar".

"Pero fue una llamada post mortem, para cubrir el expediente. La decisión ya estaba tomada", revela, y en entrevista con La Jornada adelanta que logró un "acuerdo confiable" con el comité nacional del PRD, que le permitirá ser no sólo diputada federal en la 59 Legislatura, sino el "pivote" en la consolidación de una alianza opositora en Colima, a la que se sumarán Convergencia Democrática y la Alianza Democrática de Colima, una fuerza electoral local.

Esa tercera vía electoral, que encabeza Jesús Orozco Alfaro, es la que tiene al gobernador nervioso y enfrentará "abusos y ataques de corsarios", pero que ganará las elecciones del 6 de julio, pues la competencia la organizarán el Instituto Federal Electoral y el estatal, que son autónomos y no dependen de la voluntad de Moreno Peña.

Asegura que no son sólo dos ciudadanos -como acusa el CEN- los que se inconformaron con "la farsa" que montó Moreno Peña desde su casa, conocida como El Trapiche, para "inflar votos" por medio de una red de cómputo, con la que además controló el conteo preliminar. Hay, dice, una "reacción indignada de la ciudadanía, que quizá tolere más una imposición abierta que una rebuscada escenografía disfrazada de democracia. Hay miles de priístas que se están alejando de manera silenciosa, pero inexorable, ofendidos por la burla y la manipulación".

El "síndrome Cervera Pacheco"

-¿Qué lectura tiene de ese acuerdo entre Moreno Peña y Elba Esther?

-Es una apuesta de ganar-ganar. En el hipotético caso de que el candidato del gobernador ganara, él (Moreno Peña) hace las cuentas de que tendrá un gobernador manipulable, lo que llamo el "síndrome Cervera Pacheco": escoger al más vulnerable, más dependiente. Y si pierde, tener espacios para negociar la cobertura de la espalda a escala nacional.

A lo largo de la entrevista, señala que el CEN del PRI "abdicó de ser un partido nacional, con una dirección y una cohesión centrales, que genera el surgimiento de los comités estatales, con el consecuente fortalecimiento y prolongación, o resurgimiento, de los cacicazgos regionales.

"Esta realidad es producto de un error estratégico, o de una falta absoluta de estrategia, porque apostarle a que el PRI encontrará una nueva gobernabilidad democrática después de que perdió la Presidencia de la República es un tremendo error, que alienta la división y la fragmentación de un partido que tuvo carácter nacional."

Más aún, advierte también el riesgo que ello implica en la integración territorial del país.

Y es que, explica, el PRI le da manos libres a los gobernadores "para que perpetúen camarillas y facciones, por medio de candidatos que se presten a la existencia de caciques. Los deja hacer lo que quieren, incluso en contra de los estatutos, lo que me parece una falta, por lo menos, de responsabilidad".

-El PRI argumentó el jueves que ya no puede ser factor de control, que la conducción de los procesos es facultad de las comisiones estatales.

-Que son simples instancias e instrumentos legitimadores de la voluntad personalísima del gobernador.

"Lo que percibo de esa conferencia de prensa del jueves es la confirmación abierta de lo que señalo: le dejaron manos libres a los gobernadores para que atropellen a las bases militantes del partido y para que llamen a comicios simulados.

"En eso se han convertido las consultas internas. La gente se ha dado cuenta de que se les convoca a participar como escenografía en una farsa. Y aquí quiero señalar con absoluta franqueza que los datos manejados por el PRI de Colima y el gobernador, de que hubo 102 mil o 105 mil votantes, son una más de las realidades virtuales a las que Moreno Peña es afecto."

Socorro Díaz cuenta que el día de las elecciones internas, el primero de diciembre, el sistema de cómputo se cayó. Este, comenta, ofreció "de vez en cuando" algunas cifras para los periodistas, se congeló más tarde y después difundió las cifras ya arregladas del proceso.

Desconfianza, por la simulación

"Esto hace que las consultas del PRI se conviertan en un punto de descrédito, de desconfianza, porque se simulan, y eso es muy delicado, sobre todo para las bases priístas, que quizá toleren mejor una imposición simple y llana, que se atreva a confesar su nombre, que una elección simulada por obra y gracia de los gobernadores", resalta.

Acusa que cuando ella y Orozco Alfaro presentaron sus impugnaciones, no sólo la Comisión Estatal de Procesos Internos, sino también la Comisión Nacional de Procesos Internos, que dirige Héctor Hugo Olivares Ventura, y la Comisión de Justicia Partidaria, que preside la senadora Martha Sofía Tamayo, actuaron "por consigna".

Y ejemplifica que el fallo de la última instancia, la comisión que ella llama de "injusticia partidaria", les fue comunicado a las 8 de la noche del sábado 7, tres horas después de que al candidato oficial le había tomado protesta Madrazo Pintado.

-Usted ha dicho que Madrazo "nada de muertito".

-Pues es que es cierto.

-Y mientras eso ocurría, ¿qué hizo Elba Esther? El candidato es maestro.

-Lo que se señala en el priísmo de Colima es que se dio un amarre, un acuerdo entre la secretaria general del CEN y el gobernador, para ese caso, y postular como candidato a diputado federal al dirigente de la sección 6 del sindicato (Oscar Ignacio Cuevas Sánchez). Fue un acuerdo de cúpula.

Comenta que habló con Madrazo Pintado sobre las irregularidades, quien le deslizó la posibilidad de que el proceso pudiera reponerse. Sin embargo, el dirigente priísta "dejó que corrieran los días para no resolver" el conflicto.

-Habló usted de que la coalición enfrentará ataques de corsarios. Estos están ahí, ya actuaron...

-¡Ah, por supuesto! Actuaron y lo van a hacer, para mí es clarísimo. El gobernador ha desatado contra nosotros una campaña de calumnias y amenazas de todo tipo.

-¿Cuál es el compromiso con el PRD?

-He llegado a un acuerdo confiable y satisfactorio para mí y para la dirigencia del PRD.

-¿En qué sentido?

-Voy a ser diputada federal.

-Esto es, se va a encontrar a sus ex compañeros en la Cámara.

-Pues sí. Es un espacio abierto, y algo que quiero señalar es que he dejado un partido, que no abandono mis principios, y creo que tendré en el PRD un espacio para luchar por ellos.